Alejandro Saldaña Rosas
Sociólogo. Profesor Investigador de la Universidad Veracruzana
Twitter: @alesal3 / Facebook: Compa Saldaña
Mesa de opinión
Universidad Veracruzana: finanzas, educación y desarrollo
Este lunes 11 de abril en la ciudad de Xalapa se habrá realizado un hecho inédito en la escena política de Veracruz: los candidatos al gobierno del estado (para ocupar el cargo por dos años) dialogarán con integrantes de la comunidad universitaria de la Universidad Veracruzana (UV) sobre finanzas públicas, educación y desarrollo. Hasta donde tengo información, nunca antes se había llevado a cabo una reunión de esta naturaleza.
La mesa de opinión, que no debate, representa un momento de alta relevancia en la lucha de la comunidad universitaria por recuperar el dinero que debió haber sido entregado por el gobierno de Javier Duarte y que, como bien sabemos, simplemente no llegó a las cuentas de la institución. ¿Dónde están más de dos mil millones de pesos que el gobierno le debe a la UV? No lo sabemos y Duarte tampoco ha esclarecido el destino de esos recursos. El todavía gobernador difícilmente va a cubrir el enorme adeudo que tiene con la UV, por lo que no resulta ocioso buscar establecer compromisos y acciones con los candidatos, ya que alguno de ellos deberá hacer frente a los innumerables problemas generados por la “administración” duartista.
La UV está operando prácticamente con la mitad de su presupuesto, lo que tiene repercusiones muy graves, entre otras: problemas de mantenimiento de sus instalaciones, proyectos de ampliación de infraestructura física suspendidos, recursos científicos (laboratorios, por ejemplo) en riesgo por falta de insumos, grandes deudas con proveedores, limitación de la proyección institucional al nivel nacional e internacional, reducción de la matrícula, reducción de profesores de tiempo completo y por horas, y desde luego un debilitamiento general de la universidad para cumplir con sus funciones de docencia, investigación, difusión de la cultura y vinculación. De no revertir esta situación, la UV puede entrar en el corto plazo en franca agonía.
Hasta el momento de redactar estas líneas, seis de siete candidatos han confirmado su participación: Armando Méndez de la Luz, de Movimiento Ciudadano; Alba Leonila Méndez Herrera, del PT; Cuitláhuac García Jiménez, de Morena; Juan Bueno Torio, independiente; Alejandro Vázquez Cuevas, del PES; Miguel Ángel Yunes Linares, de la coalición PAN-PRD. Falta de confirmar Héctor Yunes Landa, candidato del PRI, Verde, Nueva Alianza y Cardenista.
No obstante las insistentes invitaciones, Héctor Yunes Landa no sólo no ha confirmado, sino inclusive no ha tenido la cortesía de denegar la convocatoria al diálogo. La vieja “cultura” autoritaria, vertical, de cerrazón al diálogo deja un claro mensaje: el PRI no entiende que Veracruz está en una profunda crisis en todos los ámbitos: económico, social, ambiental, cultural y sobre todo en materia de derechos humanos, de la que no va a salir más que por la vía democrática. No existe ninguna otra posibilidad: o salimos de este inmenso abismo de dolor y muerte por el camino de la democracia, el diálogo, la construcción de autonomías, o caeremos más y más profundo.
La respuesta de la comunidad universitaria a la iniciativa de la mesa de opinión ha sido muy entusiasta. Evidentemente muchos estudiantes y profesores no están enterados o no les interesa en lo mínimo, pero los sectores más críticos y propositivos han manifestado su interés por participar, tanto acudiendo a la convocatoria como enviando sus preguntas a los candidatos. He tenido la oportunidad de conocer algunas preguntas y puedo afirmar que son muy interesantes, profundas, inteligentes, como corresponde a una comunidad universitaria pensante y activa. En posteriores entregas de esta columna haré referencia a algunas de estas preguntas.
Por otra parte, el entusiasmo que ha suscitado la mesa de opinión convocada por el Colectivo en Defensa de la Universidad Veracruzana deja ver que los formatos institucionales de participación ciudadana en asuntos políticos y electorales, son sumamente rígidos y quizás hasta refractarios a las iniciativas que desde la sociedad se gestan. Lo que nos comentan muchos colegas, estudiantes y egresados es “qué buena iniciativa tuvo el Colectivo, ojalá hubieran más espacios así”. También desde luego existen las voces críticas que señalan que la mesa no es más que un espacio para darle vuelo a la demagogia, por lo que los resultados que se obtengan (cualesquiera que sean) no tendrán ninguna relevancia para la universidad, ni para la ciudadanía. No sabemos qué va a suceder, por lo que aventurar posibles resultados o peor aún, “ganadores” de la mesa de diálogo es pura especulación. No descarto en lo absoluto que haya quien pretenda levantarse como “ganador” de la mesa de diálogo, lo que de suyo es francamente ridículo. En fin, ya veremos.
Uno de los aspectos más interesantes de la mesa de opinión es el formato que dará encuadre al diálogo. No es un debate político ni un programa de televisión, sino un espacio mucho más cercano a la discusión académica. Veremos cómo se desenvuelven los candidatos en este escenario y sobre todo, cuál es su capacidad de respuesta a las agudas preguntas que han surgido de la comunidad universitaria. También, por supuesto, nos interesa conocer su posicionamiento ante la UV, la educación superior en el estado y desde luego como piensan pagar la inmensa deuda heredada de Javier Duarte.
Si hace unas semanas salimos miles y miles de universitarios a las calles, ahora es momento de procurar dialogar con políticos que suelen ser reacios a esta actividad. Estamos claros que el riesgo es alto: nos pueden tratar de marear con promesas huecas y falsos compromisos. No importa, lo sabemos bien y estamos preparados para ello. Lo que es un hecho es que por primera vez en la historia de Veracruz un colectivo de universitarios ha logrado sentar a la mesa a los candidatos a gobernar el estado. Y eso, visto desde una perspectiva democrática es algo. No mucho, pero algo.
