“Le cargan todos los muertos a Maciel, todos los crímenes a Maciel cuando es toda una organización” declara Biani López-Antúnez, víctima del sacerdote Fernando Martínez, al conversar sobre la carta que revela fue víctima de abuso sexual en el Instituto Cumbres de Cancún entre 1991 y 1993. No es la primera vez que las víctimas alzan la voz o lo comentan tan alto. Los Legionarios de Cristo tienen alrededor del mundo 145 colegios, 21 instituciones superiores y 10 universidades. El silencio cubre cada una de sus aulas, poco a poco el cuchicheo comienza…
Un complejo sistema de complicidad se entreteje en las aulas de los Legionarios de Cristo. A 51 años de la primera denuncia realizada en 1969, se siguen sumando más casos que salen a la luz y son de nuevo foco en la institución, aunque, en 2019 pretendieron “continuar hacia adelante” después de haber estado en el ojo del huracán.
El pasado 21 de diciembre de 2019, se hizo público el informe “Sobre el fenómeno del abuso sexual de menores en la Congregación de los Legionarios de Cristo desde su fundación hasta la actualidad” en el cuál se busca explicar y reconocer las graves consecuencias en las víctimas las acciones ejercidas por miembros de su comunidad.
Aunque en dicho informe se reconoce el encuentro con el actual papa Francisco en Roma y se afronta la seriedad del asunto, se debe recordar durante años la Iglesia Católica y el Vaticano conocieron las denuncias realizadas por diversos jóvenes los cuáles fueron víctimas durante años de los constantes abusos realizados por miembros de la cúpula de la Congregación, siendo un total de 33 miembros los acusados, sin contar a su fundador Marcial Maciel. Solo uno de los acusados se encuentra condenado, otro más en proceso judicial.
El informe además menciona que 175 menores de edad han sido víctimas de abuso sexuales dentro de la Congregación, de los cuáles 60 fueron víctimas del fundador y padre Marcial Maciel. La edad promedio de las víctimas es entre 11 y 16 años.
Víctimas de la Congregación se aquejan de los pocos métodos que tienen para romper con el silencio, cargando ellos con el secreto durante años. A través de figuras de poder y confianza, es como principalmente se realizaban los abusos.
El sacerdote Fernando Martínez, acusado públicamente de nuevo por Biani López-Antúnez y otras víctimas del Instituto Cumbres de Cancún, actualmente solo será retirado del estado clerical “asumiendo” la congregación de los Legionarios de Cristo “la responsabilidad de que Fernando Martínez lleve una vida que corresponda a su condición de religioso que ha perdido el estado clerical, y reafirman su determinación de recorrer el camino difícil y exigente de reparación y sanación”, informaron por medio de un comunicado publicado el pasado 13 de enero. Días después, el 20 de enero, recalcaron por medio de otro escrito publicado por la misma congregación, perdón a las familias y ofrecieron “ acogida, escucha y seguimiento a las víctimas y de proponer las medidas necesarias para reparar el daño que han sufrido.”
A pesar de la “creación de una nueva cultura del cuidado y protección del menor”, las víctimas siguen dudosas de las medidas cuestionando e instando a la sociedad a preguntar si realmente se están realizando acciones o se seguirá guardando silencio a través de pactos con las familias de las víctimas. Cabe recordar el año pasado, en 2019, la cantante Ana Lucía Salazar denunció públicamente al padre Fernando Martínez, la carta que recibió por parte de la congregación contrasta con la "tolerancia cero" anunciada por el papa Francisco. Biani López-Antúnez resalta “las pocas disposiciones de los Legionarios para entregar a los acusados a la justicia” al protegerlos en Roma u ocultarlos en el extranjero, presentando el mismo modus de movilidad para no afrontar las consecuencias legales.
Te puede interesar:
Unidad de Inteligencia Financiera investiga a los Legionarios de Cristo
Sacerdotes mexicanos investigados por abuso sexual
