Nahomi Sarahí Romero Hernández, de 15 años de edad, fue vista por última vez por su familia el sábado 29 de febrero en San Vicente Chicoloapan, Estado de México, y desde entonces no ha dejado de buscarla.
Ángeles, una de sus tías narra que la menor salió alrededor de las 14:00 hrs. rumbo a la colonia El Salado, en el municipio de Los Reyes La Paz, donde asistiría a una fiesta de XV años con sus amigos. En la noche se comunicó con su mamá, Roxanna, y le dijo que debido a que le habían robado su bolsa con dinero y sus pertenencias, regresaría al siguiente día a casa.
El día domingo le avisó vía telefónica, de un número que no era de ella porque le habían robado el teléfono, que se encontraba bien y que en un rato más llegaría a su casa. Esa fue la última vez que pudieron tener contacto con ella. Luego de esto, el lunes 2 de marzo desde las 11 hrs., Roxanna y su familia comenzaron a buscarla en el lugar donde se realizó la fiesta y en las casas de sus amigos. Entonces supieron que Nahomi junto una amiga se quedaron en un domicilio en la colonia Ermita-Zaragoza, alcaldía Iztapalapa, por lo que Roxanna y uno de sus tíos fueron a buscarla.
La búsqueda permanente
Desde el 2 de marzo comenzó la cruda y dolorosa travesía para la familia de Nahomi, quien sueña con este año hacer su examen por segunda vez para ingresar a una preparatoria de la UNAM. Ese día al indagar supieron que vecinos y comerciantes de la zona vieron a una joven con los rasgos de Nahomi ingresar a dicha vivienda. Permanecieron toda la tarde y parte de la noche en el sitio esperando hablar con alguien que viviera ahí o para poder ver a la menor. Pese a que no lo lograron, a través de una de las ventanas Roxanna pudo ver la ropa que llevaba su hija el día de la fiesta, el mismo día de su desaparición, un vestido color vino de licra y unas zapatillas.
Fue así que alrededor de las 00:30 hrs. de la madrugada del 3 de marzo su familia acudió a interponer la denuncia por la desaparición en Ciudad Nezahualcóyotl, Estado de México, pero ya que la última vez que se le vio fue en la Ciudad de México, la redirigieron a la Fiscalía Especializada en la Búsqueda, Localización e Investigación de Personas Desaparecidas (FIPEDE), donde finalmente el 3 de marzo se activó la Alerta Amber.
El 4 de marzo Roxanna visitó las instalaciones del C5 para revisar las cámaras de la colonia donde está la casa en la que se le vio por última vez, ya que esta es una de las primeras acciones que deben realizar las autoridades con base en el Protocolo Homologado de Búsqueda, además de que el Ministerio Público debe solicitar a la empresa telefónica el número IMEI del celular de la víctima, el tipo de plan de pago, si el número ha sido reasignado, así como las sábanas de llamadas con georeferenciación, registro de llamadas y mensajes entrantes/salientes de los 180 días anteriores al suceso hasta el momento de la petición.
Sin embargo, en el C5 le dijeron que las cámaras están descompuestas - algo muy común cuando las familias de personas desaparecidas solicitan las grabaciones - y no pudo obtener una imagen de Nahomi entrando al lugar o pasando por ahí. Asimismo, pese a que desde el 5 de marzo ya se cuenta con una orden de cateo que tendría que ejecutar la Policía de Investigación (PDI) en dicha vivienda, entre la falta de respuesta del arrendatario y que los policías no han acudido nuevamente al domicilio, esto no se ha realizado.
Ángeles cuenta que hasta el momento ni en la FIPEDE ni en la Procuraduría General de Justicia de la CDMX le han mostrado avances de la investigación, aun cuando la propia familia proporcionó pruebas sobre la persona que aseguran la tiene en contra de su voluntad, una mujer 17 años mayor que ella.
"Esta persona ya había tenido una denuncia por acoso hacia la niña, es una persona que sabemos tiene 32 años y que ya se había acercado a Nahomi con otras intenciones, entonces incluso se le hizo una sábana de llamadas a Nahomi y se dan cuenta que pues tuvo contacto ese día de la fiesta (...) Habían mantenido contacto a pesar de que ya tenía esa denuncia de acoso", asegura la tía de la menor, al tiempo que agrega que las autoridades dijeron que el último rastreo que hicieron de su teléfono indicaba que hasta el 3 de marzo no había salido del Edomex.
Además, Ángeles asegura que debido a la comunicación y confianza que existe con Nahomi, a la que describe como una niña que no sale todo el tiempo porque le gusta quedarse en casa y que prefiere tener pocos amigos, ella ya les había contado sobre esta situación al afirmarles que no quería estar con dicha persona.
Entre el miedo y la intimidación
"Nosotros tememos porque todos estos días digamos que han podido ser vitales incluso para la niña y pues los policías no hacen nada por entrar a este lugar, por ya empezar a tomar cartas en el asunto para que se genere un proceso legal contra esta persona", refiere Ángeles mientras respira con cierto cansancio tras días de búsqueda y desesperación por encontrar a salvo a Nahomi, a la par de sentir impotencia porque las autoridades no han siquiera cumplimentado la orden de cateo. Tampoco se ha llevado el equipo de peritos que la FIPEDE acordó llevar a la casa donde sigue el vestido de Nahomi junto otras pruebas.
A ese temor se suma la preocupación de sus familiares porque conocen a Nahomi como una niña introvertida y muy miedosa debido a que ella pide que la acompañen a todos lados aun cuando saben que también es "una niña muy inteligente y poderosa".
"Sabemos que le hicieron eliminar su Facebook, todas sus cuentas. La verdad es que se nos hace muy difícil imaginarnos a una Nahomi en un estado en el que no conoce, lejos de su familia, tal vez sola...", platica angustiada su tía.
Frente a esto, los familiares de la joven han dedicado día y noche a pegar carteles con su rostro en las calles, al igual que a buscar espacios en medios de comunicación para dar a conocer el caso con la esperanza de que su petición sea escuchada y atendida. Al respecto, Ángeles comenta que algunos funcionarios de las dependencias de procuración de justicia han buscado intimidar a la familia al saber que han dado entrevistas y que marcharon con otras familias de víctimas de la violencia de género en Cd. Neza el pasado 8 de marzo.
Aunado a esto, también se han enfrentado a la revictimización de los servidores públicos que en más de una ocasión les han dicho que seguramente "se fue con el novio", una aseveración que con la que algunos funcionarios evaden su obligación para con las víctimas.
La exigencia y la espera
A la pregunta de qué solicita la familia de Nahomi al gobierno estatal y federal ante esta situación, su tía responde que en primer lugar, las investigaciones deben hacerse con perspectiva de género y la debida diligencia porque "todo el tiempo se la pasan haciendo comentarios en los que nos culpan a nosotros directamente". Y añade que las denuncias tendrían que atenderse en tiempo y forma: "Nos piden presentarnos a las 3 y nos atienden hasta las 6. Siento como si estuvieran jugando con nosotros".
En tanto que al presidente Andrés Manuel López Obrador lo llama a no minimizar las cifras o dar mensajes como si las desapariciones de mujeres no sucedieran, de ahí que señaló que debería implementarse una Alerta por Violencia de Género a nivel nacional.
A Nahomi la esperan en casa su madre y su hermana que con el apoyo de toda su familia siguen buscándola, como lo confirma Ángeles: "Siempre la vamos a querer y la queremos cerca de nosotros como siempre ha sido. La extrañamos todos aquí, sobre todo sus sobrinitos y su primito. Esperamos verla muy pronto (...) nunca nos vamos a cansar de buscarla".
