Inflexiones métricas, políticas y espiritosas

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Esthela Treviño @etpotemkin

Rompeviento TV, 24 de enero de 2023

 

No sé por qué, la mente sí es insondable, el título que prácticamente se arrojó a esta primera página de inmediato me hizo recordar al entrañable, extrañado y admirado Óscar Chávez con aquella jiribilla de La Mariana —por quien, si se lo mandaba, le ponía el mundo entero de otro modo— porque:

Porque yo sé...

la química, retórica, botánica

botánica, retórica y sistema decimal.

https://www.youtube.com/watch?v=W9b6Q831nM8&t=183s

 

Así, con apagones, humaredas, dimes y diretes, “hechos atípicos”, sabotajes y saboteos, acusaciones, bajones y subidones de popularidades pre-electoreras, latas de bebidas, espaldarazos, espadas flamígeras, aspas de lavadora, y un submundo más por descubrir, han hecho que el mundo del Metro se haya puesto de otro modo:

 

  1. En modo arena de coliseo entre marcelistas y claudistas o anti unos y las otras: los cartones están parejos, la L-12 y ahora el choque de trenes en L-3 y el desenganche de vagones en L-7.
  2. En modo ¿a quién le convienen todos esos “incidentes”? «apoco no creen capaz a la derecha de eso y más» leí en varios tuits, hasta de intelectuales “oficialistas”.
  3. En modo militar con la ocupación por más de 6000 elementos de la GN, en mente y jerga cotidiana: por soldados.
  4. En modo apoyo colectivo de gobernadores morenistas a la Jefa de Gobierno.
  5. En modo «no politicen», lo que es político. Sí, hay granujas que no politizan, sino que sacan raja política para sus propios oscuros o nítidos intereses.

 

Nuestro Metro tan necesario, indispensable, ese sí, heroico para el movimiento diario de más de cinco millones de usuarios «en batalla álgida por el oxígeno y el milímetro», como reza la inigualable narrativa de Monsiváis en Los rituales del caos (1995).

El metro, nuestro Metro tan celebrado como vilipendiado, tan vejado y robado como obsequiado y apreciado; hasta le llevan mariachis, le hacen memes, le cambian la iconografía con humor, le componen canciones, le sacan leyendas urbanas y cuentos de amor y de terror. Quién no recuerda, después de la muerte de Juan Gabriel el anuncio de cambio de nombre a Juangacatlán, dejo aquí testimonio.

Que yo sepa, Óscar Chávez no compuso o cantó una canción sobre el Metro de la Ciudad de México; hubiera sido espiritosa, por decir lo menos.

Chava Flores, sin embargo, sí, en 1969, Voy en el metro, aquí una estrofa:

Al bajar a los andenes

escuché esta cantaleta:

—al mirar llegar los trenes

no se aviente para entrar,

si en diecisiete segundos

no ha podido ni se meta,

ni se baje la banqueta

que se puede rostizar.

Y en 2011 el fotógrafo mexicano Santiago Arau realizó un extraordinario video sobre el metro con la canción de Chava Flores como tema del mismo. Dejo la liga.

https://vimeo.com/39223195

 

También, en 1982, Rockdrigo canta Estación del Metro Balderas:

En la estación del metro Balderas,

ahí fue donde yo perdí a mi amor;

en la estación del metro Balderas,

ahí deje embarrado mi corazón.

...una ola de gente se la llevó...

https://www.youtube.com/watch?v=aQeLYWin6e0&t=178s

  

Café Tacuba no podía quedarse atrás y sacó El Metro en su segundo álbum que salió en1994:

Como pastillas, paletones, chocolates, chicles y salvavidas.

Tengo ya 6 juegos de agujas, 8 cuters, y encendedores (de

sobra).

Creo que me ha crecido ya el pelo con la barba y las arrugas.

No se cuándo es de día y de noche

No se si llevo 100 años (aquí dentro).

https://www.youtube.com/watch?v=JKMeOaR_vGQ&t=162s

 

La banda de rock mexicano Los Lagartos compuso en 1996 Metro busco amor:

Voy a subirme al metro

a ver si así te puedo arrancar de mí

Porque entre tanta gente

sé que mil historias voy a inventar.

https://www.youtube.com/watch?v=4uKaKMJOjLs&t=23s

 

Esas canciones son testimonio de cuán parte de la vida es el Metro; de lo que odiamos y amamos, de lo que vemos y no vemos, en fin, también de lo que nos rifamos, la vida misma, mínimo «la bolsa o la vida».

Ya lo decía Monsiváis en Los Rituales del Caos, 1995, (en el capítulo «En La hora de Robinson Crusoe. Sobre el Metro Las Coronas»), cito:

El Metro es la Ciudad...Casi al pie de la letra. [...] Y es la Ciudad más palpable, la que no necesita de la televisión para verificarse a sí misma. El Metro no es una metáfora o una reducción simbólica de la Ciudad, es, insisto, la megalópolis alojada en las ruinas de la prosperidad demográfica, es la urbe que, mediante el simple impulso masivo, usa de pasillos y vagones para construir y destruir calles, avenidas, callejones, homicidios, multifamiliares, vecindades, plazas públicas, todo cimentado en la gente.

También leemos:

«Si algo acelera el respeto a la diversidad es el Metro, escuela del respeto a fuerzas».

«[...] ¿en donde se ensaya a diario la tolerancia? Ni lo digan, claro que en el Metro...»

«En el metro la solidaridad es un requisito de la sobrevivencia».

 

En «La hora del transporte, el Metro: viaje hacia el final del apretujón», confirma Monsiváis: «¿Cómo no ser pluralista si el viaje en Metro es lección de unidad en la diversidad?». Y también denuncia o certifica que, cito:

En el Metro, los usuarios y las legiones que los usuarios contienen (cada persona engendrará un vagón) reciben la herencia de corrupción institucionalizada, devastación ecológica y supresión de los derechos básicos y, sin desviar la inercia del legado, lo vivifican a su manera. El "humanismo del apretujón".

 

Enero de 2023

Los hechos recientes a inicios de este 2023, adquirieron un tono opaco que, casi de inmediato, hizo lanzar acusaciones de sabotaje, de “anomalías”, de «hechos atípicos» tantos incidentes peligrosos consecutivos. El detonante fue el choque de trenes el 7 de enero en la Línea 3 en donde 57 personas fueron trasladadas a hospitales. En donde Yaretzi Hernández, una estudiante universitaria de 18 años de edad murió.

Accidente o hecho provocado, justo sucede cuando la Jefa de Gobierno se encontraba camino a Morelia, en una de sus ya cotidianas salidas de fin de semana, presuntamente para seguir sus actos de pre pre campaña con miras al 2024. Hecho que jugó un papel en los ires y venires políticos de los acontecimientos.

Recordemos que el 11 de marzo del 2020 se produjo un choque de dos trenes en Tacubaya; hubo 41 heridos y una persona muerta. En ese entonces todavía fungía Florencia Serranía como directora del Metro. Un mes después dos peritajes sobre las cajas negras, uno de la FGJ de la CDMX y el otro de una empresa alemana coincidían en que el accidente se había debido a omisiones de operación por parte del conductor mismo, y de la persona reguladora de Procedimientos de Seguridad del Metro. Ambos fueron aprehendidos.

El descuido, la falta de mantenimiento y la negligencia en el Metro no son cosa de esta administración; todo eso se viene arrastrando y se ha perpetuado en esta administración. Sí, encontrar en un vehículo ajeno al Metro la caja negra de uno de los trenes del “accidente” de la Línea 3 abre la puerta de la sospecha. Eso no es normal.

El otro incidente mayor fue el desacoplamiento de dos trenes en la estación Polanco de la Línea 7, “un hecho jamás antes visto”. Sí, también invita a la sospecha de un incidente intencionado.

Por azares del azar, gracias a un tuit del usuario El Románov, que reproduzco enseguida

me topo con la noticia de que el 31 de julio del 2018, en la administración anterior, se produjo ese hecho, un desprendimiento de vagones en la estación Eduardo Molina de la Línea 5.

 

El 16 de enero de este año, Animal Político confirma la veracidad de la información de El Románov: la fotografía que muestra, usada por otros usuarios de Twitter para demostrar el sabotaje en la Línea 7, en realidad corresponde, precisamente, al hecho acaecido en la Línea 5 en la administración anterior. Según Animal Político, cito:

El evento suscitado en la administración anterior correspondió a la separación de tres vagones del tren y tuvo lugar en las estaciones Consulado y Eduardo Molina de la línea 5 del Metro, esto luego de que “las tuercas que mantienen el enganche entre dos de los vagones del tren (…) estaban barridos”, según informó el Sistema de Transporte Colectivo.

https://www.animalpolitico.com/verificacion-de-hechos/imagen-desprendimiento-vagon-metro-actual-2018

¿Por qué no fue noticia ese incidente? ¿Negligencia? ¿Omisión delictiva de las autoridades?

Finalmente, el tercer hecho mayor “atípico”, así declarado por Martí Batres «el lanzamiento de unas aspas de lavadora a las vías», hecho “perpetrado” por Viviana Salgado.

Antes, permítanme honrar la química, retórica, botánica y sistema decimal con el siguiente détour, o excurso, o desvío.

 

Détour, aunque no de force

Hay información tan fascinante como espeluznante sobre lo que sí son hallazgos inquietantes “en el Metro”.

Ya saben cómo son nuestros vecinos del norte que todo se ponen a investigar. En el Metro de Nueva York hacen un análisis de muestras de ADN tomadas de torniquetes, teclados y asientos en 466 estaciones. ¿El resultado? Se detectaron 15,000 formas de vida, algunas, las esperadas, otras, estrafalarias, otras más... desconocidas.

 

Para la mitad de las muestras de ADN:

a. se hallaron formas de vida conocidas y predecibles: queso mozzarella, moscas azules, estafilococos y, nada predecible: ántrax. Spoiler: este último en entredicho.

b. se hallaron formas de vida exóticas: ADN del demonio de Tasmania, de yak del Himalaya y de la mosca de la fruta Mediterránea. Muy improbables usuarios del metro ¿no?

 

Para la otra mitad de muestras de ADN: “vida desconocida”.

 

Además, la siguiente lista incluye algunos de los hallazgos bacterianos en dicho estudio:

• 220 estaciones tenían rastros de bacterias resistentes a los antibióticos,

• 215 tenían bacterias intoxicantes de alimentos,

• 192 contenían infecciones del tracto urinario,

• 151 tenían trazas de queso mozzarella,

• 66 tenían meningitis y sepsis,

• 60 tenían chucrut (col fermentada),

• 37 albergaban infecciones por estafilococos.

 

Les dejo la liga del Wall Street Journal que publica los hallazgos del estudio realizado en el Metro de Nueva York.

https://www.wsj.com/articles/big-data-and-bacteria-mapping-the-new-york-subways-dna-1423159629

Y también la liga de un video para el cual no se necesita estar suscrito a dicho medio.

https://www.wsj.com/video/mapping-the-bacteria-in-the-nyc-subway/A364CDBB-6E19-40C1-B4F1-517A606D97AE.html

 

Por último, les recomiendo el video de un ilustrador neoyorkino quien se propuso averiguar si es verdad que «usar los pasamanos en el Metro es como estrechar la mano de 100 personas».

Parte de lo que el ilustrador encontró lo muestro en las siguientes imágenes:

La liga: https://www.youtube.com/watch?v=Xxqd985bKi8&t=41s

 

Las aspas del sabotaje o el saboteo de las aspas

Mis simpatías para Viviana Salgado

¿Por qué expreso mis simpatías por Viviana Salgado?

En una cáscara de nuez: porque los pobres son presa fácil para callar bocas y tapar hoyos.

Porque, mujer, ama de casa, de clase baja, nunca le dieron el beneficio de la duda; nadie abogó por la “presunción de inocencia” en su favor. Porque en Twitter vi quien dijera que era trabajadora del Metro.

O por su ingenuidad: lanzar semejantes aspas frente a ¿cuántos soldados y policías? Inmediatamente la fueron a esposar.

¿Por qué querría Viviana Salgado sabotear el Metro?

O por lo «que le hicieron» en Santa Martha Acatitla y que no le desea a nadie.

«Aventó, lanzó, arrojó» unas aspas de lavadora. ¿Vieron el tamaño de las aspas?

Aventar, lanzar arrojar, describen actos deliberados que serían fácilmente evidenciados por las cámaras del metro. Viviana Salgado le solicitó al MP mostrar los videos. Se le negó. Le pidió dejarla mostrarle las otras aspas que había comprado para reponer las rotas. Se le negó. La única imagen que hemos visto de las aspas es un pequeño fragmento de las mismas en las vías. ¿Qué pasó? Aquí la imagen:

Los urgidos de salvarle cara a la Jefatura de Gobierno y de justificar la presencia de soldados en el Metro, inmediatamente la señalaron de saboteadora; tan prestos para tener ya una presa fácil de una prueba contundente de sabotaje, complot, o lo que quieran, y tan prestos para conminarnos, ahora, que seamos cautos ante los dichos de Viviana Salgado: fue un accidente, se le cayeron de la bolsa donde estaban con las otras.

Colofón

Si fuéramos más, digamos, sensatos, si cuando menos diéramos el beneficio de la duda a todas, todos los involucrados, políticos y no políticos, nos pondríamos a investigar, tantito, aunque fuera, si es “atípico” que se encuentren ciertos objetos en las vías del metro. Si de verdad nunca han sucedido tales o cuales incidentes, en fin, se entiende la idea, ¿no? Y, claro, también cuáles sucesos hacen sonar las alarmas.

Así, en el Metro de Nueva York y en el de Shanghai, es un problema la cantidad de cosas que se encuentran entre el vagón y la plataforma: audífonos, celulares, llaves, lentes, monedas, encendedores, cubrebocas. En el de Nueva York, cadáveres, sí, eso sí es atípico. En el de México, perros y gatos sorteando el peligro de electrocución en medio de las vías. ¿Son arrojadas intencionalmente esas cosas o entes?

Ya no hablemos de los suicidios en “el Metro”. Por cierto, Carlos Carrera, cineasta mexicano, realiza un cortometraje animado, El héroe, terrible y deprimente sobre un hombre que intenta disuadir a una mujer de suicidarse en el Metro. Aquí la liga.

https://www.youtube.com/watch?v=17TGIyZQook&t=1s

En Japón, Francia, Alemania, España y Gran Bretaña usan tecnologías distintas diseñadas, con distintos grados de éxito, para detectar objetos extraños en las vías de trenes, incluyendo el Metro: “extraños” o “foreign” porque no son naturales del metro.

En China están desarrollando ahora un protocolo para detectar objetos extraños en vías utilizando una tecnología de redes neurales. Les dejo el artículo «Foreign Object Intrusion Detection on Metro Track Using Commodity WiFi Devices with the Fast Phase Calibration Algorithm», del que no entendí nada de lo técnico, publicado en la revista especializada Sensors en el 2020.

Hasta aquí lo dejo, pero lo que todo eso nos muestra es lo común y ciertamente peligroso de los objetos extraños en las vías del Metro.

 

Colofón del colofón

No pueden perderse de Juan Villoro El vértigo horizontal. En su narración «La ciudad es el cielo del metro» (Almadía, 2015) leemos, cito:

«Bastión de la economía informal, sede de exposiciones, conciertos y ferias de libro, territorio del suicidio o el nacimiento, el metro es una ciudad que se desplaza».

«Desde una perspectiva política, podemos decir que bajo tierra se cruzan dos ejes de la vida mexicana: la importancia retórica del pasado y el racismo funcional. De acuerdo con este discurso, debemos estar orgullosos de lo que fuimos y ser selectivos en el presente: “Vámonos respetando, que no somos iguales”, dice el más extraño refrán “cívico” de México. El metro exalta la tradición en la misma medida en que selecciona y discrimina a sus usuarios».

Les dejo un último meme para los Star-war-sófilos:

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