Prohibido olvidar… XIII  entrega del Premio Nacional Carlos Montemayor

 

La entrega del Premio Nacional Carlos Montemayor es el reconocimiento –entre otros valores– a la resistencia; significa también la construcción de una HISTORIA en que se incluyan los nombres y las acciones de mujeres y hombres que se entregaron en mente y cuerpo a la lucha por la transformación de una realidad que lacera a millones. Lastimosamente varios y varias de estas luchadoras y luchadores, fueron torturados, encarcelados, asesinados, desaparecidos… y por eso está prohibido olvidar y para no olvidar es necesario escribir y contar esta historia hasta que la sepan todos.

El Premio Nacional Carlos Montemayor nació hace 13 años a raíz de la muerte lamentable del escritor chihuahuense. En el primer artículo que me publicó RompevientoTV titulado Premio Nacional Carlos Montemayor: un reconocimiento a las luchas sociales en México,  el 18 de septiembre de 2022 doy cuenta de los antecedentes de dicho premio, dejo el link:

https://www.rompeviento.tv/premio-nacional-carlos-montemayor/

El 11 de junio de 2023 en el Complejo Cultural Los Pinos, donde fuera cancha de tenis de la residencia se hizo entrega  del Premio Nacional Carlos Montemayor a personas que estuvieron o están involucradas y comprometidas en luchas sociales. A continuación los nombres de quienes fueron premiadas: Mario Menéndez Rodríguez, Josefina Martínez y Rojas, Leonel Durán Solís, Luis Hernández Navarro, Guillermo Sánchez Nava y Silvia Valdez García; el reconocimiento también se realizó post mortem, fueron los casos de Efraín Calderón Lara (†), Alberto Guillermo López Limón (†) y José Manuel Alapizco Lizárraga (†).

Mencionaré sólo algunos datos relevantes que allí se dijeron respecto a cada uno y una de las premiadas y premiados.

Josefina Martínez y Rojas, nació en la Ciudad de México en 1936 y junto con su esposo Felipe Martínez Soriano (ya fallecido), se unieron a diversos movimientos sociales en pro de los más desprotegidos o a organizaciones que luchaban por la democratización del país; debido a este compromiso fueron amedrentados constantemente por las autoridades, por ejemplo el 29 de junio de 1977 en Oaxaca lanzaron dos bombas a su casa, asimismo, el gobernador en turno Eliseo Jiménez Ruiz constantemente los amenazó y reprimió, debido a esto tuvieron que salir del estado. A la postre regresaron para que Felipe Martínez continuara ejerciendo su cargo de Rector de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), sin embargo, lo detuvieron y trasladaron al Campo Militar No. 1, en donde fue brutalmente torturado con la finalidad de que renunciara a la rectoría, mientras tanto Josefina Martínez Rojas realizó una huelga de hambre para que le entregaran a su marido, lo cual sí logró.

Josefina Martínez y Rojas

Leonel Durán Solís es un antropólogo que ha contribuido con sus investigaciones a la historia sociocultural e histórica de nuestro país. “Su vasta experiencia profesional y humana, ha permitido aportes significativos a México como antropólogo en el ámbito cultural y las instituciones en México,  llevando del plano académico a la praxis institucional, la recuperación de la palabra, la memoria, el conocimiento, el espacio y la identidad de los grupos indígenas, populares y afrodescendientes en el país”.

Leonel Durán

Guillermo Sánchez Nava nació en Chilapa, estado de Guerrero el 14 de diciembre de 1950, su origen campesino le permitió emprender, desde muy joven, luchar por los sectores más marginados. Estando en la preparatoria de la Universidad Autónoma de Guerrero, se involucra al movimiento estudiantil; en 1972 fundó la Unión Estudiantil Guerrerense. Cuando Rubén Figueroa Figueroa, tomó posesión de la gubernatura del estado, Guillermo alias Sam “en un acto de arrojo subió un equipo de sonido al edificio de la rectoría con el fin de denunciar las graves violaciones a los derechos humanos que cometía el ejército contra la población en la sierra de Guerrero”, asimismo, exigió la presentación de las personas que estaban desaparecidas, hasta ese momento. La furia del gobernador –uno de los más sanguinarios que ha tenido Guerrero– se desató contra Sam y fue perseguido por la Brigada Blanca y Policía Judicial. Desgraciadamente en el año de 2011  un grupo de priístas lo golpeó con tanta saña que quedó cuadripléjico, hoy en día no se ha castigado a los perpetradores.

Guillermo Sánchez Nava Sam y familia

José Manuel Alapizco Lizárraga. Nació el 16 de septiembre de 1955 en Mazatlán Sinaloa. Desde muy joven se integró a los organismos estudiantiles democráticos en la preparatoria y posteriormente en la universidad. Sus posturas política e ideológica lo llevaron rápidamente a simpatizar con la Liga Comunista 23 de Septiembre. En la escuela de Economía conoció, a la que a la postre sería su pareja sentimental, a Martha Alicia Camacho Loaiza; ambos decidieron integrarse a esta organización armada. La fecha fatídica para esta pareja y el hijo que estaba por nacer fue el 19 de agosto de 1977, llegaron “a su domicilio elementos de la SEDENA, de la Dirección Federal de Seguridad, Policías Judiciales y Municipales, apoyados por la Dirección de Tránsito y Transporte, en esta casa encuentran a su esposa Martha Alicia Camacho, quien fue torturada y obligada para permanecer en un lugar visible en espera de José Manuel”; ambos son detenidos y llevados a la Novena Zona Militar, a continuación fueron aplicadas bestiales torturas y  asesinado José Manuel frente a los ojos de su amada esposa. Parte del horror que ella vivió se puede observar en el documental La herencia más dolorosa, dejo el link para su consulta: https://www.youtube.com/watch?v=1yF0PfvkAps .

Cabe señalar que el Premio lo recibió Miguel Alfonso, hijo de esta pareja, quien desde su nacimiento sufrió las torturas al ser arrebatado del vientre de Martha Alicia, su madre.

Martha Alicia Camacho Loaiza, Miguel Alfonso Alapizco Camacho e Ismael Cortez Nicolás

Mario Renato Menéndez Rodríguez  fue director de la revista Por qué? en la época más difícil para hacer periodismo crítico, en los años sesentas y setentas; sus reportajes versaron sobre temas de las represiones a movimientos sociales, estudiantiles y obreras: “dio cobertura a las manifestaciones estudiantiles populares de 1968 y fue el único medio de información que dio cuenta de las masacres en la plaza de las Tres Culturas el 2 de Octubre de 1968”, y la de los estudiantes que salieron a marchar el 10 de junio de 1971. Cubrió actividades de la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria encabezada por Genaro Vázquez Rojas y el Partido de los Pobres y la Brigada Campesina de Ajusticiamiento liderada por el profesor Lucio Cabañas Barrientos. Su periodismo fue castigado de tal suerte que lo encarcelaron en Lecumberri, sin embargo, gracias a una operación armada que realizó la ACNR, fue liberado y trasladado –junto con otros presos políticos– a Cuba.  Algunos de los números de la revista  Por qué?  se pueden consultar en el siguiente link:

http://www.ahunam.unam.mx:8081/index.php/por-que-revista-independiente

Natalia Luna e imagen de Mario Menéndez Rodríguez

Efraín Calderón Lara alias El Charras, fue un joven yucateco que formó parte de organizaciones estudiantiles que empujaron, entre varias demandas, la democratización de la vida sindical en los centros de trabajo; su actividad política de avanzada lo puso en la mira de los empresarios y el gobierno de Yucatán; el 14 de febrero de 1974 fue secuestrado, salvajemente torturado y asesinado, al parecer estuvo involucrado el gobernador Carlos Loret de Mola. En el documental-drama Charras: 40 años después, da cuenta de manera exhaustiva la vida de este personaje y quiénes estuvieron implicados en su asesinato, dejo el link:

https://www.youtube.com/watch?v=PFlnWSKr5Z0

Pedro Quijano Uc compañero de Efraín Calderón Lara recibió el premio

Luis Hernández Navarro nacido en la Ciudad de México el 22 de enero de 1955. Periodista y escritor. Coordinador de Opinión y articulista semanal de La Jornada. Quiero mencionar que a Luis lo vi por primera vez (y aunque ya lo conocía por sus artículos en La Jornada) en enero de 2009 en el examen profesional de un colega que también se ha involucrado en luchas sociales, me refiero a Abel López Rosas, en su tesis de licenciatura El pensamiento y estrategia política del profesor Arturo Gámiz García en las luchas campesinas, estudiantiles y populares de Chihuahua (1940-1965), Hernández Navarro participó como parte del sínodo; menciono este hecho que pareciera una simple anécdota pero con esto quiero ejemplificar que un periodista de esta talla, se ha interesado en leernos y dar su acertada opinión a los que andamos todavía con paso incierto en esto de la investigación de los movimientos armados.  Otra  de las características que quiero remarcar de Luis, es su modestia y sencillez; por eso es fácil abordarlo sin temor a ser desdeñado o ignorado.

A continuación rescato parte de su intervención que me resultó no sólo aleccionadora sino también conmovedora.  Recordó que en los años sesenta participó en la insurgencia sindical, también de su involucramiento en la fundación de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE); asesoró “organizaciones de pequeños cafeticultores y campesinas y me sumergí, aprendiendo otros modos de habitar la vida, en el remolino de la lucha indígena por su libre determinación”. Hizo un reconocimiento a la generosidad de Carmen Lira cuando le abrió las puertas de La Jornada, la cual se convirtió en su “pista de aterrizaje para llegar a sus lectores”. El Premio no sólo es para él, también “es extensible a la casa editorial en la que trabajo y a las y los colegas con los que comparto cada día la aventura de ver cada amanecer un nuevo número del periódico. Pero, también, a las redes de afectos familiares, camaraderiles y amistosos, que me alimentan emocionalmente en el día a día”. Finalmente, quiero invitarles a que lean su última obra titulada La pintura en la pared. Una ventana a las escuelas normales y a los normalistas rurales.

Luis Hernández Navarro

Alberto Guillermo López Limón nació en la ciudad de México el 20 de enero de 1961. Conocí a Alberto cuando varios exguerrilleros estaban formando el Centro de Investigaciones Históricas de los Movimientos Sociales; allí conviví con varios personajes involucrados en el movimiento armado de Guerrero: Octaviano Santiago Dionisio (†), Luis León Mendiola (†), Arturo Gallegos Nájera (†) y otros tantos más que me fueron de mucha ayuda y apoyo solidario para realizar mi investigación sobre el Partido de los Pobres (PDLP) y la Brigada Campesina de Ajusticiamiento liderada por Lucio Cabañas Barrientos.

En casa de Alberto se hicieron constantes reuniones para llevar a buen fin el proyecto del centro de investigaciones. Recuerdo un viaje que realizamos –junto con su familia– a Guadalajara, el motivo fue visitar a Antonio Orozco Michel y la presentación de su libro La fuga de Oblatos. Una historia de la Liga Comunista 23 de Septiembre. A la postre, me integré al equipo de investigación que él formó en la Ciudad de México siendo parte de la Comisión de la Verdad de Guerrero (COMVERDAD). El resultado fueron millares de documentos fotografiados y clasificados del Archivo General de la Nación, desclasificados y antes en poder de la Dirección Federal de Seguridad, parte de ese material se puede encontrar en:

https://archivosdelarepresion.org/

Ernesto López hijo de Alberto López Limón recibió el premio

Finalmente, cerraré este artículo con Silvia Valdez García, entrañable amiga que sólo conozco a distancia. La primera vez que oí hablar de ella fue en el artículo que escribió David Cilia Olmos titulado “Silvia Valdez, sobreviviente a Nazar Haro, la DFS y la guerra sucia”, ahí me enteré de las atrocidades que sufrió a manos de este torturador y asesino, principalmente, de luchadores y luchadoras sociales. Dicho texto lo podrán encontrar en  Contralínea, Año 19, Número 693, del 11 al 17 de mayo 2020; el cual está en línea.

Posteriormente, un exdirigente del PDLP, me contó que se comunicó vía telefónica con Silvia, y me pasó su contacto, de esa manera entablé una comunicación en agosto de 2020. Ella desde Nuevo Laredo Tamaulipas y yo en la Ciudad de México; las llamadas telefónicas sumaron varias horas de conversación y 18 horas de entrevista, que con su voz típicamente norteña y energía en sus cuerdas bucales me contó cómo fue su vida con Javier.

El Premio para Silvia simbólicamente fue extensivo para Javier Rodríguez Torres, el hombre que más amó en su vida. Por eso quiero hablarles un poco de él, ya que en esas valiosas horas de conversación con Silvia me contó la faceta de esposo, compañero y padre; además porque ella me insistió en que no podía quedar enterrado por capas de olvido.

Javier Rodríguez Torres era coahuilense, nació el 18 de septiembre de 1940, parte de su niñez la vivió allá; pero aproximadamente a los 14 años continuó su vida en Nuevo Laredo Tamaulipas. Cuando tenía entre 17 o 18 años entró a trabajar a Ferrocarriles Nacionales de México, comenzó a realizar sus prácticas como ayudante auxiliar, eran aquellos que andaban recogiendo estopas, limpiando el aceite, etcétera… es decir los mil usos. Y poco a poco fue ascendiendo de puestos. Laborar en Ferrocarriles le permitió una formación política más sólida; su personalidad también le ayudó a liderar las demandas más apremiantes de la comunidad obrera.

Por aquellos años, los setentas, en Ferrocarriles existían alrededor de 15 departamentos: puestos, socorros, talleres, oficinas, oficina de talleres, oficinas de transporte, departamento médico…  El que aspirara a trabajar en Ferrocarriles, tenía que aprender a hacerlo pasando por estos diversos departamentos sin cobrar un salario. Una Silvia jovencita, entró como aspirante. Posteriormente, llegaría al puesto de Socorro, el cual consistía en estar en una clínica familiar; ella se encontraba en el recibidor y su trabajo era sacar y hacer pases de atención médica y realizar informes… “fue cuando vi por primera vez a Javier, cuando éste llevó a su mamá a que la atendieran en dicha clínica”… y quedó prendada de él.

Pasó algún tiempo y se convirtieron en pareja.

Un mes antes de casarse Silvia entró al Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros sección 30.  En los inicios de los setentas la situación no era halagüeña ya que el sindicalismo charro estaba en su esplendor, pues Mariano Villanueva Molina tomó posesión de la Secretaría General del Sindicato Ferrocarrilero, en medio de un fraudulento proceso electoral.

Recuerdo las palabras de Silvia en este pasaje de la historia del sindicalismo obrero, con respecto a la imposición, a su vez, de un personaje deleznable Eliud Cavazos: “¡Dedazo! de Mariano Villanueva Molina, que le decían el Matraquero, del sindicato de Ferrocarriles de México pues impuso a Eliud Cavazos, entonces se viene lo del movimiento sindical y toman el sindicato”, en el cual estaba al frente Javier Rodríguez Torres.

Desde ese momento la vida de Silvia  cambió, ya que ella era secretaria del Sindicato, me dijo: “comienza todo para mí, todo, voy en declive, porque lógico, al tomar mi esposo el sindicato pues Eliud Cavazos...” era su jefe. Las represalias fueron in crescendo contra ella, por el vínculo que había entre Silvia y Javier.

La huelga orilló a Eliud Cavazos –a trasladar a su equipo de trabajo– al sindicato de electricistas, la situación empeoró para Silvia ya que boicoteaban el trabajo que ella realizaba: “allí también pasé lo peor de mi vida, porque todos los escritos que yo hacía me los rompían, los escondían, y te estoy hablando de 30 hojas en máquina de escribir, 20 hojas, 15 hojas, tamaño oficio (…) era una forma de hacerme renunciar”. Javier se enfrentó a Eliud para obligarlo a que dejara de amedrentar a su esposa, algo que difícilmente se iba a lograr.

Cabe resaltar, que Javier visitó en la cárcel al líder ferrocarrilero Demetrio Vallejo encerrado en Lecumberri, asimismo, a José Revueltas; no es de extrañar que ellos fueron importantes aportes en la formación ideológica y política de Javier.

Mientras tanto, el apoyo a los ferrocarrileros en huelga no se hizo esperar; se solidarizaron ferrocarrileros de diversos estados, al igual  que  obreros de otras ramas; a pesar de esto, los huelguistas fueron sacados de las instalaciones del Sindicato, por lo tanto, tuvieron que rentar un pequeño cuarto en el cual continuaron en pie de lucha.

Más o menos en ese periodo, Silvia notó a Javier con mayores preocupaciones y más liado con compañías que ella no ubicaba, hoy sospecha que fue en aquellos momentos cuando se involucró en el movimiento armado, se sabría después que él formaba parte de Los Macías.

Silvia Valdez García

Cambios severamente significativos llegaron a la vida de los tres, porque ya había un miembro más en la familia, el hijo de ambos.

Paralelamente a sus actividades como líder ferrocarrilero, llevó una vida clandestina desconocida totalmente por Silvia, involucrándose con la Liga Comunista 23 de Septiembre en la siguiente acción, el secuestro del empresario Eugenio Garza Sada, el cual se llevaría a cabo el 17 de septiembre de 1973.

Silvia me contó que días antes de esta fatídica fecha, le hizo a Javier un regalo, ya que él los cumplía el 18 de septiembre. Le compró un pantalón y una camisa que posteriormente le servirían para reconocer su cadáver publicado en el periódico.

Llegó el 17, la acción se llevó a cabo, sin embargo, lo planificado no salió como se esperaba y el secuestro contra Garza Sada quedó en un intento, porque la balacera que se dio entre guerrilleros y guardaespaldas del empresario ocasionaron la muerte de Anselmo Herrera Chávez y Javier Rodríguez Torres y también de Garza Sada.

A continuación dejo un link de una entrevista que realizó Julio Hernández López (El Astillero) a Laura Castellanos con respecto al intento de secuestro de Eugenio Garza Sada titulado “Eugenio Garza Sada no fue asesinado por la guerrilla; Echeverría provocó violencia popular”: Castellanos.

https://www.youtube.com/watch?v=1nKcqVTEpec

Silvia Valdez García no pudo recoger de manera personal el Premio, ya que las secuelas que le dejaron las torturas perpetradas principalmente por Miguel Nazar Haro, la dejaron parcialmente sin movilidad.

Los retos para continuar con el Premio Nacional Carlos Montemayor son mayúsculos pues los organizadores son pocos, se necesitan más mentes y corazones para seguir impulsándolo. Es por eso que se invita al público a participar, ya que el próximo viernes se hará un taller para determinar el futuro del Premio, los y las interesadas se pueden comunicar al siguiente teléfono: 55 73 24 48 17.

Asistentes a la ceremonia en el Centro Cultural Los Pinos, cancha de tenis

Premiados, familiares, representantes y Comité Organizador

 

Texto y voz: Eneida Martínez Ocampo.

Fotografía y Edición: Gerardo Juan Sierra

Producción de pódcast: Eneida Martínez

Música: El arado, Víctor Jara. Manifiesto, Víctor Jara, versión acústica tocada en @KaraokeGuitar @milguitarrasvictorjara6841

Junio 2023

Twitter: @EneidaFabiola y @GerJuanS