Margensur (Primavera veracruzana)

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Alejandro Saldaña Rosas

Sociólogo. Profesor Investigador de la Universidad Veracruzana

Twitter: @alesal3 / Facebook: Compa Saldaña

Primavera veracruzana

 

La primavera en Veracruz se adelantó: inició el 26 de febrero, día en que la comunidad universitaria de la UV salió en una gran marcha en las cinco regiones del estado en las que tiene presencia la institución y en las sedes de la Universidad Veracruzana Intercultural. Las manifestaciones en defensa de la UV siguieron la semana siguiente, el lunes 29 varios cientos de estudiantes marcharon en la región de Veracruz-Boca del Río, el jueves 3 de marzo hicieron lo propio un millar de jóvenes de la región Coatzacoalcos-Minatitlán. Para el próximo jueves 10 de marzo el Consejo Universitario General (CUG), máxima autoridad colegiada, ha convocado a una gran manifestación de la comunidad universitaria en todo el estado. De cumplirse con las expectativas, probablemente será una de las mayores movilizaciones en la historia reciente del estado de Veracruz.

            La movilización convocada por el CUG es la respuesta a la tramposa iniciativa de Javier Duarte, quien sigue cobrando como gobernador, enviada al Congreso del estado el jueves 25 de febrero, un día antes del inicio de la primavera veracruzana. La iniciativa de Duarte no dice cuándo va a pagar la enorme deuda que tiene con la UV y ofrece el 3% del presupuesto del estado para supuestamente garantizar su “autonomía financiera”. Actualmente, el presupuesto de la universidad es de aproximadamente el 2.3% del presupuesto estatal, por lo que la generosa oferta representa un incremento de 0.7%. Por unanimidad, el Consejo Universitario rechazó esta iniciativa y llamó a salir a las calles para continuar con las protestas universitarias en pos de la defensa de la educación superior pública y gratuita.

            Miles de jóvenes –y algunos que ya no lo somos- han salido a las calles a protestar y a exigir sus derechos. Esto no es un asunto menor puesto que la inmovilidad, la despolitización, el temor y quizás la desidia, lastraban cualquier convocatoria de protesta ciudadana contra alguno de las cientos de problemas de la agenda en Veracruz: desaparecidos (miles en el estado), defensa territorial, equidad de género, violencia contra migrantes, etc. Escamotear el contenido político de las actuales movilizaciones universitarias por el hecho de ser “solo” por cuestiones financieras, es un grave error que surge o de la ceguera en el análisis o de la mezquindad de los dueños de la verdad contestataria.

            Es altamente probable que para la mayoría de los manifestantes de la primavera veracruzana, las marchas anteriores y las que se avecinan sean sus primeras experiencias en movilizaciones callejeras. Hago esta afirmación sin disponer de estudios que la soporten, simplemente por dos datos sin mayor base científica: los comentarios que han hecho muchos jóvenes (y algunos no tan jóvenes) en el sentido de que la del 26 fue la primera vez que salían a las calles a marchar, experiencia que para la gran mayoría fue un ejercicio ciudadano de enorme relevancia por la organización, la alegría, la integración de universitarios y el apoyo de la gente; también porque la página de Facebook del Colectivo en Defensa de la UV es visitada e interactúan con ella sobre todo jóvenes, específicamente mujeres entre 18 y 24 años. Es ingenuo suponer que visitar una página de Facebook es el paso previo a salir a las calles… pero suponer lo contrario no es candoroso: por los comentarios e interacciones con la página, es dable colegir que muchos estudiantes primero marcharon y luego fueron a las redes sociales a compartir sus experiencias.

            Primavera veracruzana porque en este estado tan golpeado por el crimen organizado (se organiza desde el gobierno), la impunidad, el chantaje, la corrupción y el cinismo no es sencillo salir a las calles a exigir los derechos que nos corresponden, en particular, el derecho a la educación superior gratuita. Hoy la UV es quizás la institución más movilizada, pero desde luego no es la única que padece los efectos perniciosos de la política educativa durante los últimos treinta años (al menos). La universidad pública en México está amenazada desde varios flancos: i) desde la ideología de la gestión empresarial enquistada en los proyectos universitarios de rectores que buscan a toda costa la “eficiencia”, la “calidad” y la “productividad” académicas; ii) desde la ausencia de planes para la renovación de la vetusta planta académica de muchas universidades; iii) desde las presiones y los chantajes que hacen los poderes fácticos contra las universidades (políticos de todo signo, gobernadores, empresarios, narcos, etc.); iv) desde el recorte presupuestal que en los hechos significa la claudicación del Estado a cumplir con los mandatos constitucionales en materia educativa. Por eso, luchar por el presupuesto no es “solo” un asunto de pesos y centavos, sino del proyecto de universidad que la sociedad necesita.

            Para el caso de la UV, nuestra exigencia de asignar el 5% del presupuesto del estado significa, en breve, proyectar a la universidad en una perspectiva de crecimiento a corto, mediano y largo plazo. Significa hacer a la UV más grande y más fuerte y, con ello, a la sociedad veracruzana toda. La inversión en la educación superior tiene impactos inmediatos en las condiciones de vida de la población a través de la movilidad social, la expansión de la demanda interna, el incremento en las capacidades de innovación y, por ende, de competitividad, en el fortalecimiento del lazo social, en la detonación del talento colectivo, entre muchos otros efectos positivos. Por eso, insisto, se trata de mucho más que luchar por pesos más o pesos menos. Si el presupuesto actual de la UV representa el 2.3% del presupuesto estatal, el 5% significa el doble, poco más del doble. Esto es, la UV puede y debe crecer en sus funciones sustantivas.

            Algunos ejemplos de necesidades acuciantes. En las sedes de la Universidad Veracruzana Intercultural (Grandes Montañas, Huasteca, Totonacapan y Selvas) se imparte solamente una licenciatura: Gestión Intercultural para el Desarrollo. Hay otras cuatro licenciaturas diseñadas que no han podido echarse a andar por falta de recursos. Es importante mencionar que las UVI’s tienen directa influencia en más de 60 municipios con alta concentración de población indígena. Otros ejemplos. Se requiere la construcción y habilitación de hospitales-escuela en las cinco regiones de la UV donde se imparte la carrera de medicina (Poza Rica-Tuxpan, Veracruz-Boca del Río, Xalapa, Córdoba-Orizaba, Coatzacoalcos-Minatitlán). Asimismo, urge la construcción de un hospital veterinario para grandes especies en Veracruz. También se necesita incrementar la matrícula, ampliar la oferta educativa, fortalecer el posgrado, estimular la movilidad, entre muchas otras necesidades.

            La primavera veracruzana enuncia vientos de cambio, por lo pronto, con miles de universitarios marchando con familia, amigos, vecinos el próximo 10 de marzo. Por ahí nos vemos.

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Comentario 1
  • Imelda Degante Trujillo

    Las razones por las que debemos defender a nuestra Máxima Casa Estudios se encuentran plasmadas en la presente misiva, misma que hago mía desde el punto de vista legal, social económico, por tanto me adhiero al Colectivo en Defensa de la Universidad Veracruzana y al Consejo Universitario General.

    Mi lema es: me debo a ti, por ti soy profesionista; mis conocimientos y mis manos están a tu servicio

    Responder
    7 marzo, 2016

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