A dónde vamos…

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Federico Anaya Gallardo

 

Querida lectora: te he cansado estas semanas con historias de candidaturas, tapados y corcholatas en vista de que la sucesión presidencial de 2024 lleva abierta dos años y aún promete nuevas sorpresas. No soy el único que habla del tema. Míra los cartones de Alarcón en El Heraldo de México. El 15 de Agosto de 2022, el monero retrató a tres corcholatas sufriendo los embates de las lluvias –una de ellas, de guayabera tabasqueña, con el agua hasta la cintura. Mientras, Corcheal flotaba feliz en la inundación. (Liga 1.) Una semana más tarde, el mismo caricaturista nos muestra a un “destapador” frente a un “murote” explicándole a los cuatro candidatos que “agradezcan que les quité un murillo”. Alarcón los pone en una pista de obstáculos a la que ha pintado “Rumbo al 2024” (obviedad innecesaria). Las tres corcholatas y el corcho vienen saliendo de la inundación y a todas se les ve preocupadas. (Liga 2.)

 

Por otra parte, lectora, lée la columna “Serpientes y Escaleras” de uno de los comentócratas más leídos de El Universal, Salvador García Soto. (Liga 3.) El 24 de Agosto de 2022 su columna recapituló “La historia de la corcholata favorita” que contó el presidente López Obrador en La Mañanera del día previo (23 de Agosto, Liga 4, 1:00:00 y ss). El centro de la anécdota nos llevará de nuevo al pasado –pero recuerda: no hay modo de discernir el futuro sin revisar lo que ha ocurrido.

 

En 1975 vivimos uno de los momentos cumbre de la Presidencia Imperial mexicana. Todomundo asumía que El Tapado era el secretario de Gobernación Mario Moya Palencia (1933-2006). Había razones para esta poderosa hipótesis: en cuatro de las cinco sucesiones anteriores el nominado fue el señor de Bucareli (la excepción fue López Mateos que era secretario del Trabajo). Hay muchas anécdotas de cómo el licenciado Moya ya estaba preparando su campaña.

 

De pronto, y para escándalo de Todomundo, el secretario de Recursos Hidráulicos, Leandro Rovirosa Wade (1918-2014), declaró que había siete precandidatos con posibilidades y no uno solo. Cuando años más tarde Castañeda entrevistó a Echeverría, le preguntó si Rovirosa había actuado bajo órdenes de él. El expresidente contestó escuetamente: “No, no hacía falta.” (La Herencia, 1999, p. 79.) Entre los seis nuevos aspirantes estaba el secretario de Hacienda, José López Portillo (1920-2004) –quien finalmente resultaría el nominado.

 

La apertura de un abanico de siete opciones no alteró de inmediato la situación. En las fiestas patrias de aquél 1975 se invitó a personalidades internacionales y cada uno de los siete aspirantes recibieron la encomienda de atender a alguna de las visitas. López Portillo acompañó a Raúl Castro. Existe un noticiero cinematográfico del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic) en el que se reporta la visita. (Liga 5.) El newsreel cubano muestra al presidente Echeverría y lo presenta como digno heredero del presidente Cárdenas, subrayando las coincidencias entre los regímenes de Habana y ciudad de México. López Portillo no aparece en ninguna parte, pero Santiago Álvarez, el director del noticiero, se cuidó mucho de que apareciese Moya Palencia durante la recepción de El Grito en Palacio Nacional. El secretario de Gobernación seguía siendo el favorito.

 

De acuerdo a Andrés Manuel, habría sido en esa recepción del 15 de Septiembre de 1975 cuando Raúl Castro y López Portillo se encontraron con el secretario de Recursos Hidráulicos: “cuenta el ingeniero … [que] López Portillo le dice: ‘Este es el ingeniero Leandro Rovirosa, secretario de Recursos Hidráulicos’, entonces Raúl le dice: ‘Ah, el destapador’, y entonces el ingeniero dice: ‘Sí, y esta es mi corcholata favorita’, señalando a López Portillo, y le atinó”.

 

Nóta, lectora, que en el momento de la anécdota Rovirosa aún no sabe qué va a decidir Echeverría. Sólo conoce que el presidente desea tener alternativas a Moya Palencia. (En la entrevista de La Herencia, Echeverría declaró a Castañeda que Moya, Porfirio Muñoz Ledo y Carlos Gálvez Betancourt siguieron siendo fuertes opciones hasta el final.) Pese a ello, el “destapador” aventuró su preferencia personal. Los cubanos no le creyeron. Por eso en el noticiario del Icaic se incluye una imagen de Moya y ninguna de los otros seis precandidatos.

 

Regresemos a Salvador García Soto. El columnista subraya que la lección de Historia del presidente López Obrador fue “para remarcar que cuando todos veían a Mario Moya Palencia como el gran favorito, el ya casi ungido por Echeverría, al final el Presidente sorprendió a todos al elegir como su sucesor a José López Portillo.” En otras palabras, López Obrador reitera que en la sucesión de 2024 puede ocurrir cualquier cosa y que nadie tiene asegurado nada.

 

García Soto refiere también que el actual presidente volvió a insistir en que él no será quien escoja y que apoyará a la persona que el movimiento morenista designe como más popular a través de encuestas. El columnista de El Universal desprecia esta última declaración como demagogia. (¿Notas cómo la comentocracia asume como válido sólo lo que conviene a sus lecturas?) Yo creo que todas las partes del mensaje de AMLO son sinceras y que, por lo mismo, estamos viendo nacer un mecanismo de sucesión inédito.

 

¿Cómo es ese mecanismo? En algo hay acuerdo: la incertidumbre. Los dos cartones de Alarcón que he mencionado nos dicen esto. Los cuatro aspirantes más conocidos (Sheinbaum, Ebrard, López Hernández y Monreal) deben capotear las varias tormentas de la inestable política mexicana. Tendrán suerte muy diversa. Las crisis específicas irán desnudando sus defectos y revelando sus virtudes. Se trata de una carrera de obstáculos y el resultado no está claro.

 

El papel del presidente no está claro. La cultura heredada de 65 años de Presidencia Imperial nos empujan a creer que López Obrador es el “gran elector”. Él insiste en que sólo seguirá lo que el movimiento morenista decida democráticamente. Los tradicionalistas se equivocan porque olvidan que el “dedazo” sólo era posible porque el candidato del partido oficial necesariamente ganaría la elección constitucional. En 2000 Labastida quedó en segundo lugar ante Fox. En 2012 Vázquez Mota quedó en tercer lugar ante Peña y López Obrador. En 2018 Meade quedó en tercer lugar ante López Obrador y Anaya Cortés. En el último cuarto de siglo, la única ocasión en que el partido oficial ganó la presidencia fue en 2006 –y eso, con un resultado disputado por una mitad del país que alegó fraude electoral.

 

Dado que MORENA aparece como poderoso favorito a ganar la elección de 2024, parecería que la persona que nomine ese partido seguramente triunfará. ¿Esto reinstituye el “dedazo”? No necesariamente.

 

La Oposición parece incapaz de presentar una alternativa viable. Pedro Ferriz de Con ha pedido la intervención (¿mágica?) de Carlos Salinas de Gortari. Joaquín López Dóriga lleva semanas clamando en el desierto y regañando a los opositores por no construir una alternativa viable al obradorismo. Al presentar en el Senado un libro de Luis Estrada titulado El imperio de los otros datos: tres años de falsedades y engaños desde Palacio, el 23 de Agosto de 2022, “El Teacher” volvió a regañar a los opositores: “…a como va esto, el candidato o la candidata de MORENA –perdóname Kenia– va a ganar la presidencia de la República en el 2024. ¿Gracias sabes a quién? A la Oposición… gracias a la Oposición”. (Liga 5, 32:15-32:40.) Kenia es la Senadora López Rabadán, del PAN. Ella y su bancada organizaron la presentación del libro. ¡Pero, atención! El evento se realizó en la Sala de la Comisión Permanente del recinto del Senado de la República en un acto inaugurado por el líder de la bancada de MORENA, Ricardo Monreal –el Corcheal de los cartones de Alarcón. El precandidato aún morenista tuvo la decencia de dejar solos a los presentadores de ese libro obviamente opositor pues él debía atender otros asuntos. Así que no escuchó directamente el regaño de López Dóriga a López Rabadán… pero obviamente se enteró del mismo. ¿Qué mensaje nos deja el acto? ¿Que Monreal –a través de “El Teacher”– regaña a la Oposición? (Por lo tanto, se mantiene dentro del partido oficial.) ¿Que Monreal podría solucionar el problema del candidato ausente a los opositores? (Hace semanas dijo que sólo él podría reconciliar al país y en este evento citó a Voltaire –puedo discrepar de ti, pero daría mi vida para que puedas expresarte– para justificar su participación en un evento en que se criticó acerbamente al presidente.)

 

Una oposición con un candidato fuerte, aún salido del morenismo, podría sostener en 2024 la tendencia de que los partidos oficiales no suelen ganar la elección presidencial. Ese canto de sirenas se entona para Monreal y Ebrard. Existen precedentes: Inmediatamente antes de ser candidatos opositores, Almazán (1940) era jefe de zona militar y Padilla (1946) era canciller. El ambiguo acto de presentación de un libro opositor por un vocero opositor invitado por un partido opositor demuestra que Monreal no ha desechado ninguna vía.

 

En otras palabras, contrario al pasado, todos los precandidatos se mueven. Y la ciudadanía está atenta para juzgarles, evaluarles y criticarles. Ciertamente, el presidente de la República tendrá algo que decir en la selección de la candidatura morenista, pero lo realmente importante es el modo en que cada una de las personas aspirantes está construyendo su candidatura.

 

Finalmente, falta reflexionar a qué se refería el monero Alarcón con el murote y el murillo del segundo cartón que te recomendé, lectora. Nos vemos la semana que viene.

 

Ligas usadas en este texto:

 

Liga 1:

https://www.facebook.com/photo.php?fbid=609038617259778&set=pb.100044609341489.-2207520000..&type=3

 

Liga 2:

https://www.facebook.com/photo.php?fbid=613669666796673&set=pb.100044609341489.-2207520000..&type=3

 

Liga 3:

https://www.expreso.com.mx/expresion/serpientes-y-escaleras/serpientes-y-escalerasla-historia-de-la-corcholata-favorita/159231

 

Liga 4:

https://www.youtube.com/watch?v=nUUfma4oCAg (1:00:00 & ss)

 

Liga 5:

 

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