Las trampas de un debate desviado

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Ernesto Ledesma Arronte

 

Hola Fernando (@fer_islands)

 

Permíteme algunas reflexiones a todo el escándalo que devino del planteamiento que se le hizo al presidente López Obrador, sobre el hecho de hacer público el número telefónico de la periodista del New York Times.

https://x.com/fer_islands/status/1761396269598019748?s=20

 

Es tiempo electoral y son los últimos meses del presidente Andrés Manuel López Obrador, los ataques en su contra y en contra de su administración, se van agudizar.

 

Sabemos que la derecha radical de México, Estados Unidos y otros países, nunca se ha ido, ellos son el gran capital que busca regresar.

 

Van a invertir lo que sea necesario. Lo que en el 2006 López Obrador era “#UnPeligroParaMéxico”, en el 2024 es y será: #NarcoPresidenteAMLO, #NarcoCandidataClaudia, #XochitlGalvezPresidenta. No importa la hora en que busques las tendencias #NarcoPresidenteAMLO siempre será primero.

La derecha siempre ha sido así, inmoral, violenta, hipócrita, tramposa, corrupta y asesina. No sabe perder, por eso hace fraudes electorales. En México sabemos de eso: 1988, 2006, 2012.

 

Los que nos ubicamos en la izquierda no queremos que regresen nunca y queremos justicia.

 

No sólo queremos que no regresen, queremos que paguen por los crímenes que han cometido, y paguen por todo lo que se han robado en actos de corrupción. Pero eso no sucedió, y no sucederá. Quedaran impunes sus crímenes, sus robos y su inmoralidad.

 

Este 2024 la derecha arreciará las embestidas, y los lopezobradoristas arreciaran la defensa y el ataque a la derecha. Si no estando en tiempos electorales las corrientes más radicales pro y anti lopezobrador pierden el equilibrio, en tiempos electorales habrá explosiones.

 

Hay otro sector de izquierda que no está en ninguna de los dos bandos radicales anti o pro López Obrador. Es más, no está en la agenda electoral, no cree en los partidos políticos, es una corriente antisistémica que no participará en las elecciones y seguirá organizándose o intentándolo desde abajo.

 

Hay otra izquierda que no pertenece a ninguna de las anteriores... o pertenece a ambas, según se mire. Una izquierda que no niega a las otras, que participa en la agenda política, social y cultural, pero independiente de ellas. No hay gurús, no hay línea, no obedece órdenes ni justifica excesos.

 

Regreso al evento de la mañanera donde el presidente López Obrador le responde a la periodista de Univisión, Jésica Zermeño, sobre la pregunta de por qué publicar el número personal de la periodista del New York Times, Natalie Kitroeff. La pregunta de Jésica y la respuesta del presidente López Obrador generaron una serie de debates que fueron escalando y derivando en otros viajes, unos más centrados, otros alucinantes.

 

Como es costumbre. La derecha aprovechó y usó la intervención de Jésica Zermeño, para golpear al presidente. Por otro lado, la corriente lopezobradorista se fue contra Jésica Zermeño, Univisión, Jorge Ramos, New York Times y Natalie Kitroeff.

 

A la derecha le importa cero el indecente reportaje de #Natalie y el New York Times, donde acusan sin fundamento probatorio al presidente López Obrador y a sus hijos.

 

Su inmoralidad no es enorme, es infinita. No les importó el antecedente del reportaje de #TimGolden días atrás, y no les fue mejor que a #Golden. Si no les importa meterse con los hijos del presidente, sin pruebas, la señal es clara, vienen por todo.

 

La corriente lopezobradorista, en un acto desesperado por justificar la respuesta del presidente López Obrador, fue a buscar si el número de la periodista Natalie Kitroeff era "público" o era "privado", y habrá cientos de miles de tuits señalando y "demostrando" que su número no era privado. Imágenes como está llenaron también esta red social y otras más.

Cómo si eso justificara la posición del mandatario mexicano. Cuando Jésica Zermeño y el presidente López Obrador debatían, ambos lo hicieron sobre la base de un número privado, y el presidente defendía su "derecho" de hacer público números privados de periodistas. Fuese número de oficina o privado, no se debe exhibir en una conferencia de prensa, aunque el ataque sea mezquino, tendría que haber sido testado. No fue ético publicarlo.

 

El presidente dijo "que cambie su número". Eso no me parece correcto, es indebido. Era más fácil decir "no lo había pensado, es posible que tengas razón, vamos a enmendarlo", y abordar a profundidad la inmoralidad del reportaje del New York Times.

 

Hubo otros análisis como el de "el teléfono no es lo importante, lo importante son los ataques al presidente, al proyecto de la #4T, a la izquierda", al final ya no supe quién le dio más vuelo al número de teléfono, la derecha o la izquierda.

 

La derecha es porcina, y aprovechó la respuesta del presidente para hacer públicos los números privados de Claudia Sheinbaum, Jesús Ramírez Cuevas, Fabrizio Mejía, el hijo del presidente, José Ramón López Beltrán, entre otros. Fueron atacados con más de 600 llamadas telefónicas y miles de mensajes.

 

Algunos de principales agresores los señalamos desde el 2019:

 

Claudio X. González Guajardo: el poder a través del dinero

https://www.youtube.com/watch?v=ni9kdPWuS2E

 

El show de Jorge Ramos👇

https://www.rompeviento.tv/el-show-de-jorge-ramos/

 

Emilio Álvarez Icaza👇

https://x.com/eledesmaa/status/1464782359195267080?s=20

 

Entre otros...

 

No queremos que regrese la derecha, pero tampoco queremos que el presidente López Obrador tenga conductas impropias. No queremos que exhiba datos privados ni laborales, no queremos que construya campañas para denostar organizaciones de derechos humanos, como el CDH Miguel Agustín Pro Juárez; ni el CDH de la Montaña, Tlachinollan; ni el CDH Fray Bartolomé de Las Casas, ni esos ni otros. No queremos ni vamos a perder nuestro derecho investigar, señalar y denunciar actos o acciones que vulneren la integridad de otras personas.

 

No queremos que regrese la derecha ni que nos gobiernen personas inaceptables, que en algunos casos tendrían que tener abiertas investigaciones penales. No queremos que regrese el #PRI ni el #PAN, y eso implica tener que cuidarnos de que no regresen a través del partido Morena.

El otro día, en esa desesperada defensa al presidente López Obrador, leíamos uno de tantos ataques vulgares y groseros que recibimos por criticar al presidente por publicar en número de la periodista del New York Times, encontramos un tuit que era de uno de los muchachos que escriben para @ElSoberanoMX, de @AntonioAttolini. Decía Daniel Torres sin arrobarnos.

Me asomo a su cuenta para conocer quién es él, y en sus primero tuits me encuentro esta imagen.

Como en cada generación sucede, hay una corriente rebelde, con formación política; y una generación dócil, lambiscona, perdida. Queremos la primera corriente. La segunda la hemos padecido según el presidente en turno.

 

Hace unos días, mi querida Alina Duarte escribió:

"Que cada quien escoja de qué lado quiere estar."

https://x.com/AlinaDuarte_/status/1761501322308624440?s=20

Añadiría: Que cada partido político y cada político se conduzca con decencia para que nos permita estar.

 

Más allá de los espejos-reflejo con Bolivia, Argentina, Brasil, Venezuela, Ecuador, Perú, Argentina, Honduras o Colombia… La necesidad de muchos de nosotros es definitiva, la necesidad del partido Morena es especulativa.

 

De la integridad, de ese lado quiero estar.

 

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