Intelectuales: el silencio entre las palabras

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Edurne Uriarte Santillán

Rompeviento TV, 25 de mayo de 2022

 

para Jo, con el cariño en presente

 

Todos guardamos silencio. En principio, no hay novedad ni daño en ello. Al mismo tiempo, todos elegimos guardar silencio: conscientes o no; a veces de manera voluntaria y otras, obligados por las circunstancias. Estas elecciones van acompañadas de muy diversas intenciones: prudencia, evitar conflicto, que otros no usen nuestros argumentos, manipular, mentir, entre muchas otras. Hay de todo en cada elección y en cada persona, pero, ¿es el silencio una elección individual o colectiva? Aún más, ¿puede mostrar posiciones políticas?

Las anteriores preguntas surgen de una combinación de ideas de mi entrega anterior, sobre los intelectuales orgánicos, y de observar la apertura o nula apertura de algunos académicos sobre su ideología política. Voy a ejemplificar ambas con dos académicos, Enrique Dussel y Mauricio Merino. No veamos en ellos nuestra afinidad ideológica o hacia sus trabajos académicos; evitemos también encontrar nombres para señalar y atacar en redes sociales. Lo que buscamos es pensar juntos, en voz alta, para conocer un poco más sobre nuestro contexto político.

Hay un elemento más que quisiera plantear y es que, como hemos dicho en otras ocasiones, la realidad siempre es más grande. Las acciones de los académicos, como la de cualquier persona, no existen en un vacío: siempre hay tensiones políticas, y hay historia detrás. En presente, además, la presión de la opinión pública para que se definan está latente, incluso en alusión a una supuesta imparcialidad u objetividad, señalamiento que nos invita a pensar en el silencio como una forma de neutralidad. De igual modo, desde la presidencia, Andrés Manuel López Obrador ha hecho su parte en este llamado. Junto con la frase «fuera máscaras», AMLO nos ha recordado que en el siglo XIX tuvimos a intelectuales como Lucas Alamán que era un abierto centralista. Las expresiones del presidente llevan etiquetados algunos nombres, pero en realidad parecen apuntar a una situación colectiva.

 

Posiciones académicas: voces y silencios

Una posición política abierta en estos tiempos es la de Enrique Dussel. Académico nacido en Argentina y nacionalizado mexicano, su trayectoria intelectual va en paralelo con su activismo político: la política de la liberación latinoamericana. En enero de 2020, el doctor Dussel recibió un nombramiento oficial en el partido Morena como secretario de Instituto Nacional de Formación Política de Morena —con Rafael Barajas «El Fisgón» en la dirección—. El nombramiento es formal y está disponible tanto en la página del Instituto como en la del propio Dussel. Del mismo modo, su información académica y sus actividades políticas, en general, se encuentran disponibles en su página personal. Por otro lado, el caso de Mauricio Merino es más complicado, encontrar los mismos elementos de interacción con las redes del poder requiere de mayor investigación.

En las semblanzas de Mauricio Merino encontramos que es articulista en El Universal; que fue consejero electoral del antiguo Instituto Federal Electoral (periodo 1996-2003), y, además, coordina la Red por la Rendición de Cuentas (RRC) y la organización Nosotrxs.

La última, un movimiento que, cito «no busca convertirse en un partido político, ni el poder de los puestos o los presupuestos, sino el poder de la gente». De esta última afirmación vamos a jalar el hilo del silencio.

Fuera de las semblanzas de Merino aparece una relación estrecha con Movimiento Ciudadano (MC). Algunos ejemplos de esta cercanía serían los siguientes: en 2018, Mauricio Merino recibió, como fundador de la RRC, el Premio Nacional Benito Juárez al Mérito Ciudadano, que entrega dicho partido. Después, —según un artículo de Álvaro Delgado, en Proceso— fue contratista, a través de la empresa Veame, S.A de C.V. y, al menos desde 2021, es asesor del partido; finalmente, su participación activa en el foro «Ciencia y Educación Superior en México: Momento Crítico», en el Senado de la República el pasado mes de marzo, organizado también por el partido en cuestión.

Así, con los casos mencionados, tenemos a intelectuales orgánicos y tradicionales en el sentido de Antonio Gramsci: tanto Dussel como Merino tienen interacción política con partidos y con la ciudadanía; ambos son parte de proyectos que llevan la palabra «movimiento» en su causa. Mientras Dussel trabaja desde Morena en la capacitación político educativa del partido, Merino colabora con Movimiento Ciudadano y organizaciones civiles. A diferencia del primero, sus actividades no están formalizadas. En principio, no hay contradicción aparente. Sin embargo, ¿es posible que el trabajo que realiza en la coordinación de las organizaciones ciudadanas camine libre de compromisos con partidos como Movimiento Ciudadano? ¿Podría esta relación ser tan abierta como la de Dussel con Morena?

Esta separación de actividades está presente en otros líderes de opinión, no solo intelectuales. En busca de una explicación a esta pretendida neutralidad y distancia, ha llamado mi atención el rechazo que el gremio científico ha expresado ante cualquier señalamiento de formar parte una ideología. Por ejemplo, el malestar que les causa a muchos ser llamados de derecha; o bien, el que posiciones abiertas de diversos intelectuales sea motivo de expresiones como «ideólogos del poder», entre otras invectivas; finalmente, el revuelo que causó la expresión de «ciencia neoliberal». Lo anterior invita a definir el concepto de neutralidad en la ciencia y a pensar hasta qué punto existe una aparente neutralidad valorativa en acción. Vamos hacia allá.

 

Neutralidad en acción: la voz silenciosa de la política académica

Es un lugar común que la ciencia es una forma de pensamiento que debe mantenerse libre de juicios y de ideologías. Como lugar común, su mensaje se ha simplificado, aunque parte de una discusión real. La neutralidad en la ciencia es un debate de distintas corrientes filosóficas y sociales desde el siglo XIX, ya que el debate sobre el lugar de los juicios, las prenociones, las emociones y los valores en la mirada científica está en el corazón de las ciencias sociales. Uno de los autores que escribió sobre la neutralidad valorativa fue Max Weber (1864-1920).

El sociólogo alemán discutió en contra del capitalismo de su país a principios del siglo XX. Entre el activismo político y la actividad científica, planteó una necesaria distancia entre ambas, una distancia que definió a partir de dos juicios: juicios de valor y juicios de hecho. En términos muy generales un juicio de valor indica una postura a partir de valores éticos, estéticos o políticos, es decir, estos se formulan a partir a normas morales: lo bueno y lo malo; lo correcto o incorrecto. En esta definición, la ciencia debe procurar un distanciamiento de este tipo de juicios para acercarse, de la mejor manera posible, a los hechos «como son». En otras palabras, la ciencia social puede aportar soluciones a la vida práctica, pero debe evitar juicios sobre normas o ideales de cómo deben darse los hechos mismos.

La neutralidad valorativa ha sido sumamente cuestionada en la propia ciencia social y hay diversas alternativas metodológicas para hacer frente a esta eterna problemática de cómo mirar y qué hacer con la carga de valores. Aun así, el término no deja tener actualidad en la crítica pública hacia científicos sociales y lo cierto es que en la formación de las disciplinas está vigente la invitación a rehusarse a posturas de valor como las ideologías de izquierda o de derecha. El pensamiento crítico de la ciencia social está activo en el «mundo de la vida» no solo con sus conceptos y sus formas de comprensión, también con sus conflictos y, como nos dice Weber, hay que prestar atención acerca de «cuándo calla el investigador y comienza a hablar el hombre como sujeto de voluntad, dónde los argumentos se dirigen al intelecto y dónde al sentimiento.» Con esta forma de silencio que vimos, es como si este valor de la actividad científica se trasladara a la acción política de los intelectuales.

Claro, conscientemente los intelectuales de la opinión pública pueden decirnos que no existe la neutralidad, ni en la ciencia ni en la vida. Incluso pueden nombran valores e ideales con los que más de uno estará de acuerdo —la transparencia, la estabilidad con transformaciones profundas en nuestras instituciones, un mejor sistema educativo o de salud, entre otros—, pero no nos dirán desde dónde o con qué estructuras políticas y de poder.

Sin embargo, lo que ejemplificamos con Enrique Dussel y Mauricio Merino nos invita a pensar en al menos tres elementos: primero, el silencio, como una forma de acción que no se compromete abiertamente con una ideología, está presente en numerosos intelectuales de la opinión pública. No se trata de un acuerdo colectivo; más bien, hay un acercamiento compartido y común hacia a la acción política. Segundo, que la actividad de estos intelectuales está en la arena pública y, por lo tanto, sus intenciones llevan una dirección, sean estas nombradas o no. Tercero, que, así como hay muchas formas de hacer ciencia social, hay diversas maneras de usarla. En la lucha activa de los intelectuales, la reflexión sobre la neutralidad valorativa nos invita a pensar en su silencio.

Existen diversas formas en que el silencio se puede percibir en las acciones de la vida pública, esta es quizá una de las muy diversas que podemos señalar. Esta entrega cierra aquí, con la invitación a pensar sobre este y otros posibles silencios compartidos. Las reflexiones actuales nos abren dos caminos: la ideología y un tema que tengo muchas ganas de conversar con ustedes, la ética política e intelectual. En lo que se definen y se cocinan las ideas, y siempre que se pueda, vamos a la rumba que, al final, ¡nadie sabe na’!

 

Les dejo la canción Borriquito, del músico español Peret.

https://www.youtube.com/watch?v=zexRCQFFBAs

 

Referencias consultadas:

  1. Presidente presenta iniciativa de reforma electoral; incluye creación del INEC y reducción de gasto a partidos políticos. Documento y video en línea:

https://lopezobrador.org.mx/2022/04/28/presidente-presenta-iniciativa-de-reforma-electoral-incluye-creacion-del-inec-y-reduccion-de-gasto-a-partidos-politicos/

  1. Álvaro Delgado. “Movimiento Ciudadano va con asesores de lujo y políticos reciclados” en Proceso, martes 2 de febrero de 2021. Artículo en línea:

https://www.proceso.com.mx/reportajes/2021/2/2/movimiento-ciudadano-va-con-asesores-de-lujo-politicos-reciclados-257496.html

  1. Tuit de Álvaro Delgado en el que comparte su publicación y una respuesta enviada por Movimiento Ciudadano:

https://twitter.com/alvaro_delgado/status/1358497387606511617?s=20&t=XMp8w7JLFhf1nl_qf_eRjQ

  1. Los artículos de opinión de Mauricio Merino se pueden consultar en la página oficial del Instituto de Investigación en Rendición de Cuentas y Combate a la Corrupción (IIRCCC) del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA) de la Universidad de Guadalajara:

https://www.rendiciondecuentas.org.mx/somos-2/.

  1. RRC (2018): “Recibe RRC Premio Nacional Benito Juárez al Mérito Ciudadano”. Documento en línea: https://www.rendiciondecuentas.org.mx/recibe-rrc-premio-nacional-benito-juarez-al-merito-ciudadano/
  2. Movimiento Ciudadano. Réplica de medios, 4 de febrero de 2015:

https://movimientociudadano.mx/index.php/replica-de-medios/para-limpiar-el-poder-mauricio-merino

  1. Página de Enrique Dussel: https://enriquedussel.com/
  2. Max Weber (1993), “El sentido de la «neutralidad valorativa» de las ciencias sociológicas y económicas (1917)” en Ensayos sobre metodología sociológica, Buenos Aires, Amorrortu, pp. 222-269.
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