Ingresos de las y los Senadores: un mundo de privilegios extremos

Violeta Núñez Rodríguez[1]

 

La reforma electoral propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, denominada Iniciativa con Proyecto de Decreto por el que se Reforman, Derogan y Adicionan Diversos Artículos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en Materia Electoral, presentada el pasado 28 de abril, contempla entre otros, la reducción del número de Diputadas y Diputados de 500 a 300 y de Senadoras y Senadores de 128 a 96 (véase Cuadro 1).

Fuente: Cámara de Diputados, 2021[2]; Cámara de Diputados, 2022[3]

 

En este sentido, a fin de tener y compartir elementos para la discusión de la Iniciativa, en la entrega anterior a Rompeviento TV, titulada ¿Cuánto nos cuesta mantener a 500 diputadas y diputados?[4], presentamos la gran brecha de ingresos entre lo que percibe la inmensa mayoría de la población y las y los legisladores. Decíamos que un diputado o diputada tiene una percepción mensual (neta) de 74,994.77 pesos, en contraste con el salario mínimo que es de 5,186.10 pesos mensuales. Esta última realidad, decíamos, la viven más de 13.6 millones de la población ocupada de México (datos al último trimestre de 2021 -INEGI, 2022-[5]), quienes reciben 172.87 pesos diarios. En contraste, las y los diputados reciben 2,500 pesos al día, sin considerar otros ingresos que tiene, como los 45 mil pesos mensuales de apoyo para asistencia legislativa y los 28 mil pesos para atención ciudadana, cuyos ingresos terminan rondando los 5 mil pesos diarios. Sin embargo, esta brecha se amplía con creces, o mejor dicho, brutalmente, al comparar la realidad de millones de mexicanas y mexicanos, con los ingresos que reciben las y los Senadores, como lo veremos a continuación. Al respecto, cabe aclarar que los datos que presentaremos pretenden mostrar parte de lo que se vive, y ha vivido, en el Congreso de la Unión, es decir, no representa un ataque al trabajo de  todas y todos  los legisladores que en el ayer y hoy, algunos y algunas han desempeñado una gran labor en sus funciones.

Lo que pretendemos mostrar, es cómo se ha construido parte del sistema correspondiente al Poder Legislativo.

 

Sabemos que hablar de los ingresos de las y los senadores, implica “desnudar” una realidad de privilegios poco visible, pero sobre todo una realidad muy lejana para la inmensa mayoría de la población mexicana. Por esto agradecemos a las y los escasos senadores que nos brindaron su testimonio de los ingresos que reciben como parte de su labor, lo cual señalamos porque fue evidente que la gran mayoría las y los senadores, al saber que los consultaríamos sobre sus ingresos, tuvieron la siguiente actitud: o no nos proporcionaron la entrevista (muchos de ellos habían aceptado, y después decidieron no otorgarla porque implicaba decirnos sus ingresos) o nos solicitaron insistentemente quedar en el anonimato.

 

Dicho esto, iniciemos presentando y recordando brevemente la realidad que vive la inmensa mayoría de la población en México, porque será de gran utilidad para comparar con la realidad del Senado de la República. Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), 55.7 millones de personas se encuentra en una situación de pobreza, y de ellos, 10.8 millones viven en una situación de pobreza extrema (CONEVAL, 2020), lo que implica con severidad decir, que estos últimos no tienen los suficientes ingresos para comer. Al respecto, el CONEVAL señala que “las personas en esta situación disponen de un ingreso tan bajo que, aun si lo dedicase por completo a la adquisición de alimentos, no podría adquirir los nutrientes necesarios para tener una vida sana”[6]. El panorama es aún más severo si consideramos la “población con ingreso inferior a la línea de pobreza por ingresos”[7] (véase Cuadro 2), la cual asciende a 66.9. millones de personas (CONEVAL, 2020), población que vive, o sobrevive, con 109 pesos al día[8].

Aunado a esto, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 34% del total de la población ocupada (al primer trimestre de 2022), más de 19 millones[9], recibe hasta un salario mínimo, 172.87 pesos diarios (8.8 dólares por día). A esta población se agregan los más de 18 millones que tienen “más de uno hasta 2 salarios mínimos” (véase Gráfica 1). Esto significa que 67%, de la población ocupada, es decir, 37.5 millones de personas tiene ingresos extremadamente bajos, de hasta 345.74 pesos al día (o menos), para mantenerse o mantener a sus familias. No olvidemos que en muchos hogares este ingreso se tiene que dividir entre varios integrantes de la familia (tres o cuatro en promedio).

Fuente: Elaboración con base en INEGI, (primer trimestre, 2022).[10]

SM: Salario Mínimo.

 

Esta cruda realidad que viven millones y millones de mexicanas y mexicanos, no la viven las y los Senadores de la República. En términos de ingresos, viven una realidad que poco conocemos e imaginamos, aunque una parte esté publicada tanto en el Diario Oficial como en el portal de la Cámara de Senadores. ¿Cuál es esta realidad? De acuerdo con el “Manual de Remuneraciones de las Senadoras, Senadores, Servidoras y Servidores Públicos de Mando y Homólogos, y la información relativa al capítulo de Servicios Personales”, publicado en el Diario Oficial, el 28 de febrero de 2022, “la remuneración que perciben las Senadoras y Senadores por la representación política que ostentan”,  conocida como “dieta”, es de 105,600 pesos netos mensuales (Cámara de Senadores, 2022)[11]. Esto significa que reciben 3,520 pesos al día, un salario 2000% mayor al salario mínimo (véase Cuadro 3), que veíamos en la Gráfica 1, lo reciben más de 19 millones de personas.

Al año el ingreso tan sólo de la dieta de las y los senadores asciende a más de 1.2 millones de pesos, lo que implica que, a lo largo de su periodo de seis años, tendrán un ingreso de más de 7.6 millones de pesos. Sin embargo, este monto se puede duplicar, ya que de acuerdo con el artículo 59 constitucional “los Senadores podrán ser electos hasta por dos periodos consecutivos”, lo que significa que podrán mantener su cargo hasta por doce años, lapso que los llevaría a tener un ingreso (si fueran electos en los dos periodos), de más de 15 millones de pesos (véase Cuadro 4).

Pero esto es sólo el principio. A la llamada dieta se suma la gratificación de fin de año, cuyo monto corresponde a 40 días de dieta bruta. A partir de este dato, el último aguinaldo recibido por las y los senadores, en diciembre de 2021, ascendió a 202 mil pesos netos, a diferencia de los 3,200 pesos que recibieron millones de trabajadores (considerando el salario mínimo), a quienes por ley les corresponde 15 días de salario. Así para las y los Senadores, su gratificación es 63 veces mayor a la recibida por los millones de trabajadores cuyas percepciones corresponden a un salario mínimo (véase Gráfica 2). No obstante, no está demás decir que no todos los trabajadores reciben el aguinaldo. Por ejemplo, en diciembre de 2021, “el 37% de los trabajadores subordinados y remunerados”, no tuvieron acceso al aguinaldo según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (INEGI, 2021).

Aunado a esto, o mejor dicho, además, las y los Senadores tienen una bolsa de subvenciones de 300 mil pesos brutos mensuales[12], los cuales deben ser comprobados casi en su totalidad (solamente el 10% no se factura). De acuerdo con el Manual de Remuneraciones.., “no se consideran remuneraciones los apoyos y gastos sujetos a comprobación que sean propios del trabajo”. Sin embargo, este monto forma parte de los ingresos que pueden recibir las y los Senadores, únicamente comprobando los gastos. Frente a este ingreso, la pregunta que nos debemos hacer, es qué tan difícil es conseguir facturas, en un país con la historia que ha tenido México. La respuesta, sin demeritar el trabajo que ha realizado en este sexenio el Sistema de Administración Tributaria, la sabemos de antemano.

 

En este sentido, a la dieta de más de 105 mil pesos, se suman estos 300 mil pesos mensuales brutos que, aunque no es una remuneración, si constituyen parte de los ingresos posibles de algunos Senadores y Senadoras. Este recurso, denominado como “bolsa de subvenciones”, es, en teoría, para apoyo a los ciudadanos, logística, para viajes legislativos (viáticos), para gente que labora para las y los senadores, entre otros. Esto implicaría que los legisladores pueden llegar a tener un ingreso al mes de más de 405 mil y al día de más de 13 mil 500 pesos (Cuadro 4). Realmente esto parece una barbaridad, pero es parte de las realidades que se viven en el sistema legislativo.

No obstante, nuevamente tengo que decir que esto no es todo. Existen otros ingresos que se “destinan” para las y los Senadores que, aunque no implican recursos que les sean entregados directamente, si son para su beneficio. Uno de ellos es un monto de 100 mil pesos, llamado “bolsa de secretaria”, para contratar gente especialista o asesores, que estarán al servicio de las y los senadores, para el trabajo que desempeñan en las diferentes secretarias de las Comisiones Ordinarias en las que participan. De acuerdo con la información vertida por las y los Senadores, todos tienen al menos una secretaria en alguna de las Comisiones.

 

Pero los ingresos continúan. Existe otro recurso  conocido como “techo ordinario”, cuyo monto asciende a 200 mil pesos, y que también es destinado a los y las senadoras para la contratación de sus asesores o asistentes. Cabe enfatizar que tanto la “bolsa de secretaria” como el “techo ordinario” no son recursos entregados directamente a las y los legisladores, pero sin son para su labor que  realizan.

 

Además de las remuneraciones y de los otros ingresos, que no está demás señalar que son pagadas por el pueblo mediante su trabajo, también las y los senadores son beneficiarios del Seguro de Vida Institucional, el cual de acuerdo con el Manual citado y publicado en el Diario Oficial el 28 de febrero de 2022, además de que “tiene por objeto cubrir los siniestros por fallecimiento o incapacidad total y permanente… La suma asegurada básica será el equivalente a 40 meses de la dieta” (Senado de la República, 2022)[13]. Esto significa que el seguro puede contemplar una cantidad de más de 4.2 millones de pesos[14] (véase Cuadro 5).

Existen otros gastos que, aunque ya no son directamente para las y los senadores, son parte de la estructura y sistema de este órgano legislativo, y que insisto, todas y todos tenemos que pagar y mantener. Entre ellos el Secretario(a) General del Senado que recibe más de 105 mil pesos mensuales netos; el Tesorero(a), Contralor(a), Coordinador(a), cuyos sueldos oscilan entre los 101 mil a más de 104 mil pesos;  y los Directores(as) Generales, quienes puede tener una percepción de entre más de 84 mil pesos a más de 100 mil pesos. Estos últimos ingresos son adicionales de lo arriba señalado (véase Cuadro 6).

Fuente: Senado de la República, 2022[1].

 

En suma, los ingresos y gastos para las senadoras y senadores son montos que no corresponden a las realidades de las inmensas mayorías de la población. Frente a estas realidades de privilegios extremos, poco conocidas para la inmensa mayoría del país, y sobre todo, como lo he indicado muy lejana a la realidad de pobreza de más de casi 56 millones de personas y de miseria de casi 11 millones de mexicanas y mexicanas, es urgente y necesario, considerar como nación, la disminución del número de senadoras y senadores, quienes al igual que muchas diputadas y diputados, no todos afortunadamente, ven al poder legislativo como territorio de privilegios, frente a lo cual es necesario decir un ¡Ya basta!

 

[1] Profesora-Investigadora. Economista. Dra. en Desarrollo Rural por la UAM-X

[2] https://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/CPEUM.pdf

[3] http://gaceta.diputados.gob.mx/PDF/65/2022/abr/20220428-XI.pdf

[4] https://www.rompeviento.tv/cuanto-nos-cuesta-mantener-a-500-diputadas-y-diputados/

[5] https://www.inegi.org.mx/app/tabulados/default.html?nc=602

[6] https://www.coneval.org.mx/Medicion/Paginas/Glosario.aspx

[7] “… para el CONEVAL, una familia de cuatro personas que habita en una localidad con más de 2,500 habitantes se encuentra en situación de pobreza por ingresos si su ingreso mensual en octubre de 2020 es inferior a $13,133.30” (CONEVAL, 2020b). https://www.coneval.org.mx/SalaPrensa/Comunicadosprensa/Documents/Lineas_de_pobreza.pdf

[8] Considerando la definición, el ingreso y el número de integrantes por familia, que proporciona el CONEVAL. https://www.coneval.org.mx/SalaPrensa/Comunicadosprensa/Documents/Lineas_de_pobreza.pdf

[9] Esta cifra, implica 5.5 millones de personas más que en el último trimestre de 2021.

[10] https://www.inegi.org.mx/app/tabulados/default.html?nc=602

[11] https://transparencia.senado.gob.mx/obligaciones/LGART70/FRAC-I/15.pdf

[12] Información obtenida a partir de entrevistas a Senadores y Senadoras. Este monto puede variar dependiendo del Grupo Parlamentario.

[13] https://transparencia.senado.gob.mx/obligaciones/LGART70/FRAC-I/15.pdf

[14] Dato calculado a partir de la dieta neta, lo que implica el monto es mayor.

[15] https://transparencia.senado.gob.mx/obligaciones/LGART70/FRAC-I/15.pdf