Presente es Pasado

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Federico Anaya Gallardo

 

En Mayo de 2018 JulioAstillero volvió a ser difamado por acusaciones falsas que recibió en 1975. Un año más tarde, de nueva cuenta volvieron a sacarle el “sanbenito”. Hoy traigo a colación esta historia pero con intención contraria: no llamo a la infamia, sino que quiero mostrar que la buena fama se gana con valentía y se sostiene con congruencia. Que me perdone don Julio por el elogio de sus circunstancias juveniles, pero ayuda a entender la prensa mexicana de hoy. Aquí la historia.

 

En los 1970s la Reforma Agraria aún no llegaba a la Huasteca Potosina y miles de campesinos sin tierra se movilizaron para lograrla. Sus luchas despertaron la solidaridad del estudiantado en la capital del Estado. En 1973, la planilla Olivo había ganado las elecciones dentro de la Federación Universitaria Potosina (FUP) y los estudiantes, dirigidos por José Luis Sandoval, Said López de Olmos y Cruz Elena García Navarrete, se solidarizaron con campesinos que habían establecido, en tierras recuperadas en Ciudad Valles, el Campamento Tierra y Libertad.

 

Los estudiantes, usando un autobús universitario, acompañaron a una delegación de 25 campesinos a la capital estadual y la alojaron en el edificio central de la universidad. Aprovechando la estancia de la delegación en la UASLP, los estudiantes realizaron diversas acciones de conscientización en la urbe potosina. De acuerdo a Javier Padrón Moncada, “trabajadores electricistas, candelilleros y talladores de ixtle se sumaron al intenso activismo” (Los Bombazos de 1975 en Slp: Terrorismo de Estado [el Rochismo y la Guerra Sucia], Enero 1995, Liga 1.)

 

Todo esto puso nervioso al gobierno. Un segundo contingente de 450 campesinos fue detenido por el Ejército antes de llegar a la ciudad y dentro de esta se impuso una especie de “sitio” a la delegación. La salida rumbo a México se frustró y 28 personas fueron encerradas en la vieja penitenciaría potosina (allí mismo adonde Díaz encerró a Madero en 1910). El rector de la universidad (Roberto Leyva Torres) negoció con el gobierno estadual (Antonio Rocha Cordero) que se permitiese regresar a la delegación a la Huasteca. Pero a los estudiantes solidarios se les enjuició en el Consejo Directivo Universitario. Los tres líderes fueron suspendidos por un año. ¿De qué se les acusó? De que en su periódico, llamado Vanguardia (que se imprimía en la editorial universitaria) “obra[ban] ideas que distorsionan los objetivos esenciales de nuestra Casa de Estudios”. La solidaridad con el movimiento campesino fue considerada una invitación “al pueblo de Valles contra las Autoridades del Departamento Agrario, del Gobierno del Estado y del Gobierno Federal”. Se les acusó de usar la radio universitaria “para enviar mensajes subversivos al campesinado y al pueblo en general”.

 

Sandoval, Said y García retornarían a sus estudios y continuarían acompañando diversos procesos sociales –esas son otras historias que habrá que contar en otra ocasión. Entre 1974 y 1975, una nueva camada de estudiantes de la UASLP retomó sus banderas. Entre ellos estaba un lagunero, nacido en Torreón en 1954, y que estaba estudiando Derecho en la UASLP. Se llamaba Julio Hernández López.

 

La nueva generación de estudiantes de Izquierdas se agrupó en el Frente Popular Estudiantil (FPE) y, nos dice Padrón: “con obreros y comunistas, ... recurrieron al secuestro de camiones, hacían mítines y se ganaban el apoyo de los sectores populares. El movimiento crecía, el gobierno no encontraba la manera de apagarlo.” Entonces, de la nada, el 27 de Enero de 1975, estallan tres bombas en la capital potosina, dejando seis muertos y decenas de heridos. Los líderes del FPE fueron detenidos de inmediato, encerrados en el campo militar y allí, torturados. El problema es que los “investigadores” de la DFS no pudieron ligarles a los varios otros ataques que ocurrieron simultáneamente en otras entidades. Hernández y los otros dos líderes fueron liberados a los pocos días.

 

Medio siglo más tarde, esa detención ilegal y esa acusación sin sustento, se saca para difamar a JulioAstillero cada que las Derechas desean lavarse la cara. Pero relatados los hechos, lectora, entenderás la tremenda injusticia que implica un tuit como el siguiente: “#QueNoSeTePase que Julio Hernandez López #JulioAstillero fue detenido y consignado en 1975 por estar vinculado a ataques terroristas en la ciudad de SLP. Hoy patrocina él linchamiento en redes de #RicardoAleman y promueve al #SicarioMediatico de #Epigmenio #AmloDictador” (@ivancastrounra, 6 de Junio de 2018, Liga 2). Aclaración de abogado: de acuerdo a los registros, Julio Hernández López y sus compañeros nunca fueron consignados. Su arresto fue inconstitucional y un simple acto de represión. En cambio, a mediados de 2018 Ricardo Alemán llamaba abiertamente a asesinar al entonces candidato presidencial López Obrador. (Liga 3.)

 

Un año después de esa difamación, Julio tuiteó: “La revista potosina @LaCorriente, especializada en Historia, arte y cultura, luego de investigaciones, postuló que el priista Guillermo Fonseca Álvarez, entonces gobernador de #SLP, era  “responsable histórico” de los bombazos de 1975 por los cuales fui injustamente detenido”. (Liga 4.) De hecho, las circunstancias y el contexto político de San Luis Potosí hacen verosímil esta hipótesis.

 

Hay que notar, lectora, que La Corriente fue fundada en 2008 por Javier Padrón Moncada y contó entre sus colaboradores fundadores a Inocencio Noyola y a Óscar G. Chávez –a quienes hemos vuelto a ver defendiendo el patrimonio cultural y la Sierra de San Miguelito en causas contemporáneas que JulioAstillero ha cubierto periodísticamente y apoyado políticamente.

 

En los tres lustros que siguieron a su detención, Julio Hernández López colaboró con los diarios capitalinos Excélsior y La Jornada. Al mismo tiempo, siguió atento al acontecer político estadual y, entre 1993-1995 fue dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI). No, lectora, no hay error. Pero sí mucho que explicar. En 1991 el salinismo trató de imponer como gobernador a Fausto Zapata Loredo, un apparatchik priísta de la época echeverriísta. Mientras Fonseca Álvarez reprimía a los estudiantes en San Luis, en Los Pinos Zapata negociaba las alabanzas de la prensa al “Señorpresidente”. En su última batalla electoral, el Doctor Salvador Nava Martínez detuvo la imposición y obligó a que se convocase a una elección extraordinaria en 1993 –en la cual el salinismo tuvo que aceptar que el navismo llegase al gobierno potosino de alguna manera.

 

Importa recordar lo que ocurrió. En 1991 una delegación de Salinas de Gortari alcanzó en Querétaro a la peregrinación-marcha del Buen Doctor y le informó que no era necesario que entrase a la capital federal. Zapata Loredo se retiró y la legislatura potosina (priísta) designó a una persona honorable (el embajador Gonzalo Martínez Corbalá) como interino. Sin embargo, en 1992 murió Nava y seguía sin convocarse a elección extraordinaria. El PRI permanecía en el poder sin conceder nada a la oposición. En 1993 el navismo se movilizó de nueva cuenta, ahora encabezado por doña Conchita Calvillo, la viuda de Nava. Nueva caminata a México. Salinas cedió, pero con un retruécano: al convocarse a la elección extraordinaria de 1993 el candidato oficial fue Horacio Sánchez Unzueta, quien estaba casado con Conchalupe Nava Calvillo, la hija del Buen Doctor. Así las cosas, en los comicios, las y los potosinos debían escoger entre la viuda y la hija de Nava.

 

Es en este escenario en el que nuestro JulioAstillero estuvo al frente del PRI potosino. Ya bajo la Administración Sánchez Unzueta, estalló en la capital potosina el escándalo Lavín-Valle (Liga 5) en el que la élite criolla y opulenta pretendía que se dejase en la impunidad un asesinato. En aquélla causa célebre, “el dirigente del PRI, Julio Hernández López, ... [advirtió] que «no debe haber excepciones con la aristocracia»” (El Ciudadano, 23 de Mayo de 1995, citado por Lidia Juache Castilleja & José de Jesús Ortiz Báez, “La prensa ante el Estado y la Sociedad Civil. El Caso de El Ciudadano”, tesis UASLP, 1998, p.91).

 

Aristóteles decía que los humanos debemos aprender a ser alternativamente  gobernantes y gobernados. Se oye sencillo, pero implica un difícil ejercicio de congruencia. Aquí te he contado un poco de la biografía de un cuadro lagunero-potosino que en su juventud se solidarizó con las causas populares en un contexto de guerra sucia; hizo luego carrera periodística en la capital federal y allí se ligó con la nueva prensa que permitió la transición a la democracia. Juache & Ortiz identifican a JulioAstillero como uno de los socios fundadores de El Ciudadano y, como hemos visto, pese a colaborar con una Administración priísta (seudo-navista, la llamo yo) no dejó de opinar como venía haciéndolo desde siempre: a favor del Pueblo llano, contra la aristocracia. Precisamente por ello es que el partido oficial terminó aislándole y expulsándole. ¡Enhorabuena! Julio salió y siguió duro y crítico. Por ello es que las Derechas le alucinan y lo siguen difamando. Por eso es que sus lectoras confiamos en él.

 

Y por eso es que, cuando en 2021 desde el poder se dijo que había mentido, JulioAstillero fue a Palacio y explicó por qué es que la Sierra de San Miguelito estaba en peligro. Una voz crítica siempre ayuda. La declaratoria de Área Nacional Protegida del Gobierno obradorista salió bien e incluso un poco mejor de lo esperado. Pero aún no se puede descansar. La aristocracia potosina que logró la impunidad para Lavín en 1995 es la misma que hoy desea destruir la sierra. Bueno es tener centinelas como JulioAstillero, quien no se acongoja ante la adversidad y se cuida de las corrupciones del poder. ¿Cómo lo logra?

 

Un detalle de su estilo: Acompaña procesos populares y estos siempre son buena brújula. La especie de periodismo militante de Julio es parecida a la que hace un siglo ejerció Regeneración, ...pero los azares de su biografía no quisieron que este reportero se forjase junto a un movimiento político partidista. Progresista, popular, crítico, se acercó al poder cuando tuvo y hubo esperanza de que el gobernante sirviese a su Pueblo (1990s). Desencantado, desde entonces ha permanecido a sana distancia de los triunfos electorales de la Izquierda –pero siempre leal a la gente que ha votado.

 

Ligas usadas en este texto:

 

Liga 1:

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Comentario 1
  • Yasser

    Es una pena que, un año después de publicado este texto, uno de ellos, Said López de Olmos, sea un preso político de José Ricardo Gallardo Cardona. Said está recluido en La Pila, por "despojo de tierras": resulta que los campesinos están despojando de tierras a los caciques de la actualidad. Su lucha no ha cesado desde este 1973.

    Responder
    6 septiembre, 2023

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