Diálogos por la ciudad: una reflexión sobre la izquierda de la CDMX

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Edurne Uriarte Santillán

Rompeviento TV

23 de octubre de 2023

 

La carrera desde el partido Morena por coordinar las actividades en la Ciudad de México inició a finales de septiembre y está a días de concluir. Al momento tenemos cinco candidatos en la contienda del llamado «coordinador(a) de la transformación»: Mariana Boy, Clara Brugada, Omar García Harfuch, Hugo López-Gatell y Miguel Torruco. Esta elección es el primer paso para aspirar, desde dicho partido, a la jefatura de gobierno de la ciudad.

Como será de conocimiento de varios, me he expresado públicamente a favor de la candidatura del doctor Gatell —y me he sumado como voluntaria a diversas actividades en apoyo a sus recorridos—, y radicalmente en contra de la propuesta por Omar García Harfuch. Lejos de realizar un análisis de cada uno, estas palabras aspiran a compartir algunas impresiones que me resultan relevantes frente al proceso y la experiencia de presenciar algunas actividades realizadas por el doctor y su equipo.

Ha sido una sorpresa que el doctor Gatell optara por sumarse a esta encuesta interna. Las explicaciones que la gente y los medios dan son varias; entre ellas está la sospecha de que fue colocado para golpear el proyecto de Clara Brugada; o bien, que busca fuero para no hacer frente a sus «deudas» por las personas fallecidas durante la pandemia de COVID. Después de sumar elementos sobre su biografía familiar y el tipo de recorridos y de proyección que eligió sobre su persona, es difícil llegar a conclusiones como las anteriores.

Si bien nadie es responsable de las biografías familiares, sí lo somos de cómo las nombramos o reivindicamos. El doctor es nieto e hijo de las causas de la guerra civil española. Padre y abuelo, ambos médicos españoles; mamá mexicana, enfermera. De su familia aprendió y reivindica la imagen del pueblo de lucha español y la actividad de su padre para llevar la salud a las personas con mayor grado de pobreza. De su madre recuerda una familia de hombres obreros y mujeres a cargo de los cuidados del hogar.

El doctor Gatell es la primera generación nacida en México, alumno de una escuela formada por la comunidad española exiliada en la ciudad, el Colegio Madrid. Un colegio que actualmente es de clase media alta, pero que, en el tiempo de estudiante del doctor, tenía características muy distintas a las que conocemos actualmente. Un colegio similar, con origen de esa izquierda militante española, es el Colegio Luis Vives (una escisión del primero). En este entorno familiar y escolar, López-Gatell fue parte de grupos de alfabetización, que reunían a alumnos de diversas instituciones educativas para visitar comunidades lejanas y empobrecidas con el objetivo de enseñar a leer y escribir y contribuir así a su bienestar.

El otro detonante para la candidatura actual de Hugo López-Gatell fue el trabajo en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, en particular, la emergencia sanitaria de COVID-19. En alguna de las conferencias del presidente, López-Gatell mencionó que su profesor, el doctor Jorge Alcocer Varela, lo convocó al inicio del gobierno de AMLO por su experiencia en la emergencia sanitaria de H1N1, durante la presidencia de Felipe Calderón Hinojosa. Dicha precaución colocó a Gatell en una posición estratégica y en la figura principal de la pandemia por COVID-19. Más de 450 conferencias de prensa documentadas en la plataforma YouTube dan cuenta del trabajo realizado por la subsecretaría de Salud del gobierno federal y de numerosas dependencias federales y estatales.

A estos dos elementos podemos sumar el interés mostrado por diversas personas cercanas o de Morena, o bien, las reflexiones que pueden surgir después de un proceso tan exigente como lo fue la pandemia, e incluso, el conocer desde dentro al sistema político en medio de una crisis sanitaria como la que experimentó el mundo entre finales de 2019 y marzo de 2023. Lo cierto es que, al momento, no existen elementos que supongan un interés adicional del doctor Gatell por su aspiración a «coordinar los esfuerzos de la transformación en la CDMX» que los personales.

 

Diálogos sin mercadotecnia

A finales de septiembre, Hugo López-Gatell se sumó a la contienda por la representación de Morena en la Ciudad de México. Al momento, su registro —realizado en tiempo y forma, de acuerdo con las indicaciones del partido— llamó la atención de propios (al movimiento) y ajenos (opositores), sin demasiados aspavientos. Para esa fecha, en dos de los interesados, Omar García Harfuch y Clara Brugrada, ya había meses de trabajo previo y dinero evidentemente invertido. Por su parte, López-Gatell arrancó conforme lo indicado en las normas y propuso recorridos y reuniones a ras de suelo —evocando para muchos los inicios de AMLO—.

En poco más de 20 días, Gatell ha estado con académicos, grupos de mujeres, de la comunidad LGBT+, jóvenes, personas representantes de pueblos y barrios de comunidades indígenas —originarias y residentes—, colonos de la colonia Agrícola Oriental, entre otras reuniones, y ha realizado recorridos por la Ciudad de México. La característica central de estos encuentros ha sido el interés por oír a la gente y la retroalimentación; el doctor realiza una breve presentación y escucha a las personas que llegan a dichos encuentros.

En mi caso, llegué a la reunión con mujeres por invitación de una amiga. Ese martes, las mujeres señalaron una diversidad de temas relacionados con el feminismo; la seguridad; la violencia y desaparición forzada; la representación de Morena en alcaldías como Xochimilco y las formas de representación y de interacción con pueblos y barrios; las mujeres trans y sus derechos; el papel de la ética en la política, entre muchos más. De aquel día destaco al menos dos elementos. El primero, la capacidad de escucha del doctor López-Gatell y, con ello, la posibilidad de identificar inquietudes y problemáticas. Segundo, que, pese a la diversidad de temas y de mujeres, la afinidad de intereses y problemas en común es amplia, logrando también un reconocimiento y encuentro entre asistentes. En otras palabras, varias de las que estuvimos ahí nos llevamos algo también.

 

Los recorridos como experiencias políticas

Dudo que después de estos recorridos el doctor Hugo López-Gatell regrese a un hospital o al trabajo en una secretaría pública. Para muchos, el camino que inicia es apenas eso, el comienzo de una ruta que estamos por descubrir junto con él. Muy lejos de las lecturas de lo que he denominado «el corporativismo de la desinformación», es decir, los medios corporativos o mainstream (en inglés), estos días son un detonante para el doctor, y un llamado de atención para el partido político Morena, así como para sus simpatizantes y militantes, hacia la definición de izquierda y los pasos de aquello que defienden como transformación.

Hoy tenemos la experiencia de que es posible una contienda a ras de suelo, con ciudadanía no organizada de por medio. Es posible también realizar recorridos y eventos con mínimos recursos y sumar a organizaciones civiles y medios independientes. Además, sin críticas, pone en evidencia el gasto monumental que han implicado otras plataformas, tanto de Morena (Omar García Harfuch y Clara Brugada) como de otros partidos; pensemos, por ejemplo, en Santiago Taboada, Mauricio Tabe o Lía Limón. El doctor Hugo López-Gatell ha comentado ya, al menos en dos ocasiones, que tres espectaculares, para quince días, pagan mil vacunas de COVID. Además de que el doctor se negó a dicho gasto, el dato suma al malestar que produce cada barda, espectacular y manta pagada por quien sabe quién; gasto del que, nuevamente, ni Morena ni el PAN se hacen responsables.

Pensando en estos recorridos como experiencias políticas, la propuesta del doctor parece —a ojos de muchos— inalcanzable, aunque lo más deseable. Del mismo modo, igual que cualquier otra aspiración, no escapa a críticas o posibles inconsistencias; en este sentido se mencionan la falta de experiencia de gobierno y particularmente en la Ciudad de México; o bien, el recorrido mismo de Gatell cuestiona, para bien y para mal, la presencia y ausencia (sobre todo la segunda) de militantes de Morena y del partido en su conjunto. En este sentido, invita también a nuevas reflexiones acerca del papel que debe tener el partido político dentro del sistema de partidos, pero también hacia adentro, hacia sus propios procesos, a fin de ser efectivo promotor de la transformación que desea coordinar, tanto al interior como hacia el sistema político.

 

A modo de colofón: una primera reflexión sobre la izquierda de la CDMX

Se señalan los proyectos de Clara Brugada y de Hugo López-Gatell como aquellos con mayor dirección de izquierda. Del lado del doctor, hemos visto un poco sobre su biografía y el tipo de recorridos elegidos, en los que nunca faltan las menciones en este sentido.

El perfil académico y familiar del doctor Gatell contrasta con el de la economista Clara Brugada. Una izquierda más de la Ciudad de México: militante de movimientos y organizaciones barriales como la Unión de Colonos de San Miguel Teotongo, el Movimiento Urbano Popular y la Unión Popular Revolucionaria Emiliano Zapata. Fue también diputada local y senadora con el Partido de la Revolución Democrática y, además, maestra de una secundaria comunitaria.

Como vemos, un perfil muy diferente al del doctor Gatell. Por sus resultados en la alcaldía Iztapalapa, así como su cercanía a la trayectoria de Andrés Manuel en la Ciudad de México, se ha ganado el respaldo de una parte de la izquierda cercana a la clase media que también ha sido parte del camino de López Obrador. Artistas, intelectuales, académicos y políticos han expresado su apoyo por medio de dos cartas, firmadas y publicadas en La Jornada. A diferencia de estas cartas, gente interesada en apoyar al doctor Gatell firmaron y publicaron a través de un medio digital —Intervención y Coyuntura— un manifiesto de apoyo; días después surgió una segunda iniciativa de un grupo de estudiantes, publicado por el medio digital Izquierda Revolucionaria.

De esta manera, ambos perfiles van acompañados tanto de sectores populares como de clases medias de izquierda, así como de luchas sociales y civiles. Será interesante seguir esta pista de las configuraciones que rodean a ambos grupos para conocer un poco más sobre la izquierda activa y así autodenominada de la ciudad.

 

 

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