Por: Andrea Ramos
Imagen: Mauricio Dueñas Castañeda / EFE
Los pueblos indígenas de América Latina se encuentran en alto riesgo ante la presencia de enfermedades infecto-contagiosas como el COVID-19 debido a la desnutrición, anemia, diabetes y otras afecciones que suelen presentar las personas que pertenecen a dichas comunidades, además de la ausencia de agua potable y de la falta de servicios de salud e información adecuados.
Dentro del paquete de medidas en América Latina ante el COVID-19, varios gobiernos aún no se han pronunciado sobre cómo atenderán a los pueblos indígenas a pesar de que constituyen más del 8.5 % de su población y comprenden cerca del 30 % de las personas que viven en extrema pobreza (OIT).
En un artículo del sitio de noticias MongabayLatam, la doctora peruana en geografía de la salud, Carol Zavaleta, señala que “en el caso del H1N1 (gripe A), según los datos de Estados Unidos, Australia y Canadá, la tasa de mortalidad para los indígenas fue de tres a siete veces más alta comparados con los no indígenas”. “Una pandemia de esta magnitud para las comunidades nativas significaría una catástrofe de grandes proporciones”, señala el líder colombiano, Robinson López, coordinador de cambio climático y biodiversidad de la COICA.
¿Cómo se están organizando los pueblos indígenas ante la pandemia del COVID-19? ¿Y qué están haciendo al respecto los gobiernos de los países?
La llegada de misiones religiosas, el turismo, y la entrada de personas para realizar actividades extractivas en territorio indígena ponen en riesgo a las personas de las comunidades ante la posibilidad de contraer una enfermedad nueva en un contexto de deficiencia en el sistema de salud y falta de acción política de los gobiernos.
Ante esto, la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA), que comprende organizaciones indígenas de Perú, Ecuador, Bolivia, Colombia y Venezuela, hizo un llamado de emergencia a los gobiernos de los países miembros para la elaboración de planes de contingencia de acuerdo a las necesidades específicas de los pueblos indígenas para la prevención y posible brote de coronavirus.
Entre estas medidas se plantea la suspensión inmediata de actividades de turismo en territorios indígenas y el estricto control de entrada y salida dentro de los mismos. Así como medidas sanitarias para los pueblos que se encuentran en lugares de difícil acceso y los pueblos indígenas en aislamiento voluntario, dado que ya antes se han presentado muertes masivas (e incluso de poblaciones enteras) por enfermedades como gripe o sarampión para las que ellas y ellos no tienen inmunidad.
Andrés Tapia, líder de Comunicación de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (CONFENIAE), comenta que en su país las federaciones indígenas han facultado a cada nacionalidad para que tomen las acciones necesarias dentro de su territorio. “La Nacionalidad Achuar de Ecuador (NAE) ha cerrado el ingreso de turistas a su territorio y han solicitado que los lodges que acogen a visitantes extranjeros permanezcan sin atención al público”.
ONIC
La organización indígena de Colombia (ONIC) hizo un llamado a los organismo competentes por la defensa de sus derechos humanos para que hagan presencia en sus territorios, luego de que fueran confirmados dos casos por COVID-19 en la etnia indígena Yukpa.
En Brasil, al sur del amazonas, los líderes del Parque Nacional Xingu, cuya dimensión es aproximada al tamaño del país europeo Bélgica han cerrado caminos en su reserva. “El coronavirus podría acabar con nosotros”, dijo Ianucula Kaiabi, jefe de Tierras Indígenas de Xingu, quien además expresó que temía que el sistema especializado de salud indígena de Brasil, que se ha enfrentado a recortes bajo la administración del presidente anti-indígena del país, Jair Bolsonaro, estuviera "totalmente equipado" para enfrentar la crisis del coronavirus.
En la frontera amazónica de Brasil con Colombia y Venezuela, el municipio indígena São Gabriel da Cachoeira, ha sido puesto en estado de bloqueo total. "Es una región extremadamente sensible… el sistema de salud es precario y tenemos tribus aisladas aquí", dijo Marivelton Baré, presidente de la Federación Indígena del Río Negro.
En Ecuador, antes de que el presidente ordenara cierre nacional, el líder indígena Shuar, Tzamarenda Estalin colocó un letrero en la entrada de su aldea con la leyenda: “Prohibido ingreso por precaución por la salud”, ejemplo que siguieron otras 349 aldeas de los Shuar.
En Colombia, 40 familias de la comunidad seminómada “Nükak” también se aislaron. “Algunos todavía esperan suministros del gobierno local antes de aislarse”, dijo Kelly Peña trabajadora del servicio de parques nacionales de esa región.
Según The Guardian, “estudios recientes muestran que enfermedades como la viruela y el sarampión traídas por los invasores europeos pueden haber eliminado hasta el 90 % de la población precolombina de las Américas, quizás 55 millones de aproximadamente 60 millones de personas, entre finales del siglo XV y XVII.” Las medidas adoptadas por los pueblos indígenas de América Latina son consecuencia de una lucha histórica de supervivencia a enfermedades pasadas y contemporáneas que forma parte de sus memorias, que se hace visible, indignante y más dolorosa en estos momentos.
¿Qué está ocurriendo en el caso de México?
La comunidad Ñuu Savi de Cuanacaxtitlán, Guerrero, acordó en asamblea comunitaria restringir el acceso como medida de salubridad ante la pandemia. Jose Luis Bautista Nava, comisario municipal de Cuanacaxtitlán, asegura que las medidas preventivas buscan evitar las experiencias de epidemias en años anteriores, que fueron fatales (PDP).
En Chihuahua, el poblado de Salamayuca determinó cerrar el paso a cualquier persona que no sea habitante del lugar. Mientras que el municipio de Urique determinó que no se puede entrar ni salir desde el pasado 26 de marzo. Sin embargo, ante las medidas de las comunidades, el Gobierno de Chihuahua, a través de la Secretaría General de Gobierno, manifestó no estar de acuerdo con restringir el paso a las personas, pues -no tienen la facultad para hacerlo-, así lo manifestó Alejandro Solís, vocero de la dependencia.
En Chiapas, el Ejido San Isidro Siltepec, publicó un comunicado el pasado 31 de marzo en el que anunció como medida de prevención de contagio de COVID-19 toque de queda a partir de las 19 horas (PDP).
CARLOS OGAZ /CUARTOSCURO.COM
Por su parte en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), a través del comunicado del 16 de marzo, anunció una serie de medidas ante “la amenaza real, comprobada científicamente, para la vida humana que representa el contagio del COVID-19”, entre ellas el decreto de la “alerta roja” en sus pueblos, comunidades y barrios y la recomendación del cierre total e inmediato de los caracoles y centros de resistencia y rebeldía.
“LLamamos a no dejar caer la lucha contra la violencia feminicida, a continuar la lucha en defensa del territorio y la madre tierra, a mantener la lucha por l@s desaparecid@s, asesinad@s y encarcelad@s, y a levantar bien alto la bandera de la lucha por la humanidad...llamamos a no perder el contacto humano, sino a cambiar temporalmente las formas para sabernos compañeras, compañeros, compañeroas, hermanas, hermanos, hermanoas”,expresaron también en el comunicado.
El gobierno tiene la obligación de proporcionar información y protección a los pueblos indígenas de nuestro país.
Te invitamos a compartir el material informativo sobre COVID-19 que el equipo editorial de rompeviento vía Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan ha difundido para las comunidades indígenas de la región de la montaña de Guerrero en lenguas, tu savi, mephaa y nahuatl.
