Esthela Treviño G. @etpotemkin
Rompeviento TV 26 de septiembre de 2022
Hilo resumen de ideas y especulaciones
La reciente filtración en el Reforma sobre el informe sin testar de Ayotzinapa reviste varios aspectos y contextos que hay que resaltar y que van más allá de la mera filtración:
- Se presume que alguien de la FGR cuyo responsable, ya sabemos, es Gertz Manero, filtró el documento sin testar que le fue entregado.
- Ese alguien se lo filtró a una periodista.
- No de cualquier periódico, sino del Reforma.
- No a cualquier periodista del Reforma, ¿por qué a Peniley Ramírez?
- El filtrador y la periodista ¿son viejos conocidos?
- Queda claro que la periodista no obtuvo esa filtración como consecuencia de una investigación; en otras palabras, el hacerse de ese documento no testado no fue producto de un periodismo de investigación.
- La publicación de la filtración se da en el contexto de las cancelaciones solicitadas por la FGR de ciertas órdenes de aprehensión en contra de presuntos implicados en el caso de Ayotzinapa; algunos, los más, militares del 27 Batallón de Infantería y del 41 Batallón de Infantería con sede en Iguala.
- Se da también cuando un juez federal absuelve a José Luis Abarca de los cargos penales por su presunta participación en la desaparición de los 43 estudiantes.
- El 21 de este mes Alejandro Encinas denuncia que el juez Samuel Ventura Ramos ha emitido más de 120 libertades absolutorias en contra de imputados por la desaparición de los 43 estudiantes.
- La filtración y publicación se da justo en los días de con-memoria de los crímenes de Ayotzinapa cometidos contra 43 estudiantes. Los ánimos están en la cúspide, con protestas y agresiones en el ominoso Campo Militar No. 1, donde los militares repelieron con una tanqueta a periodistas y dieron el toque de ataque. Con manifestaciones ante un cerco desmesurado de fuerzas policiacas en las instalaciones de la FGR, para impedir el contacto de cualquier tipo; y manifestaciones en la embajada de Israel y protestas en la SRE.
- La filtración coocurre en un momento cuando los familiares de las víctimas de la llamada «guerra sucia» y de miembros de la Comisión para el Acceso a la Verdad el Esclarecimiento Histórico y el Impulso a la Justicia ingresan al Campo Militar No.1. Y esto es parte del ánimo ciudadano encendido, mucho más del de las familias y estudiantes de la escuela de Ayotzinapa.
- Asimismo, acontece en el contexto de un debate ya candente sobre la «militarización» o «militarismo» a propósito de enviar a la GN como otro brazo armado de la Sedena.
- Es interesante que la aprehensión de Murillo Karam, el creador de la infame e infamada «verdad histórica» no esté jugando un papel mitigante en todos estos hechos.
La filtración
A la difusión indebida de información confidencial o reservada, se le llama filtración, un arma de doble filo: indeseable y destructiva, piénsese en el caso de Debanhi Escobar, o reveladora y justiciera como en el caso de la justicia alcanzada por los familiares de Gertz Manero a causa de una venganza personal del propio Fiscal contra ellos.
Yendo más allá
A Julian Assange, fundador de Wikileaks —‘Wikifiltraciones’— se le considera un héroe, un activista deseoso de denunciar crímenes e injusticias de guerra; él sí hizo investigación. Tuvo a su propia filtradora, Chelsea Manning, quien actuó en conciencia, según sus propias declaraciones. Pero a Assange también se le tiene como villano y criminal, por autoridades de los gobiernos involucrados en hechos que denunció.
Volviendo acá
Debimos aprender, con el caso de la regiomontana Azucena Uresti conductora de un noticiero en Milenio Televisión, quien obtuvo indebidamente la segunda necropsia de la Fiscalía estatal de Nuevo León sobre la muerte de Debanhi Escobar y la hizo pública en un noticiero. Filtró una filtración.
Debimos aprender que esa filtración causó un enorme daño y perjuicio en contra de la causa penal, y de la investigación misma del caso, ya no digamos en contra de los padres de Debanhi y de una sociedad dolida y conmovida por el caso.
¿Fue cómplice Uresti de la Fiscalía? Recordemos aquel mensaje de Whatsapp que equivocadamente le envió al padre de Debanhi diciendo que apoyaba la versión de la Fiscalía de N.L. ¿Quién y por qué filtró el expediente?
Pues no aprendimos
Peniley Ramírez no aprendió. No quiso ni ver que podía propiciar que los inculpados, por ejemplo, acusen violaciones al debido proceso y que la investigación se podría ver afectada. Ni qué decir que revictimiza a las familias.
Aclaremos que Peniley Ramírez no publicó nada nuevo. Es decir, todos tuvimos acceso al informe en su momento, aunque con mucha información testada, o sea, deliberadamente tachada. A la periodista le hicieron llegar ese documento sin la información testada y eso fue lo que publicó.
Peniley Ramírez no hizo periodismo de investigación. La periodista justifica y reclama su ejercicio a la libertad de prensa. Pero, hay quienes sienten, como lo ha dicho Ingrid Urgelles en un tuit, que: “La libertad de prensa tiene límites, Peniley Ramírez los traspasó todos”.
En cambio, Arturo Ángel, periodista y escritor afirma, también en un tuit, cito: “Lo que revelan las comunicaciones entre criminales y autoridades de la noche de Iguala y los días posteriores es una historia que no conocíamos y es de enorme interés público. El trabajo de @penileyramirez hoy es doloroso pero necesario. Es periodismo hecho y derecho”.
¿Cometió un delito la periodista por divulgar información de una investigación abierta?
¿Quién filtró y por qué el informe que aún está bajo el escrutinio del GIEI?
Hay un tuit muy revelador donde Peniley Ramírez afirma, al responderle a una tuiternauta, cito: “Sí, lo confirma [la veracidad de la información] pero la amenaza de persecución a mi fuente es muy preocupante e indignante, la verdad, viniendo de un gobierno que ha defendido a Assange.”
Dejo la liga: https://twitter.com/penileyramirez/status/1573757949767520261.
Uno, la frase «su fuente», podría significar que es alguien a quien ella ya conocía. Dos, si hay una amenaza de persecución, es razonable sospechar que hay alguien que sabe o sabía que se filtraría el documento y, obvio, QUIÉN lo filtraría. Tres, el fraseo: “es indignante porque la amenaza viene de un gobierno” esconde una acusación contra el gobierno de la 4T, el que ha defendido a Assange.
Creo que es hora de retomar el tema de la libertad de prensa, a la que le subyace la libertad de expresión. Es decir, el tema del derecho humano a la libertad de expresión. Es un tema complejo muy estudiado, muy debatido en el ámbito del llamado discurso de odio, por ejemplo. ¿Es irrestricto ese derecho humano a la libertad de expresión, a la libertad de prensa? No. Sabemos que, por ejemplo, no se puede divulgar información confidencial sobre un asunto de seguridad nacional, ni en aras, claro, de la libertad de prensa.
El caso del informe filtrado, ¿es un asunto de ética o toca el borde de acto ilícito? Habría de incluir en la discusión, precisamente, el tema de la ética periodística.
También, es hora de tomarse ya en serio la impunidad. Esa impunidad que todo hace permisivo. Es casi ya automático que sintamos y pensemos que no va a pasar nada. No va a aparecer el filtrador. No va a haber castigo. No va a haber castigo para los perpetradores, sobre todo los altos jerarcas y mandos, en su momento, en el caso de Ayotzinapa, y ya hemos visto que tampoco para muchos “soldados rasos”.
¿Y para las víctimas de la Guerra Sucia? Ya hay señales de humo preocupantes.
La impunidad, la memoria machacante de ese dolor que muchos llevamos sobre los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa y que no se resuelve, nos tiene el ánimo en alerta, en una constante expectación y desasosiego.
Me parece que la falta de justicia, la impunidad, explican, en buena medida, por qué esa exaltación de ánimos, el agotamiento que se expresa en las protestas y manifestaciones y también, por qué pueden llegar a lugares donde no queremos.
¿Qué gana o ganó el filtrador?
¿Quién más gana?
¿Quién pierde?
P.D. Las filtraciones producto de espionaje ¿dónde caben en la discusión?
