El ataque a Rompeviento TV

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Al momento de escribir este texto, la cuenta de Rompeviento TV en YouTube seguía intervenida o hackeada. De acuerdo con lo informado en sus redes sociales por Ernesto Ledesma, director de Rompeviento TV, la noche del jueves 22 la cuenta fue suspendida, sin conocer las razones para ello, pero evidentemente se trata de un ataque a este medio informativo independiente, libre y crítico. Ernesto Ledesma comentó en Twitter: “nos hackearon. Seguimos investigando e intentando resolver el problema”. No es la primera vez que Rompeviento TV es víctima de un ataque de este tipo, pero esta sí es la agresión más grave puesto que el trabajo de 9 años está en riesgo: entrevistas, reportajes, noticieros, diálogos, cápsulas informativas, mesas de discusión, etc. Se trata de miles y miles de horas de material videográfico que están en riesgo de perderse, desgraciadamente quizás para siempre. Esperemos que esto no suceda y que se logre recuperar ese invaluable material. Algunos detalles de esta agresión puede usted conocerlos en el siguiente enlace: https://www.rompeviento.tv/hackean-la-cuenta-de-youtube-de-rompeviento-tv/amp/?__twitter_impression=true.

No es exagerado afirmar que los cerca de 6 mil videos producidos por Rompeviento TV constituyen un referente muy importante para los medios de comunicación independientes, e inclusive, son ya parte de la memoria reciente de nuestro país. A lo largo de 9 años, Rompeviento TV ha puesto la mirada, la atención y, por qué no decirlo, el corazón, en grupos y movimientos sociales completamente olvidados por la prensa oficial, oficiosa, chayotera y convenenciera; esa prensa para la que solo lo que vende, ha sido comprado, o tiene potencial de venta, es noticia, lo demás, no le interesa. Lo que ocurre en comunidades indígenas de Chiapas, Oaxaca o Veracruz, o la búsqueda de personas desaparecidas en miles de fosas en todo el país por parte de decenas de colectivos de familiares, o la lucha por la defensa de los derechos humanos en la Montaña de Guerrero, o los movimientos sindicales, estudiantiles y de mujeres, o la depredación ambiental de proyectos extractivistas y de “desarrollo”, o la violencia del narco en pueblos y ciudades de Coahuila o Tamaulipas y las formas de resistencia de la ciudadanía... en fin, esos procesos y luchas sociales que la prensa no ve, o no quiere ver, han sido puntualmente cubiertos por Rompeviento TV. En esta tesitura, Rompeviento TV es mucho más que un medio que da visibilidad y apoyo a movimientos sociales: es parte del movimiento social y democrático de México.

Las autoridades respectivas, en particular la policía cibernética de la Ciudad de México, están en la obligación de cumplir atingentemente con su responsabilidad para dar con los culpables del ataque y junto con la empresa Youtube, lograr que ese valiosísimo material se recupere. Esperamos que en los próximos días la cuenta de Youtube de Rompeviento TV se restablezca, y con ella, los miles de videos producidos durante casi una década de trabajo.

Un ataque de esta naturaleza no puede ser producto de un error, un accidente o una casualidad, en lo absoluto. Aquí hay una mano que mece la cuna, para decirlo coloquialmente, puesto que se necesitan no sólo habilidades técnicas para hackear una página sino, sobre todo, un interés para tratar de acallar o amedrentar a un medio independiente y a quienes lo hacen posible. No estamos ante un evento intrascendente, sino frente a un ataque a un medio de comunicación que ha logrado mantenerse independiente y que, gracias a su irrenunciable posición crítica, su irreprochable profesionalismo y su absoluta libertad de expresión, se ha ganado a pulso un espacio en el periodismo construido desde la autonomía ciudadana, no desde los grupos con intereses comerciales o políticos. La agresión a Rompeviento TV no pudo haber provenido más que de aquellas personas, funcionarios o funcionarias, que han sido evidenciados por el trabajo de investigación periodística realizado en este espacio.

Sería irresponsable señalar a los posibles culpables del ataque y soltar insensatamente nombres a los cuatro vientos, pero la hipótesis de que el trabajo periodístico de las últimas semanas estaría en el fondo de la agresión, es ineludible y debe investigarse. De igual forma, es imposible eludir un vínculo hipotético entre el ataque a Rompeviento TV y las agresiones sufridas recientemente por reporteros de Pie de Página, con quien se tiene una venturosa alianza que ha dado frutos, como el noticiero MOMENTUM que conducen todas las mañanas Ernesto Ledesma y Alberto Nájar. Como trascendió en redes y medios, el reportero de Pie de Página Arturo Contreras fue agredido en la alcaldía Benito Juárez de la Ciudad de México. Si hay o no un lazo entre ambas agresiones, es algo que las autoridades correspondientes deberán establecer, pero no deja de ser sumamente sospechosa la ¿coincidencia?

El ataque a Rompeviento TV revela que añejas prácticas que uno supondría meros referentes de ominosas épocas, en realidad están todavía presentes. Desde oscuros sótanos, o desde oficinas alegres y bien iluminadas de sabrá qué funcionario o funcionaria, se han ordenado los ataques contra nuestro medio en una acción ilegal que evoca los peores momentos del autoritarismo que suponíamos superado en el país. A todas luces, esto no es así: la intención de silenciar al periodismo crítico, libre e independiente a través de la violencia, es una expresión de que la frágil democracia mexicana tiene un saldo pendiente en cuanto al derecho a la información y la libertad de prensa se refiere. Si alguien pierde con el ataque a Rompeviento TV es la audiencia, es usted, estimada lectora, amable lector, por lo que ese es el sentido primario de la agresión: impedir que miles de personas que siguen día con día las transmisiones de este medio, ejerzan su derecho a la información.

La violencia contra Rompeviento TV es la antítesis de la independencia, la solidaridad y la ética profesional que distingue a este medio desde su primera transmisión. Quienes pretenden silenciar nuestras voces (soy parte del equipo, publico semanalmente desde hace 6 años) o amenazar nuestro pensar y nuestro sentir, están totalmente equivocados. A la violencia intimidatoria no se responde con ira ni mucho menos con temor, sino con inteligencia, respaldo social (lo ha habido, sin duda) y alegría. La misma alegría que ha caracterizado a este proyecto de comunicación y lucha social desde sus orígenes.

Bajar la cuenta de Youtube de Rompeviento TV significa intentar cerrar una puerta; bien, si se cierra una puerta (esperemos que no se consume el atentado) seguramente Ernesto y todo el equipo de Rompeviento TV lograrán abrir otras muchas. Ahí estaremos, para las que sean, para lo que venga.

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