Federico Anaya Gallardo
Digo necio formalismo porque la creación de versiones públicas de documentos públicos y la decisión de testarlos (así se llama la supresión de una palabra o sección) mediante líneas negras debería ser un acto de prudencia y no la aplicación mecánica de una norma. Para demostrar el punto, la versión pública de la Carpeta de Investigación FED/SIEDO/UEITA/NAY/0000821/2020 de la Fiscalía General de la República (FGR) ofrece muchos ejemplos. (Liga 1.) El primero es, por cierto, el nombre propio de quien fuese indiciado en ella. Todos sabíamos que se llama Salvador Cienfuegos Zepeda, pero se decidió testar su nombre cada vez que este apareciese. En principio, es razonable. Pero si recordamos que la opinión pública estaba en pleno y cabal conocimiento del dato, el acto de testar se vuelve irrelevante. Casi siempre es posible inferir cuándo, detrás de una de las miles de manchas negras, está ese nombre. Casi...
Por razones que aún no tengo claras, la FGR requirió y agregó a la Carpeta de Investigación los datos curriculares de otro general del ejército, el ciudadano Virgilio Daniel Méndez Bazán. Méndez Bazán nació el 23 de Marzo de 1948 en Yucatán y entró como cadete del Heroico Colegio Militar en 1965 –cuando tenía 17 años. ¿Por qué sabemos esto? Sencillo: porque son datos públicos que el Sistema de Información Legislativa de la Secretaría de Gobernación federal incluyó en la ficha biográfica de este ciudadano cuando el mismo se desempeñó como diputado federal, electo por representación proporcional en la tercera circunscripción a partir de la lista plurinominal del Partido Revolucionario Institucional. (Liga 2.) Allí mismo, se puede ver, copiar y reproducir la foto de este ciudadano:
La foto corresponde con otras que medios de comunicación han publicado en las últimas décadas. Pongamos por ejemplo ésta, tomada de El Diario de Colima en una nota del 5 de Marzo de 2016 bajo el título “Propone PRI crear Fiscalía Militar” (Liga 3):
El ejercicio periodístico requiere la libertad de usar las imágenes de aquéllas personas que son figuras públicas. En el caso, El Diario de Colima usó una foto en que se aprecia al general Méndez Bazán portando su quepí, por lo que podríamos imaginar que no correspondiese al año 2016, cuando Bazán ya era diputado federal y probablemente estaba en situación de retiro, sino a una fecha previa. No es problema, porque en este caso, la nota trataba de una iniciativa del diputado que tenía que ver directamente con la experiencia que como parte del cuerpo castrense (reformas al Código de Justicia Militar).
Mi punto es: si conocemos el nombre de los dos generales de los que se habla en la Carpeta de Investigación y si conocemos sus rostros porque han sido figuras públicas por mucho tiempo, ¿cuál es el objeto de testar nombres e imágenes del rostro? Me contestará un formalista: porque así lo manda La Norma. (Atención: los formalistas, cuando hablan de La Norma, le ponen mayúsculas: óiganlos con cuidado y percibirán cierto engolamiento grave de su voz.) Y yo les diría que tienen razón, en principio. Pero, más allá, veamos la consecuencia de invitar sin más a La Señora Norma en hechos complejos como los de este caso.
La Carpeta de Investigación incluye documentación biográfica tanto del general Cienfuegos Zepeda como del general Méndez Bazán. La versión pública testó sus nombres y sus rostros. Cuando las y los legos –es decir la gente normal que no es abogado penalista– se acercan a las 6,628 páginas distribuidas en 118 documentos organizados en dos tomos y doce anexos ... tarde o temprano se descubrirán leyendo un documento de Méndez pensando que es de Cienfuegos –y viceversa. Esta confusión, que puede tener graves consecuencias para el honor y fama pública de cualquiera de los dos generales, podría haberse evitado dejando sin testar los nombres y las fotografías –asumiendo que ambos eran ya datos públicos ampliamente difundidos.
Una muestra: en el Anexo 6 parte 5 páginas 26-27 hay un certificado académico de grado, en el cual se explica que “según los certificados del Heroico Colegio Militar y de la Escuela Superior de Guerra que obran en esta Dirección [General de Educación Militar y de la Universidad del Ejército y la Fuerza Aérea], el ciudadano Mayor de Infantería, Diplomado de Estado Mayor [testado], durante los períodos comprendidos de 1965 a 1967, y de 1975 a 1978 inclusive, respectivamente, realizó el Bachillerato en Ciencias y HUMANIDADES que se lleva a cabo en esta Universidad, de conformidad con los Planes y Programas de Estudios Vigentes, obteniendo las siguientes calificaciones: ...” ¿Estamos ante el hoy general Cienfuegos o ante el hoy general Méndez?
Pistas... Sabemos que aunque ambos generales nacieron en el mismo año (1948), Cienfuegos inició su carrera militar en 1964, un año antes que Méndez. También sabemos que Cienfuegos nació en el Distrito Federal y Méndez en Yucatán. De nuevo, todo esto estaba en medios electrónicos desde hace años, específicamente en el “blog de información militar y seguridad nacional” llamado Estado Mayor.mx, que el 30 de Noviembre de 2012 compartió con el público una semblanza detallada de Cienfuegos. (Liga 4.) Por lo tanto, cuando en el Anexo 6 parte 1 página 13 encontramos una carta solicitud de ingreso al Colegio Militar fechada en “Mérida, Yucatán a 2 de Diciembre de 1964” podemos asumir que es de Méndez. Y cuando encontramos una carta similar en el Anexo 9 parte 1 página 13 fechada en México, D.F., a 11 de Diciembre de 1963” podemos asumir que es de Cienfuegos.
Ahora paso a confesar una sonsera. Cuando estaba leyendo las seis partes del Anexo 6 estaba yo seguro de que estaba siguiendo la historia de vida de Cienfuegos. Pero entonces, al regresar a la carpeta adonde estaba guardando los documentos pdf de la FGR, me percaté que en el larguísimo nombre del archivo decía: “ANEXO_06_EXPEDIENTE_GENERAL_VIRGILIO_MENDEZ_TI_FINAL_NEGRO_-__Parte_01_” y así hasta “Parte_06_”. ¿Y quién es este señor? me pregunté. ¿Por qué está en esta Carpeta de Investigación? Y lo más importante ¿A dónde está la documentación de Cienfuegos? Revisando los nombres del resto de los archivos en la página www de la FGR descubrí que las siete partes del Anexo 9 se llamaban: “ANEXO_09_EXPEDIENTE_GENERAL_SALVADOR_CIENFUEGOS_TII_FINAL_NEGRO_-__Parte_01_” y así hasta “Parte_07_”. Lo confieso. Soy un sonso.
Pero sonso se puede escribir también zonzo. Yo uso la zeta cuando la zoncera es grave. Si es gravísima, le agrego otra “z” (zonzera) aunque se alarmen los Reales Académicos en Madrid. Lectora: ¿No te parece una zonzera testar los nombres de Cienfuegos y Méndez en cientos de páginas si vas a poner esos datos en el nombre de los archivos que estás publicando? Esta es una última demostración de que, cuando se genera una versión pública de un documento, debe aplicarse la prudencia y no “La Norma” a secas.
Ahora seguiré revisando los archivos, a ver si encontramos por qué era relevante para la FGR tener los datos del general Méndez Bazán en esta Carpeta de Investigación. En por mientras, la confusión y enredo que provocan los arcanos formalismos burocráticos nos traen regalos insospechados: tenemos frente a nosotros una descripción detallada de la carrera de dos destacados jefes militares mexicanos del último tercio del siglo XX. Al compararlas podremos conocer algo más de la formación de este tipo de servidores públicos. En ello no hay desperdicio: lo militar es algo demasiado importante como para dejárselo sólo a los soldados.
Ligas usadas en este texto:
Liga 1:
https://www.gob.mx/fgr/documentos/investigacion-cienfuegos
Liga 2:
http://sil.gobernacion.gob.mx/Librerias/pp_PerfilLegislador.php?Referencia=9218327
Liga 3:
https://diariodecolima.com/index.php/noticias/detalle/2016-03-05-propone-pri-crear-fiscalia-militar
Liga 4:
