El lenguaje, su carta de presentación (Parte I)

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Esthela Treviño  (@etpotemkin)

Rompeviento TV, 11 de marzo de 2023

 

Robarle a un hombre su lenguaje en nombre del propio lenguaje:

todos los crímenes legales comienzan así

Roland Barthes, Mythologies

 

Si a algo somos extraordinariamente sensibles, es al lenguaje humano. El lenguaje humano nos identifica y nos delata. Para no repetirme, dejo la liga de un artículo anterior (en dos partes) en donde trato el tema de por qué creemos que el lenguaje es lo más humano que tenemos y de por qué importa tanto. Solo citaré el siguiente párrafo:

Desde la manera como pronunciamos, el acento que tenemos, el vocabulario que utilizamos, las distintas formas sintácticas que proferimos (p.ej., “su prima de su esposo de mi tía”), todo, todo nos descubre ante los demás. Nos asignamos una identidad, se nos asigna esa u otra identidad y lo mismo hacemos con los demás. El dicho bíblico parafraseado “por su lengua(je) los conoceréis” sería más que atinado. Y también a través del lenguaje se nos censura o se nos aprueba, se nos menosprecia y ridiculiza o se nos elogia y sublima. https://www.rompeviento.tv/por-que-importa-tanto-parte-i/

En la esfera social, en ese ambiente más amplio donde nos movemos o se nos percibe, no cabe duda que a los ojos que ven con cierto tipo de cristales lo que más dice de nosotras, quiénes somos, de dónde venimos, qué tanto sabemos, si “hablamos mal” o “no sabemos hablar”, si leemos o no, si somos cultos o no, es el lenguaje, nuestra carta de presentación.

He recogido un montón de observaciones, dudas, aseveraciones, expresiones atinadas, interesantes, y otras lamentables a raíz de mis respuestas, y las de otras personas a los comentarios malintencionados de Loret de Mola quien “alertó” sobre una falsedad que él mismo fabricó: la bárbara intención de la SEP de perpetuar la incorrección en el hablar.

Muchísimas personas se manifestaron, en particular, a partir de la entrevista que Astillero nos hiciera a Violeta Vázquez-Rojas y a mi, el 27 de marzo de este año: «¿Corrección lingüística? ¡Ataques a 4T, editoriales enojadas y clasismo!: Violeta y Esthela», cuya liga dejo aquí. https://www.youtube.com/watch?v=yEwcvObx5Vg&t=214s

Incluyo, enseguida, unos pocos de esos comentarios para ilustrar cómo el lenguaje, el habla, mejor dicho, se vuelve nuestra carta de presentación; copio verbatim y con la grafía original:

  • El keguaje actual es corriente y vuñgar debido al cine radio y tvetc
  • Julio lo de las dos ssss es lo de menos lo que si nos si preocupa es, preocupante es el TRAJIERON, dijieron [...] Germán Martínez en un discurso en la cámara siendo TRAJIERON, ahora por qué no hablan claro estas señoras si el presidente utiliza mucho las sss y también las omite, pero así hablan los tabasqueño[...]Este tema que trataron es elitista. Y fue para darle otro palo a nuestro presidente[...]
  • Estudiamos la gramática, sintaxis y ortografía del español, a lo largo de 6 años de primaria + 3 de secundaria + 3 de bachillerato, al menos... habría que destacar que después de 12 años, es un fracaso de nuestro sistema educativo que nuestros “doctores”, “maestros”, profesionistas y población, no sepan conjugar verbos (haigan, por ejemplo), usar el femenino y masculino (primer vez, por ejemplo), y singular y plural (nos hace feliz a todos, por ejemplo)... Yo aprendí a leer con la letra “che” y la “elle”, y no puedo comprender por qué hablan de Claudia Cheimbaum, de Shihuahua y de otras cosas semejantes. ¿Por qué no dicen, por ejemplo Shicago (Chicago)? Véngamos, váyamos, dígamos, hágamos, haiga sido como haiga sido, comistes, ¿qué hicieras si sucede tal cosa?, haber si no nos llueve, Güey, a güevo, y miles de errores ortográficos, gramaticales y vulgaridades, son parte del mismo batidillo, de la misma miseria verbal.[...] Más allá de las consideraciones políticas y las descalificaciones interesadas, yo si abogo por que mejoremos el uso del lenguaje.
  • El español de uso internacional, llamémosle así … ese no va hacer enseñado en Mèxico? Los próximos profesores de español enseñarán …. Dijistes .. subir para arriba gracias 4t por las aportaciones al idioma español
  • A mí me parece PÉSIMO glorificar la ignorancia y la mediocridad, o sea, como los padres de esos niños no saben hablar, ¡perpetuemos la ignorancia! en ese caso, ¿para qué los mandan a una escuela? mejor que se lo ahorren. De verdad, ¡qué bueno que no soy niña ni tengo hijos! así puedo ver todo esto desde lejos.
  • Depende de cómo hablas se te nota el código postal y eso es innegable oficialicemos “haiga, trujistes y naiden” una belleza
  • MMM a los chicos de las escuelas privadas, buena educación para ellos en gramática y para las escuelas públicas, estudiastes, trajistes, leistes, vistes comistes, total, de que sirve hablar bien.
  • Perdóname, pero los idiomas tienen reglas para su expresión tanto oral como escrita, por supuesto que existe una forma correcta de hablar así como también existen y se reconocen ciertos modismos según el país, pero intentar normalizar errores gramaticales es una arbitrariedad.

Las personas juzgadoras lo hacen, obvio, desde una cierta posición: desde aquella en donde ellas mismas son “cultas, educadas, lectoras” porque “hablan correctamente”. Solo quien “habla correctamente” puede juzgar a otra de hacerlo también o de no hacerlo. Y, las personas que “hablan correctamente”, “hablan bien” porque aprendieron una gramática normativa, es decir, una que prescribe, que dicta la norma de cómo “ha de hablarse” y habrá de escribirse.

El solo hecho de que exista una gramática normativa supone la existencia de una lengua matriz: la que se regula, la que debe normalizarse. Justamente, es la que los gramáticos llaman «lengua estándar». Y, si así fuera, tendríamos que conjeturar no solo que hay lenguas, hablas, no estándar, sino que nadie las regula o norma. ¿Hay necesidad de normar una lengua?

Paremos mientes, como se decía de antiguo, al hecho de que esa “lengua estándar” es artificiosa; es estándar por imposición. ¿Por qué habríamos de dar el paso de calificar a esa lengua de “correcta”, y de “incorrectas” a las lenguas no estándar? De hecho, no se sigue lo uno de lo otro. La observación adecuada sería advertir que hay un habla que se declara estándar y todo lo que se aleje de ese estándar es no-estándar. Punto.

Alguien de la audiencia cuestiona:

  • me queda preguntar, si en lugar de llamarle idioma español, llamarle idioma mexicano. Por estos modismos cambiantes por el propio tiempo.

Más que atinada la pregunta. Ya lo he dicho antes, hay un español mexicano, un español cubano, un español argentino, y demás. Y ya es mucho estirar la liga porque subyace la premisa de que hay una única lengua española mexicana. Hay, como es bien sabido, distintos dialectos del español en México. ¿Cuál decretamos como estándar? ¿Nos vamos a independizar de la hegemonía peninsular y de la RAE? O ¿vamos a moldear/seguir moldeando el estándar mexicano bajo el patrón del estándar peninsular?

La norma lingüística de imponer un estándar es un acto social y político. Agraviar, estigmatizar ciertas formas de hablar es un acto hegemónico de las élites.

Quienes se arrogan la autoridad para calificar y descalificar ciertas hablas son los gramáticos que siguen las directrices de alguna Academia de la lengua, como la Real Academia Española, (RAE). En este sentido, cito otro de los comentarios, muy ad hoc a lo que acabo de señalar:

  • El Español es un idioma rico y bonito y debe ser enseñado de acuerdo a sus normas o gramática. Una persona que hace uso de un buen Español muestra su preparación, no su clase social. Conozco gente de clase social pobre y tienen un Español mejor que ustedes. Es cierto que el vulgo modifica el lenguaje pero estos cambios son estudiados, valorados y aprobados por la RAE.

Habría que decir, «aprobados o reprobados». Ya aprueba las horrorosas «aperturar» y «autenticar», pero no las tacharía yo de correctas o incorrectas. La RAE sanciona, como sabemos, pero hace más que eso. Baste conocer su emblema, un crisol, y el lema que dice, como se muestra en la ilustración: «Limpia, fija y da esplendor».

Como bien señala el lingüista Moreno Cabrera, ese lema «se fundamenta en una ideología profundamente nacionalista que se proyecta a un imperialismo cultural constituido ideológicamente en torno al concepto de panhispanismo» (subrayado en el original) [1]. El nuevo lema, por cierto, reza así: «Unifica, limpia y fija».

La RAE sanciona, lo que antes impone. La imposición de una “lengua estándar” proviene de una élite, una élite que además estigmatiza al estimar como aberraciones, vulgarismos y barbarismos ciertas hablas.

Incluyo algunos de esos ismos que la Academia y otros usuarios que se identifican como cultos por saber “usar correctamente el lenguaje”, reprueban o desaprueban por salirse del huacal:

1. El dequeísmo: Me dijo de que no tenía dinero; No es de que quieras o no; No le preocupa de que lo vayan a acusar.

2. La “doble” posesión: Su mamá de mi prima. Su coche de la vecina.

3. La regularización de la [s] en la conjugación de la 2s (2ª persona singular) en el pasado perfecto de la forma indicativa: abristes, soñastes, tardastes. Noten que en la 2pl de ese pasado perfecto aparece la [s]: abristeis, soñasteis, tardasteis.

4. No se dice: gentes; negrísimo; mercado de abastos; gente más grande, (edad); haiga; el alma mater; en base a; a nivel de; adolorido; entonce/tons, etc.; a la mejor; a grosso modo; ir a la gasolinera; de (a) gratis; vertir; nadie de nosotros; mas/pero sin embargo; cifras récord; satisfacieron; metereología; beneficiencia; lo denostan; se cocen los frijoles; y un sinfín de vocablos y expresiones más. Dejo deliberadamente sin explicación en qué consiste la falta o aberración.

5. ¡Los temibles gerundios! Por ejemplo, el llamado de posteridad: Hubo una redada muriendo dos personas; Contrataron a otro editor despidiendo al anterior.

6. Incorrecto es la concordancia con el complemento, que nadie respeta, por cierto: un grupo de estudiantes se *pusieron en huelga, vs. lo correcto: un grupo se puso en huelga. A propósito: ¿«incorrecto es la concordancia» o «incorrecta es la concordancia»?

Dato curioso. La palabra «entonces», de significado incierto en su historia, tuvo distintas manifestaciones desde el siglo 10 hasta el 15, las dejo aquí:

en ton entón entonce
entonces entonç entonçe
entonse entontz entonz
estonces estonç estuence
estuençe estons  

Siempre la lengua fue compañera del imperio

Antonio de Nebrija

 

Más, mucho más hay detrás de esa cita de Antonio de Nebrija, quien escribiera la primera gramática latina del castellano ¡en español!, y que se publica en 1492.

La gramática de Nebrija se adelanta a la de Trissinio del italiano 37 años, 44 años a la de Oliveira del portugués, y 58 a la de Meigret del francés. Duramente criticado, y a pesar de pensar que el castellano era una corrupción del latín romance, Nebrija justifica escribir su gramática en castellano/español, es decir, en lengua vulgar, para ser comprendido por los hablantes actuales, y futuros, sobre todo los que fueran a ser conquistados, como lo asienta en su Prólogo de la Gramática de la lengua castellana:

después que vuestra Alteza metiesse debaxo de su iugo muchos pueblos bárbaros y naciones de peregrinas lenguas: y con el vencimiento aquellos ternían necessidad de recebir las leies: quel vencedor pone al vencido y con ellas nuestra lengua: entonces por esta mi Arte podrían venir en el conocimiento della como agora nos otros deprendemos [aprendemos] el Arte de la Gramática latina para deprender el latín.

Del latín al castellano/español

Un poquito de historia para entender esos términos que hoy nos marcan elitistamente como cultos —habla “correcta”, “habla culta”— vs. incultos/vulgares —habla “incorrecta”, “habla popular”—.

Sabemos que las lenguas romances —español, portugués, catalán, occitano, florentino, italiano, francés, etc.— provienen del latín, lengua madre, lengua del Imperio romano, pero, estimados lectores y escuchas, de lo que dio en llamarse latín vulgar.

El latín culto era el latín escrito, el latín de la ciencia, de la literatura, el eclesiástico; el latín que la Iglesia Católica instituyó como lengua universal.  El latín vulgar (de vulgo: ‘común, ordinario’) era la lengua viva, la lengua común que hablaba la gente en la vida diaria: esto incluía a letrados y no letrados, por supuesto. Ninguna de las lenguas romances es resultado del latín culto o escrito.

El español fue un dialecto latino de Hispania; es el latín vulgar que se asienta en España desde fines del Siglo 3, AEC, y que, gracias a que Siempre la lengua fue compañera del imperio, desplaza a las lenguas ibéricas de la Península y al euskera (vasco). En aras de la precisión, hay un paso previo: del castellano al español; el primero se registra desde el Sigo 10 y nace en una pequeña provincia peninsular, en el Reino de León.

Cabe decir, entonces, sobresimplificando, que del latín vulgar galo surge el francés, del latín vulgar itálico surge el italiano y así sucesivamente. Dialectos, todos, del latín vulgar, el latín hablado.

La gramática descriptiva, la ciencia que estudia los principios naturales que rigen a las lenguas naturales en los campos de la fonología, morfología, sintaxis y semántica, no puede tacharse de culta, vulgar, popular, incorrecta, aberrante, etc. Sencillamente porque el lenguaje humano natural es un fenómeno biológico-mental, y como tal es un objeto del conocimiento científico, filosófico, literario y social.

Un maravilloso poder de abstracción mental lleva al aprendiz del español, hablamos de un niño de dos o un poco más de dos años, a desentrañar una regularidad de esta lengua: que los participios se forman con -ado e -ido: comprado, jugado, cosido, pulido.

Entonces, claro, de cosido, pulido, tenido, escupido, dormido, bebido, adolorido, etcétera, el niño extrae la regla y forma correctamente: abrido, ponido, rompido, y va a formar imprimido porque, además, cuenta con la siguiente evidencia: com.primido, ex.primido, re.primido, de.primido, o.primido. La niña sabe inconscientemente que ya ha aprendido una regla, una generalización impuesta por la lengua misma, no por una Academia.

Al cabo de casi cinco años, o más, de estarle repitiendo al infante «no se dice ponido, se dice puesto» —¿por qué?, y ante un sorpresivo y chocante —porque así se dice, la infante termina por “aprender” una excepción.

Trivia. ¿Sabe usted que la RAE no se ha atrevido a asignarle a balbucir una forma a la conjugación de la primera persona del singular del presente de indicativo? ¿Por qué no decidirse por yo balbuzco, a la par de «conduzco» de «conducir»? Y claro, no hay formas para el presente del subjuntivo.

Dejo, para la Parte II, todo el asunto de la enseñanza sobre la (in)corrección en el hablar, las normas sociales y lingüísticas. Ahí abordaré buena parte de las preguntas y comentarios al respecto. Adelanto que no promuevo la no enseñanza de las normas, sino la no estigmatización de ciertas hablas.

[1] Juan Carlos Moreno Cabrera, del 2011, «“Unifica, Limpia y Fija”. La RAE y los mitos del nacionalismo lingüístico español», en Silvia Senz y M. Alberte (eds,.) El dardo en la Academia. Esencia y vigencia de las academias de la lengua española. Barcelona, Melusina.

 

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