Contexto de Corral

1 noviembre, 2021

Federico Anaya Gallardo

Importa que al evaluar biografías políticas jamás olvidemos su dimensión colectiva. Por eso es que cada muerte en nuestra generación es un vigilante menos de nuestros compromisos. El bardo popular mexicano cantó que “no hay que llegar primero, sino hay que saber llegar”. Saber llegar es llegar juntos y juntas, como colectivo. Esto es probablemente el milagro más notable del Octubre Rojo y es lo que en México recordamos mejor de la gran generación Liberal de 1850-1890. Con esta luz-guía, te propongo regresar al caso de Javier Corral Jurado, lectora.

Cuando hace dos semanas repasé la lista de las personas que confiaron en el adolescente reportero de Juárez no hacía yo más que puntear un fenómeno mayor. Te dije que Ciudad Juárez bullía y que el Estado grande había sido atravesado desde 1965 por una generosa efervescencia revolucionaria. Y esto no es cosa del pasado. A principios de 2021, Víctor Quintana Silveyra, entonces precandidato a la gubernatura por MORENA, declaró a Norte Digital : “Tenemos un movimiento de mujeres muy vigoroso y robusto a nivel nacional. Un movimiento de derechohumanistas de los más importantes del país. Un movimiento de defensa del patrimonio familiar como es El Barzón o el Movimiento Democrático Campesino.. el Frente. Entonces, a nivel de organizaciones sociales, tenemos movimientos muy dinámicos, muy vigorosos. Por eso yo no creo que Chihuahua sea conservador, sino que más bien se ha quedado con una versión de la Izquierda autoritaria, dogmática, estatista, que hay que desterrar. Hay que tener pedagogía con la sociedad, hay que tener un estilo bueno de comunicar las cosas.” (Liga 1.)

Quien esto declara es un sociólogo chihuahuense comprometido con las causas sociales desde el trabajo de base con la iglesia postconciliar tanto en Chihuahua como en Jalisco y luego en las aulas de la recién fundada Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Quintana ha participado en las luchas democráticas al lado del ingeniero Cárdenas en el antiguo DF (hoy Cdmx, mañana Anáhuac) y fue fundador de MORENA en Chihuahua. Pero también fue, durante tres años y medio de la Administración Corral (2016-2020), el secretario de desarrollo social chihuahuense. Su apoyo a Corral le ganó una resolución de la Comisión de Honestidad y Justicia del partido –que él argumenta que nunca se ejecutó. En 2021 aún era parte del padrón partidista tal y como este estaba registrado en el INE y, al parecer, fue readmitido por el presidente morenista Alfonso Ramírez Cuéllar (fundador de El Barzón en los 1990s).

Quintana no es la única persona decente que se sumó al corralismo. En Mayo de 2017, en el octavo mes de su mandato, el nuevo gobernador nominó como consejera de la Judicatura chihuahuense a la feminista Luz Estela (Lucha) Castro Rodríguez. La Red Todos los Derechos para Todos, en representación de las organizaciones no gubernamentales de derechos humanos, aplaudió el nombramiento. (Liga 2.) Las barras de abogados conservadoras lo execraron. (Liga 3.) Lucha Castro venía de la lucha para lograr justicia a las muertas de Juárez, es fundadora de varias colectivas y antes de asumir esa responsabilidad, había puesto en jaque decenas de veces al aparato de “justicia” del Estado grande. Los conservadores criticaron que, al ser nominada, tuviese más de 65 años de edad. Pero agregaban que Lucha “no tiene el perfil ni los atributos para desempeñar [ese] cargo”. Entre otras cosas, denunciaban que Lucha había “participado en infinidad de procedimientos judiciales ... que solo se han promovido para entorpecer y dilatar ... mostrado una conducta pública que no corresponde a quien se desempeñe como Consejera de la Judicatura del Estado, pues mediante acciones violentas e ilegales, ha impedido la ejecución de resoluciones judiciales firmes, e incluso, ha realizado y alentado vejaciones físicas y verbales en contra de Abogados postulantes y Funcionarios del Poder Judicial, desconociendo de tal manera la función primordial del Poder Judicial, que lo es ser un Poder estabilizador cuando se rompe el orden jurídico, desconociendo incluso pilares como la seguridad jurídica y la supremacía de la ley”.

Traducción: Lucha entorpecía y dilataba la legalidad de los poderosos promoviendo amparos y defensas para las oprimidas. Lucha apoyaba manifestaciones y protestas que (obvio) eran consideradas “violentas” por quienes creen que el Derecho sólo debe proteger a las élites “bien educadas”. Lucha, efectivamente, desconoce la “función” del poder judicial como “estabilizador” y cree que debe construirse como un instrumento de Justicia y Equidad. Lucha Castro, aunque no era parte de la Administración Corral, sí aceptó ser la consejera representante del poder ejecutivo en el Consejo de la Judicatura chihuahuense. Lucha permaneció en el encargo dos años –sufriendo constantes ataques del “foro” conservador.

Te comento, querida lectora, un tercer ejemplo de inesperada militancia corralista. Irma Villanueva Nájera, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Ejecutiva del Sistema Estatal de Atención a Víctimas desde Marzo de 2017 hasta el fin de la Administración Corral. Su trayectoria era impecable, abogada por la Universidad Autónoma de Chihuahua, hija de un campesino y de una enfermera, defensora de los derechos sociales desde muy joven en la legendaria ONG chihuahuense de derechos humanos, la Comisión de Solidaridad y Defensa de los Derechos Humanos (COSYDDHAC) y luego litigante en el sistema interamericano de derechos humanos. (Liga 4.)

El trabajo de estos cuadros progresistas en el corralismo estuvieron a la altura de las expectativas. De acuerdo a cifras de CONEVAL, Chihuahua abatió los niveles de pobreza de 30.6% en 2016 a 25.3 en 2020 (Liga 5) y aumentó ligeramente la recaudación fiscal (cosa extraña en el resto de las entidades federativas). La atención de Corral a las demandas de las mujeres fue seria y fue de los pocos gobernadores que ha colaborado seriamente en las Alertas de Género que se han decretado en el Estado.

Sin embargo, el mejor testimonio de la seriedad de este colectivo progresista que abrazó la causa de Corral en 2016 son las opiniones de sus oponentes. Ya vimos lo que opinaban los “colegios de abogados” de Lucha Castro. En Febrero de 2021, un comentarista chihuahuense de Derechas, Luis Villegas Montes, señalaba que si “Gana Maru, Ganamos Todos”. Corral acababa de perder en su juego de detener a la exalcalde de Ciudad Chihuahua y esta era la abanderada del PAN. Villegas escribió que el gobernador saliente tenía “tiempo para rectificar, reinventarse y reconocer que todo lo que hizo, todo, estuvo mal. Quizá sea su última oportunidad. / Sin embargo, porque lo conozco y sé que Gabino Barrera es su Malverde de cabecera, este descalabro solo va a servir para ofuscarlo —aún más— y desear que, con las naves, se hunda la tripulación al completo. Javier, a partir de hoy, se queda solo; acompañado, tal vez y solamente, por esas gentes de izquierda a quien tanto fortaleció desde el arranque de su administración, con Lucha Castro y Víctor Quintana a la cabeza”. (Liga 6.)

Si Corral es la demostración de que la corrupción de lo mejor es lo peor (Gregorio Magno dixit), las preguntas que ahora debemos hacer son (a) por qué su coalición incluía elementos progresistas como Quintana, Castro y Villanueva; (b) por qué los buenos resultados de estos elementos no fueron capaces de asegurar al corralismo popularidad; y (c) por qué Corral terminó echándose a los brazos de un sector notoriamente más conservador del PAN –apoyando a Gustavo Madero.

La primera pregunta se responde, en principio, por la conformación general que tuvo en Chihuahua la oposición social anti-priísta. Hace dos semanas hablamos aquí de los trabajos de la Iglesia católica popular en el Estado que araba tierra fecundada por la lucha guerrillera. Quintana y Castro vienen de esas jornadas. El COSYDDHAC de Villanueva es el legado de esa saga. Pese al compromiso y el trabajo serio de estos elementos del corralismo, el adolescente reportero terminó sus días de gobernador como uno de los mandatarios estaduales peor evaluados. De acuerdo a Mitofsky en Agosto de 2021 sólo el 29.4% de los habitantes le apoyaban, mientras que 70.4% estaban en desacuerdo. (Liga 7.)

Por qué Corral terminó aliado con Madero es otra historia –que sospecho será como la de otros muchos girondinos– pero deberá contarse en otra ocasión.

Ligas usadas en este texto:

Liga 1: