Empresas ‘ilocalizables’ construyen clínicas de salud municipal en Coahuila

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Ilustración: CARLOS MENDOZA

Por María Jesús Vázquez

 

* Este reportaje es parte del Hub de Periodismo de Investigación de la Frontera Norte, un proyecto del International Center for Journalists en alianza con el Border Center for Journalists and Bloggers.

 

Empresas que no están en su domicilio fiscal o que fueron creadas recientemente recibieron contratos para la construcción de tres clínicas de salud en el municipio de Francisco I. Madero, en Coahuila. Además, ni la Secretaría de Salud estatal ni la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) tienen registro de los permisos para operar de las clínicas, según información obtenida vía transparencia.

 

Entre 2019 y 2022, Jonathan Ávalos Rodríguez, alcalde del municipio de Francisco I. Madero, en Coahuila, destinó más de 14 millones de pesos para construir tres clínicas y así crear un sistema de salud local independiente de la Secretaría de Salud del estado.

Sin embargo, hay inconsistencias en las dos empresas escogidas para los trabajos de construcción, pues una de ellas se encuentra en estatus de ilocalizable, ya que la dirección es inexistente y la otra está en una ubicación equivocada y es de reciente creación. 

La inversión para estas obras, así como el equipamiento, ascendió a 14 millones 57 mil 266 pesos, según información proporcionada por la administración vía transparencia. 

El municipio de Francisco I. Madero respondió en la solicitud de información con folio 050101200001323 que para la construcción de la primera etapa de la Clínica de Imagenología fueron destinados 3 millones 455 mil 500 pesos. 

El contrato FIM-INFRA-12/21, con fecha del 9 de agosto de 2021, fue otorgado mediante un proceso de invitación restringida al contratista Manuel Alejandro Ortiz Hidalgo, a quien señalan con especialidad en construcciones y perforaciones.

En el Registro Público de Comercio, Ortiz Hidalgo aparece como socio de la empresa Selka Biomédica S. DE R.L  C.V, la cual fue registrada el 27 de agosto de 2020, apenas un año antes de la adjudicación de la obra y con un giro dedicado al suministro de material médico y hospitalario, de acuerdo con el acta constitutiva. 

En el contrato refiere como domicilio fiscal la calle Comonfort 842 Norte en la colonia Centro en Torreón, Coahuila. 

Al visitar esta dirección para la investigación, la reportera confirmó que no corresponde a la empresa en cuestión o al domicilio del contratista, pues es una vivienda, que además funciona como taquería, y que, de acuerdo al propietario, siempre ha pertenecido a sus hijos.

El domicilio de la empresa Selka Biomedica S. DE R.L C.V corresponde a una taquería y donde sus propietarios dicen desconocer sobre un negocio del giro médico. Crédito: María de Jesús Vázquez.

Sin embargo, durante el recorrido en campo, la reportera detectó en esa misma colonia, pero en el número 633, a la empresa Selka Biomédica. 

La autora de este reportaje preguntó por el contratista en la recepción e inicialmente indicaron que sí se encontraba, pero al solicitar una entrevista sobre la construcción de la clínica, señalaron que se comunicaría después y pidieron proporcionar el número de contacto, pero hasta la fecha de publicación de este reportaje no ocurrió.

Selka se encuentra a dos cuadras del domicilio que aparece en el contrato. Aunque se solicitó una entrevista, ningún representante de la empresa se comunicó después con la reportera.

 

La respuesta a la solicitud 050101200001323 también incluyó el contrato FIM-INFRA-2020-13/20 por un monto de un millón 69 mil 380 pesos otorgado por adjudicación directa a la empresa Prestadora y Distribuidora de Servicios de Torreón, cuyo domicilio fue marcado en el bulevar La Libertad #825 en la colonia Valle del Nazas, en Torreón. 

Ese contrato se otorgó para la construcción de la Clínica del Dolor, en donde se ofrecen terapias físicas y tratamientos de medicina alternativa, particularmente la acupuntura.

El domicilio de la constructora es inexistente en Google Maps, pues ubica ese punto entre la avenida Juárez y bulevar Revolución, pero en la imagen satelital se observa un negocio de celulares que ya no opera y una guardería; a un lado hay una barda con publicidad de reparación de aparatos electrónicos y al otro extremo un negocio de venta de agua purificada.

Ahí la reportera visitó varios negocios, entre ellos una farmacia que se encuentra casi en el cruce con la avenida Juárez con el número 722, también hacia el bulevar Revolución se consultó con una cafetería con el número 522.

Sobre el bulevar La Libertad, pero entre las avenidas Allende y Juárez, está la colonia contigua llamada Ampliación Valle de Nazas y los números de los negocios no son consecutivos, hay una marcada diferencia entre las nomenclaturas.  

La reportera preguntó en una bodega de muebles que está al terminar la avenida Allende y que tiene el número 970, pero es de los pocos negocios que hay por la misma acera. Después está una quinta y una gasolinera y por la acera de enfrente se encuentran restaurantes, supermercados, una universidad, incluso una oficina del Sistema Municipal de Aguas, pero los números van del 400, 700 y 900. No coincide la nomenclatura de la empresa con ninguna de las colonias visitadas. Al terminar la avenida Allende empieza el fraccionamiento Quintas Laguna.

En directorios empresariales aparece la citada empresa con una dirección diferente a la del contrato, en calle Fernando Salinas número 12 sur de la zona centro de Torreón. 

Sin embargo al acudir a esa dirección se confirmó que es una vivienda y la persona que la ocupa manifestó que no hay tal empresa, incluso dijo que en ningún se ha arrendado como oficina.

La dirección de la empresa Prestadora y Distribuidora de Servicios de Torreón tampoco se encontró. Crédito: María de Jesús Vázquez.

El municipio de Francisco I. Madero respondió en la solicitud con folio 050101200001323 que para la tercera clínica, conocida como Centro Regional de Salud, destinó una inversión de un millón 39 mil 534.95 pesos, pero no dio a conocer el nombre de la empresa que la construyó, ni el contrato.

Al volver a pedir esta información a través de la solicitud 05010120000723, el municipio estableció que “no se cuenta con la información solicitada dentro del expediente ni en el departamento de archivo”.

Cabe destacar que para la construcción de la Clínica de Imagenología el procedimiento fue mediante invitación restringida a cuando menos tres proveedores, y en el caso de la Clínica del Dolor fue adjudicación directa, es decir, ninguna hubo un proceso de licitación pública abierto a cualquier concursante sino que el Municipio intervino para la selección de estas empresas en particular, a pesar de las inconsistencias en sus domicilios o de su reciente creación. 

En el caso del Centro Regional de Salud no fue posible saber el procedimiento de contratación ni el nombre de la empresa porque el municipio no proporcionó la información. 

 

Clínicas sin permisos y opacidad en su funcionamiento 

La Secretaría de Salud en Coahuila dijo no tener documentación de los permisos que autorizó para las clínicas del Dolor y el Centro Regional de Salud, y sólo proporcionó el “aviso de funcionamiento y el responsable sanitario” de la Clínica de Imagenología en una solicitud de transparencia con folio 330007923005022.

La misma petición se le hizo a la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) mediante la solicitud 330007923005022  y respondió que no existe información al respecto.

"Esta Unidad Administrativa realizó una búsqueda exhaustiva en los archivos con los que cuenta, de la cual no se advirtió resultado alguno. Por lo que se colige que dicha información es inexistente”, expuso la dependencia. 

Hay que resaltar que la Subsecretaría de Regulación y Fomento Sanitario, la cual pertenece a la Secretaría de Salud de Coahuila, es quien orienta a los usuarios con los trámites relacionados a la prestación de servicios de salud, ya que realiza acciones en coordinación con Cofepris, para lo cual cuentan con una ventanilla única para algún trámite de competencia estatal o federal, confirmaron fuentes de la dependencia estatal que pidieron el anonimato.

La fuente especificó que, a partir del 13 de octubre del 2022, entró en vigor una modificación a la ley. Antes de esa fecha el estado tenía la facultad de otorgar los avisos de funcionamiento, que es el trámite en donde la Secretaría de Salud estatal conocía de la existencia del nuevo establecimiento médico, y se hace cuando se ofrecen servicios menores, por lo que no es necesario que cuenten con una licencia de funcionamiento, el cual es la autorización de Cofepris para establecimientos públicos o privados que realicen actividades de alto riesgo como procedimientos quirúrgicos, obstétricos o donde se utilicen fuentes de radiación. 

Sin embargo, a partir de esa fecha ambos trámites los deben solicitar en la plataforma nacional de Cofepris y el personal estatal se encarga únicamente de verificar que los establecimientos cumplan con las especificaciones y luego “suben” la información para la expedición de los documentos.

En el caso de la Clínica de Imagenología, antes de que se modificara la Ley General de Salud Pública, la Secretaría de Salud en Coahuila otorgó el aviso de funcionamiento y responsable sanitario para ofrecer el servicio de rayos X convencional, así como de consulta de radiología, pero la fuente, que conoce del caso, dijo que se debe actualizar la información e incluso al haber un cambio de administración en “automático” se debe renovar el trámite. 

Explicó que como ahora, la Clínica ofrecerá estudios de mastografía y tomografía, deben conseguir los permisos ante la instancia federal, desde el proceso de la construcción o adecuación de los espacios, ya que la obra debe realizarse de acuerdo a  la Norma Oficial Mexicana NOM-197-SSA1-2000, la cual establece los requisitos mínimos de infraestructura y equipamiento de hospitales y consultorios de atención médica especializada.

Las Clínicas del Dolor y el Centro Regional de Salud carecen de permisos ante la Secretaría de Salud o la Cofepris. Crédito: María de Jesús Vázquez.

 

A pesar de esto, las clínicas siguen funcionando y recibiendo nuevas inversiones. El pasado 21 de febrero del 2023 el alcalde Jonathan Ávalos anunció el proyecto de ampliación y equipamiento de la Clínica de Imagenología “Isidro Pérez Luján”, pues la intención era ofrecer los servicios de mastografía y tomografía. 

El monto para esto asciende a los 8 millones 492 mil 838 pesos de recursos de la Secretaría del Bienestar.

En respuesta a la solicitud 0501012000011123, la administración municipal confirmó que 4 millones 515 mil 888 pesos se usarán para la obra física y 3 millones 976 mil 950 pesos para el equipamiento, a través del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social Municipal y Demarcaciones Territoriales.

Mediante transparencia se pidieron los costos de funcionamiento (insumos, equipamiento y sueldos) e ingresos por cuotas de recuperación en los tres centros y las autoridades solicitaron una prórroga para recopilar la información, pero desde el 30 de mayo no hay respuesta.

La Clínica de Imagenología sigue recibiendo inversión de infraestructura y equipamiento. Crédito: María de Jesús Vázquez

 

Según los documentos publicados en el portal del municipio, el presupuesto asignado en 2020 para el rubro de salud fue 8 millones 58 mil 993 pesos y  en 2021 de 8 millones 758 mil 993 pesos, mientras que en 2022 de 8 millones 560 mil 233 pesos y en 2023 no hay datos disponibles en el portal de internet del ayuntamiento. 

Una revisión al presupuesto de egresos durante las dos administraciones municipales que antecedieron a la Jonathan Ávalos, salvo el año 2018 que no se encuentra pormenorizado en el sitio oficial del Instituto Coahuilense de Acceso a la Información (ICAI), se encontró una inversión promedio de 5 millones de pesos en el rubro de salud. 

Sin embargo, en 2019 -el primer año de la primera gestión del alcalde actual- fue superior porque se asignaron 7 millones 425 mil 88 pesos y fue en ascenso al rebasar los 8 millones y medio de pesos al año siguiente. 

De acuerdo a los datos oficiales, el presupuesto se aplica en los siguientes rubros: elaboración de expedientes médicos de los empleados municipales, organizar campañas de salud para la prevención de enfermedades, realizar convenios con nosocomios de la región en beneficio de la población en general, prestar atención médica gratuita a la población, en esterilización de animales domésticos, así como en la vacunación y desparasitación en colonias y ejidos prevención de enfermedades crónico degenerativas.

 

Defiende clínicas 

El alcalde de Francisco I. Madero Jonathan Ávalos Rodríguez defendió las clínicas creadas en su administración y refirió que nacieron derivado de una necesidad de la población para costear servicios de salud.

“O le daban de comer a sus hijos o se hacían los exámenes y esa fue nuestra prioridad; número uno, que la familia ya no tuviera esa carga económica, de pensar en que si le iba a dar de comer a sus hijos o se iba a hacer un estudio de diagnóstico y por ello empezamos a pensar en la mayoría de la gente que lo necesita y empezamos a construir clínicas”, dijo.

El alcalde Jonathan Ávalos Rodríguez defendió las clínicas y argumentó que hacen el trabajo del sector salud. Crédito: María de Jesús Vázquez.

Aseveró que con estas clínicas el municipio está cubriendo las deficiencias que existen tanto en el Hospital General que tiene la Secretaría de Salud de Coahuila en el municipio, como del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)

“Ampliamos el panorama ahora en comprar un tomógrafo y un mastógrafo, que son los principales estudios de diagnóstico para la mujer como para el hombre. ¿A quién no le piden una mastografía?, no se lo pueden realizar porque ni en la Secretaría de Salud hay, tienes que ir hasta Torreón o a una clínica privada y pagar pasajes, alimentos y aparte pagar el estudio”.

Y agregó: “Somos el primer municipio en todo el país en tener tomógrafo, mastógrafo y ultrasonido, como servicio público del municipio no existe otro que tenga un servicio de esta magnitud, todos los demás lo que hacen es que tienen convenios con clínicas privadas y ahí pueden mandar a un paciente”, afirmó. 

Cuestionado en torno a las irregularidades señaladas por las empresas que construyeron las clínicas, Ávalos Rodríguez dijo que cada una debe estar registrada en un sistema del gobierno del estado. 

“La Contraloría del municipio tiene que mandar revisar a la empresa, si sus datos fiscales y todo está bien para que no nos metamos en problemas con empresas fantasmas o que estén recién hechas. 

“La ley dice que no puedes meter una empresa a competir cuando fue creada apenas hace tres meses, no me acuerdo si es un año, cinco meses, que te da la ley para poder participar y cumpliendo con la normativa no tienes porque meterte en problemas”.

Sobre los financiamientos adquiridos para la construcción, equipamiento y mantenimiento de los espacios, el edil dijo que los recursos provienen del Fondo de Fortalecimiento para los Municipios (Fortamun) y el Fondo de Infraestructura Social para los Municipios (FAIS).

“El Fondo de Infraestructura para hacer infraestructura, para comprar los aparatos y el de Fortalecimiento es para estar solventando los sueldos, los materiales cartuchos para para rayos X”, señaló.

En las obras de expansión de la Clínica de Imagenología se invierten recursos de la Secretaría del Bienestar. Crédito: María de Jesús Vázquez.

 

Sin embargo, el alcalde no precisó cuánto cuesta en sí la operación anual de estos espacios, pero aclaró: “Te podría decir que año con año el Cabildo aprueba presupuestos para salud y creo el año pasado, si mal no recuerdo fue de 8 a 10 millones de pesos”.

Indicó que para una segunda etapa de los espacios dispuso de recursos de la Secretaría del Bienestar y el tope para esto alcanzó casi los 9 millones de pesos. 

Sobre los permisos sanitarios, el presidente municipal dijo que no ha habido problema y que si no los tuvieran no podrían funcionar el mastógrafo ni el tomógrafo. 

Refirió que el área de Regulación Sanitaria, la cual pertenece a la Jurisdicción  número 7 de la Secretaría de Salud estatal, pero también se coordina en el ámbito federal l, revisa el proceso de construcción, debido a que las áreas donde funcionará el equipo deben cumplir ciertas especificaciones, además de que la empresa proveedora que les facilitó los aparatos tramita los permisos para que funcionen. 

“Para empezar no pudiéramos tener tomógrafo, es más ni aparatos de rayos X, si no tuviéramos la clave de un médico especialista en radiología, el médico radiólogo tiene su especialidad, su cédula profesional y nosotros metimos la documentación precisa para que misma Jurisdicción viniera nos revisara y nos dijera que sí se puede. 

¿Había resistencia por parte de las autoridades sanitarias para entregar los permisos?, se le preguntó. 

“Fíjate que hasta eso gracias a Dios que no, la misma empresa encargada, desde el inicio que empieza con la construcción, se encarga de ir a Jurisdicción o papelería porque, también tienen que revisar paredes, que vayan bien reforzadas con material que es anti radiactivo y todo ese tipo de situaciones y ya Jurisdicción, en este caso Regulación Sanitaria, va viendo todos los procesos cómo van y tienen que revisar todo desde la estructura hasta el funcionamiento”, afirmó. 

Presumen esquema único

María del Socorro Cabrera, directora de Salud Municipal, cuyas oficinas se encuentran en la Clínica Regional de Salud, confirmó que está a cargo el manejo de las tres clínicas, aunque se designó un administrador en los otros dos centros.

Las clínicas creadas en el municipio de Francisco I. Madero son un esquema único, según las autoridades municipales. Crédito: María de Jesús Vázquez.

 

La doctora resaltó que en muchas ocasiones el municipio cubre carencias de los otros sistemas de salud, pues en el Hospital Integral, en donde también trabaja en ocasiones no se tiene los insumos y en el Seguro Social los canalizan al hospitales en Torreón, aunado a la burocracia, pues las personas deciden acudir con ellos, incluso los médicos de esos hospitales les piden el apoyo.

Detalló que el costo de recuperación de las especialidades es de 100 pesos, cuando en un centro privado tiene un costo de 800 pesos y en medicina general la consulta es gratuita, en tanto que el nutriólogo el costo de la consulta es de 50 pesos y en promedio cada médico atiende 40 pacientes por semana.

En relación a los permisos para el funcionamiento, la directora de salud municipal, dijo que, particularmente con la Secretaría de Salud en el estado, al principio había resistencia para otorgarles la documentación requerida, pero al final no les quedó de otra, en tanto con las instancias federales no hay ningún problema, aunque no mostró los documentos. 

Por su lado, José Carlos Marrufo Hernández, quien hasta principios de julio se desempeñaba como director administrativo en la Clínica de Diagnóstico e Imagenología, dijo que operan desde hace más de un año y medio para cubrir las necesidades que hay en los centros médicos locales. 

“Tenemos desde la inauguración cubriendo los cuadros básicos de diagnóstico e imagen a falta de las clínicas públicas, faltas de material, falta de equipo o mantenimiento de los equipos, la clínica de diagnóstico de imagen solventa pues todo lo que falta aquí en el municipio”, afirmó.

El mantenimiento de las clínicas acapara un 70 por ciento del presupuesto de salud municipal. Crédito: María de Jesús Vázquez.

 

Marrufo lamentó que el Hospital General que pertenece a la Secretaria del Salud de Coahuila no cuente con esos servicios, debido a que a los aparatos les falta mantenimiento o por falta de recursos y en el Seguro Social sí los ofrecen, pero debido a la alta demanda, las personas optan por realizarlos con ellos, puesto que las citas podrían tardar días o semanas para que se les practique el estudio.

“Desgraciadamente de aquí del Hospital General o Centro de Salud pues no cuenta, pues por falta de mantenimiento o falta de recursos del Estado, ha dejado de ha dejado de ofrecer servicios como lo que son laboratorios, lo que son las radiografías, los ultrasonidos”, afirmó. 

Incluso dijo que pese a que en el sistema de salud estatal no se cuenta con esos servicios, hubo situaciones de tensión, ante la negativa de autorizar las licencias, batallaron por unos seis meses, pero al final entendieron que era una necesidad que se tenía que cubrir.

Infografía Crédito: CARLOS MENDOZA

 

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