Juan Alberto Cedillo
Jorge Negrete, uno de los principales íconos del cine mexicano y música ranchera, en su papel de secretario de la Asociación Nacional de Actores (ANDA), encabezó la lucha contra actrices simpatizantes de los nazis. Negrete Exigió que se negara la entrada a México de Imperio Argentina, y advirtió que los actores mexicanos no trabajarían con ella.
Imperio Argentina había filmado varias películas propagandísticas para el Tercer Reich, incluso había un fuerte rumor que en el momento más estelar de la actriz y cantante en Alemania, fue amante de Adolfo Hitler.
Transcurrían los primeros meses del final de la 2ª Guerra Mundial. En esos días, en México, la Secretaría de Gobernación (Segob) advertía a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) sobre la entrada a México de supuestos "turistas", que en realidad eran personas que buscaban refugio político en el país, debido a que eran buscados en Europa para juzgarlos por "Crímenes de Guerra".
Eran tiempos en que el continente europeo hervía por los juicios de Nuremberg, donde se pretendía enjuiciar a los altos jerarcas nazis por crímenes de Lesa Humanidad. Los juicios habían comenzado desde finales de 1945, destacaba el proceso contra el Mariscal Hermann Göring, quien siempre mostraba una actitud soberbia y altanera ante fiscales y jueces.
No obstante, para mediados de 1946 la prioridad de perseguir a criminales de guerra nazis, cedía ante los conflictos militares que no cesaban. Después de derrotar la Alemania nazi, Iósif Stalin (José Stalin), presidente del Consejo de Ministros de la entonces Unión Soviética, invadió Manchuria e Irán, y sus tropas imponían a la fuerza gobiernos comunistas en Europa del Este. Debido a ello resurgió la amenaza de un nuevo conflicto, ahora entre Inglaterra y Estados Unidos, con la Unión Soviética.
En ese tenso ambiente post 2ª Guerra Mundial, Winston Churchill, Primer Ministro de Inglaterra, proponía en secreto que el presidente norteamericano Harry S. Truman, utilizara la nueva bomba atómica contra Moscú, para someter a Stalin.
La amenaza de que los Jinetes del Apocalipsis (La peste, la guerra, el hambre y la muerte) volviesen a cabalgar benefició a los ejecutores de “la solución Final”, a los miembros de las “SS”[1], (Schutzstaffel o “escuadras de protección”) y a los verdugos que asesinaron a miles de judíos en naciones del suelo Soviético y Europa del Este.
Como las ratas que intentaban abandonar desesperadamente el naufragio nazi, los genocidas intentaron escapar a cualquier precio.
Varios de esos "turistas" ya habían refugiado clandestinamente en México. Lograron entrar de manera ilegal con documentos falsos, otros intentaban esconderse en distintos países de América Latina.
Oficiales de alto rango y soldados de las Wehrmacht presos en campamentos aliados, pretendían obtener su nacionalidad mexicana para regresar a México. Eran hijos de empresarios y ciudadanos alemanes, que habían nacido en Chiapas, Veracruz, Ciudad de México, entre otros. En los albores de la 2ª Guerra Mundial rechazaron la ciudadanía mexicana y viajaron a Alemania para enrolarse en el ejército de Hitler.
Los trámites para “recuperar” su nacionalidad los realizaron en el consulado de México, en Frankfurt, muchos lo lograron[2]
El boicot a Imperio Argentina
Magdalena Nile del Río, cantante y actriz nacida en Buenos Aires en 1906, realizó su carrera principalmente en España donde fue bautizada con el sobrenombre de Imperio Argentina. Fue hija de dos destacados artistas. Su madre, Rosario del Río, actriz y su padre Antonio Neli, guitarrista.
En Buenos Aires, Imperio inició su carrera a los siete años bailando tablado. Su debut en el cine sucedió en el año 1927, cuando las películas aún eran mudas, en “Hermana San Sulpicio”, dirigida por el director Florián Rey, con quien se casó.
Para el siguiente año viajó a Alemania para filmar la película “Corazones sin rumbo”.
Tras la caída del gobierno republicano en España, Imperio Argentina y su esposo se afiliaron a las Falanges creadas por el fascista José Antonio Primo de Rivera y se hicieron simpatizantes del dictador Francisco Franco.
“Fue precisamente Goebbels quien, en plena Guerra Civil española, le invitó a rodar en los mejores estudios europeos de la época, los de la UFA, para satisfacer los deseos de Hitler, quien confesaba haber visto veinticuatro veces Nobleza baturra, uno de sus grandes éxitos", de Imperio, según el Diario Clarín.
Los esposos viajaron a Berlín para incorporarse a la industria del cine alemán, cuyos estudios UFA, los más grandes del continente, filmaban principalmente películas propagandísticas a favor de los nazis.
En los estudios de Goebbels, Imperio Argentina filmó al menos cuatro películas, una versión de la Ópera de Carmen; “Carmen la de Triana” en 1938; una versión en alemán, “Andalusische Nächte” (Noches andaluzas); y “La canción de Aixa”, en 1939.
En marzo de 1939, en Berlín, recibió una tarjeta de invitación personal para una recepción que lleva el membrete del Adolfo Hitler, membretada con la esvástica.
"Un día me llamó Goebbels: 'El Führer quiere ver a la señora'. Llegan al restaurante unos policías con la orden de llevarme al Reichstag. Fui a ver a Hitler. El Führer había visto dos veces Nobleza Baturra y me recibió muy admirativo. 'Meine künstlerin. Ich liebe dich' ('Mi artista. Me encantas')", según Clarín.
"Hitler había sido periodista, era un dibujante bueno y sobre todo un romántico. Conmigo, ya te digo, estuvo amabilísimo”.
Imperio Argentina contó que el Führer le solicitó que fuera con él a su refugio de la Montaña. "Hitler quiso ser mi amante", confesó. En varias entrevistas, años después, la actriz sostuvo que ella siempre se negó, sin embargo, si algo se sabía en tiempos del más álgido nazismo, era el inmenso poder de Hitler y las consecuencias a una posible negativa, más aún, en el caso de Imperio Argentina, por un detalle que no pasó desapercibido, su enorme admiración y gusto por el Führer, en sus propias declaraciones: "Lo he dicho muchas veces, aunque no se lo quieran creer, Adolf Hitler era un hombre muy atractivo".
Tampoco ocultó su simpatía con los falangistas y por el dictador español Francisco Franco, quien correspondía contando su admiración por la diva.
Al final de la 2ª Guerra Mundial, su relación y vínculo cercano con Hitler y los nazis, provocó que en varios países boicotearan sus presentaciones y películas. En el Carnegie Hall de Nueva York hubo protestas con carteles: “No pasen. Aquí actúa la querida de Hitler”.
En México, el 18 de marzo de 1946, Jorge Negrete, secretario general de la ANDA, solicitó al secretario de Relaciones Exteriores (SRE), el General Francisco Castillo Nájera, le negase la entrada a México.
“En nombre de la Sección de Actores del Sindicato de Trabajadores de la Producción y por acuerdo de este Ejecutivo, nos dirigimos a usted de la manera más atenta para suplicarle que dado el caso de que la Sra. Imperio Argentina pida su entrada a la República mexicana, le sea negada por esa secretaría a su digno cargo, pues es de sobra conocida por usted la labor franquista y fascista que ha desarrollado, tanto en Europa como en América”, señala el oficio firmado por Jorge Negrete.
Agrega que los actores mexicanos, “por ningún motivo, ni en ningún momento”, trabajarán al lado del Imperio Argentina, porque personajes como ella han servido de instrumento para “perjudicar a la familia artística universal”.
Con esa valiente actitud, Jorge Negrete se sumó a la acción de nutridos grupos de artistas que en durante la 2ª Guerra Mundial, se organizaron para rechazar las políticas racistas y genocidas de la Alemania nazi.
[1] En el estado nazi, las SS se hicieron cargo de la seguridad, la identificación del origen étnico, la política de establecimiento demográfico, y la recopilación y el análisis de información de inteligencia. Controlaban las fuerzas policiales alemanas y el sistema de los campos de concentración
[2] https://www.proceso.com.mx/reportajes/2013/5/1/mexicanos-que-pelearon-por-hitler-117714.html
