Las mañaneras: un espacio provocativo de comunicación política

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Edurne Uriarte Santillán

Rompeviento TV

17 de abril de 2023

El tres de diciembre de 2018 se llevó a cabo la primera mañanera, el nuevo ritual político para periodistas, políticos y ciudadanos a nivel nacional. Desde entonces, tenemos más de 1,070 amaneceres para cerca de medio millón de personas que inician su día, por trabajo o convicción, escuchando al principal interlocutor político de nuestro tiempo, Andrés Manuel López Obrador (AMLO). No solo la cantidad de días y personas revelan la importancia de este encuentro semanal, también el hecho de que desde ahí se coloca la agenda política dominante.

Las mañaneras han sido criticadas en varias ocasiones y no han faltado los intentos por limitarla e incluso censurarla. Lo cierto es que cada vez que una institución —como el Instituto Nacional Electoral (INE)—, un adversario político o líder de opinión —como veremos en el caso de Denisse Dresser—, atenta en contra de la mañanera, se convierten en un efervescente que convoca a la defensa. Las críticas reiteradas tanto al gobierno como a su forma de comunicar nos llevan, una y otra vez, a reflexionar sobre el lugar que ocupan las mañaneras en la opinión pública y el quehacer político. En la mesa de los martes del noticiero “Momentum”, realizamos el pasado 11 de abril algunas reflexiones que comparto a continuación.

La oposición inmutable

El pasado seis de abril, la politóloga Denisse Dresser, en una colaboración de 20 minutos con Carmen Aristegui, señaló que, si bien AMLO parecía, en 2018, «un antídoto» a la política del pasado, en realidad nos encontramos ante un retroceso. A partir de un evento internacional en el que participó, destaca que las ponencias le revelaron un diagnóstico de autoritarismo en México y, para demostrarlo, señaló las políticas actuales para desmantelar instituciones autónomas como el INE o el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI). Con estos elementos, Dresser afirma que AMLO se ha radicalizado y tiene un deseo de colonizar las instituciones, mientras promueve un endiosamiento a las fuerzas armadas, contribuye al ataque a periodistas y a un clima anticonstitucional y antiderechos.

Denisse se refiere a los dos intentos de AMLO por lograr una reforma en materia electoral. Sin embargo, ni en ese caso ni en relación al INAI existen políticas de desmantelamiento, aunque sí serias críticas a su forma de operar, así como a su imparcialidad. Del mismo modo, la referencia a los periodistas es, en realidad, el señalamiento de AMLO a los medios opositores que abiertamente mienten o alteran la información. Desde la perspectiva de la politóloga, el presidente ha contribuido a una nueva élite que se apropia de la democracia disfuncional, con el apoyo de sus seguidores, a quienes llama «los seducidos».

Al final del segmento, Aristegui le pregunta si ve viable, cito «la recomposición de redes de relación y un espacio medianamente civilizado para discutir el diálogo político, frente a esta degradación que claramente hemos vivido». En el contexto de esta reflexión, Denisse dice que es necesario terminar con la mañanera porque atiza agravios y genera enemigos a conveniencia. De los elementos expuestos por la politóloga —todos debatibles—, así como los elementos que parece respaldar Aristegui, es el final de la mañanera el que detonó numerosas críticas, comentarios y diversos análisis.

Los comentarios de la politóloga son idénticos a los que hace permanente la llamada «oposición» del gobierno del presidente. Su opinión es una entre muchas que, lejos de expresar un análisis de nuestro tiempo, revelan la posición de numerosos intelectuales y académicos de la opinión pública. Del mismo modo, tampoco es la única que ha intentado acallar o denunciar las mañaneras como el espacio que contribuye a la «degradación política» (palabras de Aristegui). Recuerden al INE en tiempos de Lorenzo Córdova y los innumerables intentos de silenciar al presidente, incluidos los avisos para retirar segmentos de YouTube bajo diversos argumentos.

Además, las mañaneras no surgen en el vacío. Por un lado, son resultado de la trayectoria del presidente y su experiencia frente a poderes como el mediático que diariamente publican y transmiten mensajes en contra de AMLO desde su primera candidatura a la presidencia, en 2006. Por otro lado, en la actualidad sirven para la defensa ante opiniones como la de doctora Denisse Dresser, las cuales se colocan también dentro del contexto latinoamericano, en que las narrativas tratan de generar un clima de ingobernabilidad y de golpe blando (tema que mencionó Ingrid Urgelles en la mesa). Por lo anterior, es necesario reiterar que la mañanera es, en primer lugar, un instrumento político. Es, como bien señaló Ingrid sobre la columna del pasado 11 de abril de Julio Astillero, un acto de legítima defensa política.

Las mañaneras: un espacio de comunicación política

Además de ser una herramienta política, la mañanera es una estrategia de comunicación. AMLO lo llama un ejercicio de «diálogo circular» donde él ejerce su derecho de réplica frente a toda la (des)información que circula sobre su gobierno y su persona. Pese a las críticas que se le pueden hacen a este ejercicio —tales como la imprecisión en numerosos temas, las declaraciones desafortunadas o la forma en que el presidente elije a su interlocutor—, lo cierto es que podemos ver a las mañaneras al menos en función de dos resultados: por un lado, la comunicación directa con la ciudadanía y, por otro, la desarticulación de voces y mensajes de grupos de poder político y mediático.

Desde mi perspectiva, en relación con la comunicación ciudadana, AMLO ha logrado un foro de comunicación directa y de formación política de gran potencial. Quienes empezamos el día «sintonizándola» hemos aprendido sobre presupuesto, gestión pública, petróleo, ingeniería, ecología, arqueología, minería, seguridad, historia e incluso música. La mañanera coloca la agenda política y da a los ciudadanos importante información sobre cómo interpretarla. Ahora bien, esta información no es inocua, y requiere que cada uno de nosotros aprendamos a leer cuando el presidente transmite una línea política en la que necesita de nuestro respaldo —pensemos por ejemplo en cómo define al periodismo— y cuándo transmite el punto de vista del gobierno —por ejemplo, al explicar fenómenos como el huachicol o iniciativas como el Tren Maya—.

Como espacio de formación política, ha logrado involucrar a la gente, hacer de su interés la vida pública. Pero AMLO ha logrado algo más: conservar un vínculo afectivo fundamental con las personas que caminan a su lado y lo respaldan. Estos son los «seducidos», en palabras de Denisse Dresser, o los seguidores, los borregos y feligreses del presidente. Todas estas personas mantienen un lazo afectivo que está lejos de ser irracional o apegado a la fe religiosa. Aunque es necesario profundizar, podemos aventurar algunas causas como el que la gente se reconoce en el presidente —reconocimiento cultural, de clase o de lenguaje— o el sentir que AMLO responde a sus inquietudes políticas y sociales, además de ser el único presidente que hemos tenido con genuina intención de trabajar en favor de este país.

No sabemos si personajes como Claudia Sheinbaum o Marcelo Ebrard realizarán un ejercicio similar; Claudia, por ejemplo, ha replicado un modelo de conferencia diaria con otro formato. Aun cuando conserven un fenómeno de comunicación como las mañaneras, queda por ver si el anclaje afectivo y formativo con la ciudadanía se conservará y si, además, es un objetivo que estos persiguen. Por otro lado, la mañanera coloca a la presidencia como fuente primaria y de acceso directo a la información. De esta manera, los ciudadanos escuchamos lo que dijeron el presidente y sus invitados, no solo lo que los comentaristas o periodistas difunden. Así, cuando se comparten segmentos o se señalan testimonios imprecisos, la ciudadanía es la primera en señalar las faltas, sean estas por errores humanos o con abierta intención de desviar la información.

Es en este punto en que los intelectuales han quedado relegados en su papel de líderes de la opinión pública, exhibiendo sus sesgos y falta de compromiso con la información e incluso con la verdad en numerosos casos. Por un lado, teníamos a una élite intelectual, una critica políticamente aceptada por el gobierno y con la cual podía coexistir. El límite de esta relación fue el caso de Carmen Aristegui y, lejos de este núcleo de crítica autorizada, se encontraron los distintos periodistas relegados o asesinados en los sexenios anteriores por razones políticas.

Esta élite está siendo desplazada o cuestionada. Su crítica no se asume como tal pues la ciudadanía encuentra en ellos posiciones políticas cuestionables y poco comprometidas con un sentido de respeto a los lectores, a la audiencia y a su sentido de verdad. Por otro lado, mientras se cuestiona su papel en la opinión pública, emergen espacios que involucran más a las audiencias. Del mismo modo, surgen nuevas voces, nuevos intelectuales de la opinión pública. Junto a estos medios y nuevas voces, vale la pena pensar en las relaciones previas con el poder y lo que he llamado la crítica aceptada, pues el riesgo de caminar hacia una nueva élite intelectual en la opinión pública siempre está latente.

Considero pertinente aprovechar el reacomodo de posiciones, y como mencioné en la mesa del pasado 11 de abril, que pensemos en los elementos que dan valor a una opinión informada y que pueda guiar a la audiencia. En este sentido, y a diferencia de enunciar expertos como lo hace Denisse Dresser, creo que debemos poner a prueba a nuestras disciplinas: antropología, sociología, economía o ciencia política, ¿cómo dialogan con la inmediatez del presente? ¿Qué herramientas contribuyen verdaderamente al análisis de lo político y lo público? ¿De qué manera generamos una disciplina honesta entre nuestro compromiso político y la distancia adecuada para exponer temas a los demás?

La mañanera: un cuestionamiento a la información y a la opinión pública

El pasado viernes, el presidente anunció el cierre de la agencia de noticias del gobierno federal, Notimex. Uno de los argumentos es que con las mañaneras ya no se requiere de un medio como ese. Este anuncio revive la discusión sobre este mecanismo informativo creado por el presidente frente a una institución pública como la agencia Notimex. Así, además de la opinión de académicas como Denisse, estamos ante la realidad de que, en más de mil días de gobierno, y frente a la huelga de los empleados de Notimex, AMLO defendió a su gobierno e informó sobre él con esta institución al margen y lejos de la propuesta original de su directora, San Juana Martínez, de crear una BBC mexicana.

Entre el ajuste de la comunicación a través de las mañaneras, el cambio de posiciones de las élites intelectuales y un medio que a lo largo del sexenio le probó al presidente que no fue útil, yo los invito a las siguientes reflexiones ¿qué ventanas abrió AMLO en este terreno de lo inédito? ¿Qué tipo de opinión pública es la que queremos? Y, finalmente, ¿Es la mañanera un mecanismo de información que puede sustituir a una agencia de noticias?

En el campo de la información, es necesario reflexionar ahora también sobre el papel de la agencia Notimex, junto con el cierre del gobierno particular que ha sido el de AMLO y su tipo de comunicación, ya que los problemas de libertad de expresión y de transparencia por parte del gobierno no dejarán de ser batallas constantes. Mientras pensamos en este nuevo dilema con la agencia y vemos cómo se atienden finalmente las denuncias de los empleados en huelga, una canción: Good morning Good morning, de The Beatles.

Referencias

1. 22/03/2023. “Más de mil conferencias en cuatro años: las mañaneras de AMLO en números”. En Sopitas. En línea: https://www.sopitas.com/noticias/conferencias-mananeras-amlo-numeralia-numeros/

2. 06/04/2023. “La mañanera debe desaparecer si buscamos reconciliación como país: Dresser”. En Aristegui Noticias. En línea: https://aristeguinoticias.com/0604/mexico/la-mananera-debe-desaparecer-si-buscamos-reconciliacion-como-pais-dresser/

3. 10/04/2023. Julio Astillero, columna de “Astillero”, en La Jornada. En línea:

https://www.jornada.com.mx/2023/04/10/opinion/008o1pol#.ZDQqkhWI_GR.twitter

4. 11/04/2023. Mesa de los martes: “¿Para qué sirven las mañaneras? | Estación migratoria de Ciudad Juarez”. En Momentum. Video en línea en la cuenta de Rompeviento TV:

5. 11/04/2023. Concepción Delgado Parra. “Libertad de expresión “con excepción”, no es un derecho. En El Universal Querétaro. En línea:https://www.eluniversalqueretaro.mx/content/libertad-de-expresion-con-excepcion-no-es-un-derecho

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