De mujerazgos

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Esthela Treviño, @etpotemkin

Rompeviento TV, 7 de febrero de 2023

Harry Grant Dart, "¿Por qué no llegar al límite?", Edición del 18 de marzo de 1908 de la revista Puck.

 

Recomiendo muchísimo el blog http://www.thehistoryblog.com/archives/28993, sobre ese cartón de Grant Dart y cuya liga he dado aquí en el texto —en pro de quienes escuchan el podcast, explicito la obviedad—.

 

Preludio

Feminismo, sexismo —andro y gine -centrismo—, misoginia y misandria, mujerismo, introduzcamos, por último, hembrismo. Todos estos -ismos, sin apellido (ej., feminismo blanco) tienen de trasfondo un contexto cultural, social, político, económico y religioso en torno a los ingredientes esenciales, la sal y pimienta: género y sexo.

No es este el espacio, ni yo la experta, ni el objetivo principal del artículo cubrir todos esos -ismos como lo exige la necesidad del saber y la concienciación. Pero, de todos ellos, el feminismo y el mujerismo, no el latinoamericano, sino el de latinas y chicanas en Estados Unidos, representan movimientos; el feminismo claramente persigue la liberación, emancipación, igualdad, respeto y dignidad de la mujer. Desde luego, el feminismo es más que eso, podríamos decir que es una filosofía de vida.

¿Género: femenino; sexo: mujer?

Esa es una gran pregunta que merece una más gran respuesta y que no abordaremos aquí, hoy. Son de esas preguntas que hay que lanzar para que se vayan marinando y cociendo lentamente.

Aquí, otras cuestiones para irlas desmenuzando:

  1. Si usted piensa que feminismo es lo opuesto a machismo, piense otra vez. En todo caso, como ya se ha dicho, sería algo como «hembrismo»: un machismo ejercido por mujeres sobre los hombres.
  2. El feminismo es una filosofía, una ideología, una lucha, un movimiento para destruir, erradicar un estado de cosas, un sistema opresor patriarcal. El machismo claramente no lo es.
  3. El “feminazismo” tampoco es un feminismo radical. El feminazismo es un misoginismo exacerbado, en todo caso, que estereotipa como feas, gordas, violentas, masculinizadas, todo un bloque negro, a mujeres...violentas. En nuestro medio, cada encapuchado en una manifestación, es ya de facto una feminazi. Las mujeres violentas son mujeres violentas, punto. Y no son nazis por definición.
  4. El mujerismo y, acoto, el que se ejerce en el mundo de América Latina, pero también en la Península Ibérica, es una amenaza más letal para el feminismo. La acotación es pertinente porque en los Estados Unidos hay un movimiento mujerista, paralelo al womanista, que parte de ideologías teológicas y que surge en contraposición al feminismo «blanco» que no ve ni a las mujeres negras ni a las latinas y chicanas.

 

El mujerismo nos pone en la cuerda floja. ¿Nos?

A reserva de que usted investigue por sí misma, por sí mismo sobre el tema, haré una “presentación” gros-era, de grossus, ‘grueso’ de este concepto.

Breviario histórico. Sin entrar en detalles, en los años 70 del siglo pasado, el término mujerismo se utilizó, por primera vez, al parecer, cuando las mujeres peruanas lo usaron para disociarse de movimientos feministas. Según Bryant-Davis y Comas Díaz (2016), por ese motivo mujerismo y mujerista adquirieron un significado negativo en Latinoamérica. [1]

En Estados Unidos, la poeta, autora de El color púrpura, Alice Walker escribe en el libro En busca de los jardines de nuestra Madre: prosa mujerista, una profunda y poderosísima revelación, cito, «[...] comencé a entender cuán sola está la mujer, por su cuerpo». Esta poeta acuña a principios de los 80 del siglo 20, Womanism, (‘mujerismo’) en inglés, para englobar la lucha de las mujeres negras «comprometidas con la sobrevivencia e integridad» tanto de hombres como de mujeres (de color). [2]

De nuevo, sin entrar en detalle, el concepto womanism ha sufrido transformaciones, pero está muy identificado con movimientos teológicos de las mujeres negras quienes, además de sexismo y machismo, sufren racismo y distintas formas de violencia y desigualdades que las mujeres blancas.

Mujerismo

El mujerismo es una especie de revanchismo femenino, una postura en pro de la “supremacía” femenina sobre la masculina, una postura donde las mujeres, por el hecho de serlo, son mejores, más buenas, justas y demás que los hombres, una mezcla de doña Bárbara, Marie-Curie y Madre Teresa, o donde cada uno de estos estereotipos es un emblema mujerista.

Sí, al igual que con el feminismo, sucede que no hay un solo tipo de mujerismo. Vistas así las cosas, se antoja que el mujerismo constituye mujerazgos; sectas, tribus o sociedades de mujeres, amazónicas unas, misioneras otras, heroicas todas, prácticamente impermeables a cualquier consideración igualitaria con respecto a los hombres.

«El mujerismo es la más pulida estrategia que el patriarcado ha creado para debilitar el frente feminista y reforzar la imposición de las mujeres de definirse por esa regla castradora que es lo "femenino"». «Las mujeristas[...] aluden al género para enfrentar el sexismo que ellas mismas practican», afirma Shangay Lily, 2013. [3]

En 2011, en un artículo en Proceso, Marta Lamas, junto con Sara Sefchovich —cuyo libro ¿Son mejores las mujeres? se publica ese año— advierte en contra de «esa enfermedad del feminismo» que es el mujerismo. De ese libro que reseña, Lamas escribe, cito:

La crítica que hace sobre el conservadurismo, las mujeres enemigas, el oportunismo y la complacencia femeninos, las debilidades de una postura política que reproduce lo que critica (el sexismo al revés) y la omnipotencia presente en el anhelo de ser supermujeres están desarrolladas con lucidez. Una conclusión que se desprende es que si las personas feministas (hombres pro igualdad incluidos), con su variedad de tendencias y expresiones, demuestran ser incapaces de hacer frente al mujerismo, no se podrá revertir la desintegración del mensaje radical y esperanzador del feminismo. [4]

El tema del mujerismo es pertinente siempre, y ahora se hace presente a raíz de comentarios que se suscitaron en la “Mesa de Académicas” del martes 31 de enero en el noticiario Momentum, surgidos de los hechos en torno a Sandra Cuevas, alcaldesa de Cuauhtémoc. La discusión se llevó, ya muy avivada, hasta las redes sociales.

Ingrid Urgelles, participante de dicha Mesa, escribe un tuit ese mismo día para alertar sobre un fenómeno que cada vez se ve más: una aparente confusión con lo que es y no es feminismo (así, sin el artículo definido). Apoyar a cualquier mujer «sin mirar a quién» no es feminismo. Apoyar o no levantar la voz en contra de una mujer que violenta los derechos de las personas, mujeres incluidas, por el hecho de ser mujer, no es feminismo. La cito:

De la discusión q[ue] hoy se generó en @RompevientoTV respecto d[e] Sandra Cuevas: feminismo no es apoyar a todas las mujeres independiente de su ideología y comportamiento. Cuevas ha atacado y asediado a las colectivas feministas del Parque Río de Janeiro para intentar sacarlas de ahí.

Sus políticas son clasistas y racistas y actúa desde la violencia. Incita a la agresividad con sus palabras y actos. Cuestionar su capacidad como funcionaria pública en nada se opone a ser feminista. Apoyar a las mujeres, sea quien sea y sin distinción ideológica, es un error.

Lo q exigen es una especie de "mujerismo" donde tendríamos q defender a gente como Nancy Pelosi, Margaret Tatcher, Íngrid Olderöck, a las panistas, etc. Es no entender cómo funciona el feminismo [...].

 

Es justo sobre lo que nos advierte Ingrid, lo que apreciamos en comentarios como los siguientes, que cito como marco ilustrativo para contribuir a la discusión:

  1. «[...] el próximo 2 de enero buscaré con mi propuesta, que por primera vez en la historia de nuestro país la Suprema Corte de Justicia de la Nación sea presidida por una mujer.» Yasmin Esquivel Mossa. Liga [5].

O sea, una propuesta tal que solo una mujer, y por primera vez en la historia de este país, pueda triunfar consiguiendo la presidencia de la SCJN: porque ¿nada más una mujer puede hacer una propuesta fenomenal?

  1. «Es muy importante para México que haya una mujer presidenta de la Suprema Corte, aseveró la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, en referencia a la elección de Norma Piña para ese cargo», porque defiende los derechos humanos de las mujeres: «Esos temas, evidentemente, dependen de cada uno de los ministros, pero creo que es importante que sean temas que quedan(sic) en resguardo de una mujer”. [6]

¿En resguardo? ¿Qué decir de una mujer como, p.ej., Rosario Piedra?: presidenta de la CNDH, tan sumisa a los deseos o mandatos presidenciales y tan leal a un presidente quien antagoniza con el feminismo. ¿El compromiso con los DDHH y la justicia, está reservado a las mujeres? Que lea a Abel Barrera.

  1. «Yo voy a votar por Claudia porque ya nos toca a las mujeres, porque podemos con eso y más». BethM. Usuaria de Twitter, septiembre de 2022.

¿Porque es mujer? ¿Y eso, qué garantía es? ¿No están las dictadoras recientes de Perú y Bolivia para contraargumentar?

  1. «Fui el primer gobernante de México, esto le va a molestar mucho a los adversarios cada vez que presumo, que formé un gabinete donde la mayoría de los secretarios eran mujeres”. López Obrador.

En esa misma mañanera, del 25 de noviembre del 2021 dijo que «el compromiso es el de protegerlas, el de no dejarlas en el desamparo». Pobres mujeres indefensas...

La paridad de género no es feminismo. Además, nombrar mujeres de probada lealtad hacia el presidente, virtud que el mismo valora más que nada, no habla de un feminismo. Muchas de esas mujeres son y han sido sumisas a las disposiciones del presidente: las secretarias de la SEP—actual y anterior—, una clara muestra. La propia Jefa de Gobierno tuvo que hacerse a un lado en lo de la L12 del Metro, y en otros asuntos más.

  1. «Ya salieron las feministas a defender a #LadyCositas [Gutiérrez Muller]?». G.M.tuby, Twitter 11/01/23

 

Este tuit merece un artículo aparte que aborde, además del racismo, y de este en el feminismo, el trasfondo de ese «ya salieron las feministas a defender» que empuñan tanto mujeres como hombres. En esta ocasión no sé si G.M.tuby4 (lo escribo con las iniciales solamente) es hombre, mujer o de otra identidad. Encierra, ciertamente, una provocación.

Hablo de racismo porque Irma Pineda, poeta binnizá, escribe un tuit donde acusa a Gutiérrez Muller quien, en la exhibición Miradas originarias que se dio «en el marco de la X Cumbre de Líderes de Norte América», véase la liga [7], hizo el comentario del cual muestro imagen, para que no alberguen sospechas en cuanto a la veracidad de lo que digo (de lo que ya he recibido acusaciones antes):

No diré más del tuit aquí, que tuvo una enorme respuesta en Twitter.

Lo que me interesa es señalar que esa cantaleta «ya salieron las feministas a defender» es quizás el mejor ejemplo de esa confusión de la que habla Ingrid entre feminismo y otra cosa que no es feminismo. En este caso cabe conjeturar que quienes defiendan a Gutiérrez Muller serían racistas; quienes no la defiendan, no serían feministas; que habrá feministas racistas (sí las hay); que habrá feministas no sororas, entonces no son feministas. Etcétera.

 

Finale

Mi intención con este artículo es dejar la mesa puesta para sentarnos a seguir la conversación, discusión, debate. Sentémonos con Doña Bárbara, con Sor Juana Inés, con Marie Curie, con Santa (de la novela de Federico Gamboa), con quien ustedes decidan que son o no son “verdaderas” feministas.

¿Qué sí debiéramos entender por feminismo, independientemente de los “apellidos”?

 

Les dejo aderezo:

Proverbios 21:19 Más vale habitar en el desierto que con mujer pendenciera y de mal genio.

 

 

[1] T. Bryant-Davis & L. Comas-Díaz (eds.), 2016. Womanist and mujerista psychologies: Voices of fire, acts of courage American Psychological Association, pp. 3–25,.

[2] Alice Walker, In search of our Mother’s gardens: Womanist prose. Se publica por primera vez en 1983. Mariner Books, 2004.

[3] Shangay Lily, 2013, “Mujerismo no es feminismo, ni hembrismo”, Público, blog.

https://blogs.publico.es/shangaylily/2013/07/14/mujerismo-no-es-feminismo-ni-hembrismo/

[4] Marta Lamas, «¿Son mejores las mujeres?», Proceso, 16 de diciembre de 2011.
https://www.proceso.com.mx/opinion/2011/12/16/son-mejores-las-mujeres-96293.html

[5] Yasmín Esquivel Mossa, Twitter, en su «Posicionamiento de la Ministra Yasmín Esquivel Mossa sobre el supuesto plagio de su proyecto de tesis» 25/12/2022.

[6] Andrea Gómez, Contralínea, 3/01/2023.

[7] Exposición «Miradas originarias» https://inah.gob.mx/boletines/la-exposicion-miradas-originarias-muestra-a-destacadas-defensoras-de-pueblos-indigenas-de-mexico-y-canada

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