Leamos y oigamos con cuidado las cifras de desaparecidos

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Federico Anaya Gallardo

 

Cuando empecé esta serie de comentarios acerca del problema de personas desaparecidas te conté, lectora, quién fue del negociador central de la Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, Desaparición Cometida por Particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas de Octubre de 2017, el consejero jurídico del Poder Ejecutivo Federal bajo Peña Nieto, Humberto Castillejos Cervantes. (Liga 1.) Luego, te recomendé que escucharas con atención las explicaciones que dio a la opinión pública Karla I. Quintana Osuna, quien fuera la segunda titular de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) creada por esa Ley.

 

He argumentado en este espacio que la Ley negociada por Castillejos encerraba una serie de trampas. La más perversa de ellas es que la Ley General incluye una definición tan amplia de persona desaparecida que propicia una explosión de los números y provoca una gran confusión en la Opinión Pública. Un ejemplo claro de lo anterior lo podrás observar en las tres fuentes que menciono y analizo en este comentario. Todas están disponibles en la www desde hace casi un año.

 

Primero te pido que revises el hilo de trinos que Quintana Osuna posteó en su cuenta Twitter/X el 30 de Abril de 2022. (Liga 2.) El trino inicial reporta que “existen más de 16,487 personas que eran niñas, niños y adolescentes [NNA] cuando fueron reportados como desaparecidos, la mayoría entre los 13 y 17 años. Más del 55% son niñas”. Se agregan dos imágenes a ese trino. En la primera se aclara que el número corresponde a un periodo muy largo, que va desde 1964 hasta Abril de 2022. Se trata, entonces, de la totalidad de NNA reportados como desaparecidos (en cualquiera de las modalidades previstas en la Ley General) durante medio siglo. Este lapso incluye, por supuesto, los dos periodos históricos que llevaron a exigir una Ley sobre desapariciones (Guerra Sucia y Guerra contra el Narco), pero también periodos en los que no prevaleció en el país una situación equivalente.

 

Por otra parte, esa primera imagen nos indica un detalle relevante. En 50 años hubo 16,487 NNA desaparecidos y no localizados; pero también 66,205 NNA localizadas. Si se suman ambas cifras, tenemos 82,692 –que es el total de registros en el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO). Esta es una de las utilidades del registro. Nos permite saber qué ocurre con las personas que se inscriben en él. En otras palabras, fueron encontrados 8 de cada 10 de las NNA ingresadas originalmente como desaparecidas-no-localizadas en el registro. Más interesante aún: de las 66,205 NNA localizadas, 65,495 fueron encontradas con vida (98.92%) –casi todas.

 

Uno podría haber imaginado que esos dos datos: 80% de los menores desaparecidos son encontrados y de los encontrados 99% están vivos, habrían sido la nota. Pero no. La explicación es obvia, si nos preguntamos realmente ¿qué nos dicen estas cifras? La respuesta es que poco. Primero, porque el periodo es demasiado largo. Cualquier persona interesada en la crisis de desaparecidos preguntaría si el porcentaje de localización de NNA empeoró durante la Guerra Sucia ó en la Guerra contra el Narco. Y, por supuesto, deberíamos desglosar los números por Estado é incluso por regiones. La segunda y tercera de las imágenes de Quintana nos muestran que en ese medio siglo, el mayor número de NNA desaparecidos y no-localizados está en el Estado de México con 3,778 (22.98%), seguido de Tamaulipas con 1,707 (10.35%), Jalisco con 1,234 (7.48%), Nuevo León  con 1,152 (6.99%) y Ciudad de México con 923 (5.71%). Estos cinco Estados suman 53.45% de las NNA que aún no se han localizado. Cuatro de estas cinco entidades contienen las tres ciudades más grandes del país (México, Guadalajara y Monterrey). ¿Significa esto que la desaparición de NNA es un fenómeno urbano? ¿El segundo lugar tamaulipeco tiene algo que ver con la frontera y la migración a EUA… ó con la violencia generalizada posterior a 2006? Con un lapso tan largo no es posible hacer buenas hipótesis acerca de las causas. Tampoco se pueden echar a volar las campanas. Pero tampoco deberíamos llamar a alarma.

 

Como segunda fuente, lectora, te pido que revises la entrevista que concedió Quintana Osuna a Ernesto Ledesma en la transmisión de Momentum del día Lunes 2 de Mayo de 2022, adonde ella comentó sus trinos y agregó algunos datos. (Liga 3.) Por ejemplo, resaltó que si bien en el total de registros en el RNPDNO la mayoría son varones, entre las personas menores de edad –y especialmente entre los doce y dieciséis años de edad– las mujeres son más hasta que, pasada la cota de 19 años, vuelven a prevalecer los varones. Correctamente, la ahora ex-comisionada Nacional de Búsqueda apuntó la posibilidad de que estemos ante trata de personas con fines de explotación sexual. Pero, de nueva cuenta, el periodo de cincuenta años no ayuda mucho para ir más allá de una primera sugerencia. Aparte, de los datos vistos no se puede saber si los adolescentes varones podrían haber sido víctimas de explotación sexual.

 

En este punto, los trinos de Quintana señalaron que “todas las desapariciones de NNA se deben atender inmediatamente y sin estigmatizaciones. La respuesta debe ser coordinada y urgente. Los NNA tienen derecho a una infancia sin violencias.” En la entrevista a Momentum Quintana señaló que desde hace años existe, para esta problemática específica, la Alerta Amber a la que se han agregado recientemente nuevos protocolos. Sin embargo, también señaló que no existe una buena coordinación institucional entre las fiscalías. (Recordemos que esta es otra trampa perversa del diablo Castillejos: el sistema federal pone obstáculos a la coordinación eficaz entre las autoridades de este sistema nacional.)

 

La entrevista de Quintana subrayó que –hoy en día– cuando una persona menor de edad está ausente, de modo inmediato se le considera desaparecida, asumiendo que se ha cometido un delito. Lo anterior es razonable é indispensable si recordamos el Principio de Interés Superior de Niñas, Niños y Adolescentes. Pero entonces, siguiendo los primeros datos que nos compartió Quintana, podríamos esperar que el RNPDNO también estará condenado a tener un alto número de casos reportados que terminan en localización con vida –si es que las cifras para NNA en los últimos años se comportan como la totalidad de casos del periodo 1964-2022.

 

En mi opinión, era necesario que la ciudadana Quintana explicase con más cuidado lo específico que era el universo de NNA registrados en el RNPDNO entre 1964 y 2022 (82,692) de los cuales la mayoría fueron localizados (66,205) y de estos, casi todos con vida (65,495). Todos estos datos los puso ella sobre la mesa, pero “la nota” fueron las 16,487 NNA que siguen como no-localizadas. Esto es natural y entendible. El problema –otra vez– es que Todomundo estaba debatiendo el tema de “personas desaparecidas” como si siempre se tratase de casos como los de las víctimas de la Guerra Sucia y de la Guerra contra el Narco. Fue con estos lentes que Todomundo leyó la cifra de 16,487. Por eso mismo es que era indispensable que la autoridad federal especializada nos explicase mejor los datos (de entrada, que estábamos ante un agregado de medio siglo).

 

En lugar de eso, Quintana Osuna declaró enfáticamente (minuto 2:34:30 de la entrevista) que “se está desapareciendo a las mujeres y hombres muy jóvenes principalmente a las mujeres entre los 14 y los 19 años de edad”. Como mínimo, Quintana debería haber dicho que desde hace medio siglo se está desapareciendo a nuestras adolescentes. El problema es que la aclaración quitaría “contundencia” a “la nota”. Un dato de medio siglo no es nota de diario, sino el inicio de una investigación. Presentarla como resultado sólo fomenta el miedo y causa zozobra.

 

Aparte, lectora, debes notar cómo la “probable responsabilidad” del fenómeno (desaparición de NNA) quedó abierta. La expresión “se está desapareciendo” sugiere que hay uno ó varios “desaparecedores”, para usar la expresión del ex-ministro Cossío en la mesa de la Columbia University que te reseñé el pasado 19 de Febrero de 2024. (Liga 4.) El problema es que en un periodo de medio siglo y con sólo una hipótesis general sugerida (trata de mujeres para explotación sexual) el “se está desapareciendo” de Quintana no apunta realmente a nada. (Cuando algo “se hace”, nadie lo hace.)

 

Llego a la tercera fuente que mencioné al inicio de este apunte. Tres semanas luego de la entrevista en Momentum, el Domingo 21 de Mayo de 2022, la ex-comisionada Nacional de Búsqueda repitió y subrayó la expresión “se está desapareciendo” en otro hilo de trinos. (Liga 5.) La causa práctica del hilo se explica en el primer trino: “Esta semana, el Registro Nacional de Personas Desaparecidas, no localizadas y localizadas (RNPDNO) llegó a los más de 100 mil reportes de personas desaparecidas y no localizadas”. El problema del medio (Twitter/X) es que no se presta a explicaciones complejas. De hecho, Quintana Osuna no explicaría a la Opinión Pública el problema de los varios tipos de desapariciones incluidas en el RNPDNO sino hasta sus conferencias académicas en Columbia University y El Colegio de México medio año más tarde. A finales de Mayo de 2022, la ciudadanía entendía que los “más de 100mil” eran personas desaparecidas ó por causa política ó por el crimen organizado con connvivencia de las autoridades.

 

En el segundo trino de este hilo, Quintana Osuna nos recuerda que lo que está comentando “no son cifras, son personas, familias, grupos de amigos y un tejido social que ha sido profundamente lastimado”. El problema, de nueva cuenta, es el periodo que se reporta. Las más de 100mil personas desaparecidas y no-localizadas de Mayo de 2022 son casos que van de 1964 a 2022. Entre ellas están los 16,487 NNA sobre los que trinó la ex-comisionada casi un mes antes.

 

De hecho, en el hilo de 21 de Mayo de 2022, Quintana reportó 24,824 NNA –y mujeres– desaparecidas y no-localizadas: ¡8,337 más en tan sólo un mes! La cifra es grande, pero recordemos que TODAS las NNA ausentes se inscriben, y que los porcentajes de localización y localización con vida serían similares a los del periodo 1964-2022. APARTE, el problema es que entre esas 8,337 se incluyeron también mujeres (se entiende, de cualquier edad). De hecho, en otro de los trinos de este mismo hilo, Quintana habla de 16,537 NNA desaparecidas y no localizadas, sólo 50 más que la cifra reportada el mes previo. Este detalle nos muestra, primero, cómo se puede subrayar un dato en una ocasión (30 de Abril) y dejar de enfatizarlo en otra (21 de Mayo); y segundo: cómo agregar una categoría extra (mujeres) puede alterar las cifras. Como las cifras son seres humanos, deberíamos manejarlas con más cuidado. Si las NNA desaparecidas y no localizadas extras son sólo 50, ¿esto es malo ó bueno? ¿se concentraron en qué entidades federativas? ¿cuál fue el total de NNA inscritas de inmediato en el RNPDNO entre el 30 de Abril y el 21 de Mayo de 2022?

 

Por cierto que en este segundo hilo de Quintana Osuna se nos proporcionan los porcentajes de localización del universo completo de personas inscritas en el RNPDNO. Recordemos que la “ocasión” del hilo tuitero era que se había cruzado la cota de 100mil personas desaparecidas y no-localizadas. Quintana nos reportó allí mismo que “que más de 145 mil personas fueron localizadas luego de haber estado desaparecidas o no localizadas, y que el 93.19% (135,740 mil) de ellas fueron encontradas con vida y el 7.31% (9,927 personas sin vida).”

 

Sumemos. El 21 Mayo de 2022 el RNPDNO tenía 100mil personas desaparecidas y no-localizadas y 145mil personas localizadas. Es decir, un número total arriba de los 245mil casos. Esta cifra, querida lectora, normalmente no la discutimos en la plaza pública. El RNPDNO nos dice (y yo sólo oigo y leo con atención lo que nos dijo Quintana Osuna) que en 60% de los casos las personas desaparecidas son localizadas… y que 9 de cada diez personas localizadas se localizan con vida. (De nuevo, recordemos que estamos con la cifra total de medio siglo.) ¿Por qué no se subrayó esto? Sencillo, porque no le conviene a los comentócratas como Leonardo Curzio y Sergio Aguayo.

 

La Opinión Pública requeriría más datos para evaluar esas cifras que son seres humanos. La CNB correctamente reportó en el hilo de trinos del 21 de Mayo de 2022 que el tejido social está lastimado, pero ayudaría saber en qué partes están las desgarraduras. Sobre eso, el hilo de Quintana no aportó mucho. Tan sólo señaló que el 71% de las inscripciones del RNPDNO provienen de las fiscalías estaduales y federal pero que, pese a ello, en 85% de las inscripciones en el RNPDNO no sabemos por cuál delito se está investigando la desaparición. Esta situación era escandalosa en 2022, especialmente porque la CNB llevaba tres años y medio trabajando con las fiscalías. Pero de los defectos en el registro aún queda mucho qué decir.

 

Ligas usadas en este texto:

 

Liga 1:

https://www.rompeviento.tv/erase-que-se-era-un-consejero-juridico/

 

Liga 2:

https://twitter.com/kiquinta/status/1520495681022091264

 

 

Liga 3:

https://www.youtube.com/watch?v=fhJbv1qNZlc&t=10163s

 

Liga 4:

https://www.rompeviento.tv/que-dijo-karla-quintana-escuchemos-con-atencion/

 

Liga 5:

https://twitter.com/kiquinta/status/1528014341508939779

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