Crisis mundial
Atentado contra un autobús de la seguridad presidencial en Túnez
Túnez. El presidente tunecino Beji Caid Essebsi decretó 30 días de estado de emergencia y toque de queda nocturno, tras el atentado ocurrido en la capital del país.
El ataque dejó un saldo de por lo menos 12 muertos, todos ellos miembros del cuerpo de seguridad del presidente Caid. Veinte personas más resultaron heridas.
El Estado Islámico mediante un comunicado reivindicó el ataque y difundió a través de redes una foto del suicida, un tunesino que tiene por nombre Abu Abdalá al Tunisi.
El atentado de ayer es el tercero en lo que va del año, los anteriores ocurrieron en los meses de marzo y junio, todos perpetrados por el Estado Islámico.
Francia bombardea al Estado Islámico de Mosul, Irak
En otra acción de consecuencias impredecibles, que recuerda el estilo del ex presidente de Estados Unidos George Bush, el mandatario francés, François Hollande, ordenó el bombardeo de un centro de comando y un campo de entrenamiento del Estado Islámico, en Tal Afar, cerca de Mosul.
Posteriormente, en conferencia de prensa, François Hollande y el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, anunciaron que los ataques aéreos contra el Estado Islámico se intensificarán, y solicitaron a Rusia que centrara sus ataques militares en Siria.
De igual forma, afirmaron que no enviarán tropas a territorio sirio pero apoyarán a los grupos que combaten al Estado Islámico.
Rusia y Turquía, en plena tensión diplomática
Moscú. Rusia y Turquía viven momentos de gran tensión después de que el ejército turco derribó este martes un bombardero ruso SU-24MC, que –según Moscú– regresaba de cumplir una misión contra los yihadistas en Siria y, de acuerdo con Ankara, violó su espacio aéreo e hizo caso omiso de las advertencias antes de caer abatido por un misil aire-aire.
El Ministerio de Defensa de Rusia negó que el bombardero ruso SU-24 violara el espacio aéreo de Turquía. Señaló que, por el contrario, el F-16 turco cruzó la frontera con Siria para atacar al bombardero.
En una carta escrita al Consejo de Seguridad, el representante de Turquía en la ONU explicó que dos aviones de nacionalidad desconocida ingresaron al espacio aéreo turco, por lo que se procedió a atacar a uno de los aviones cuando aún estaba dentro de sus fronteras.
En respuesta al ataque turco, el presidente ruso Vladimir Putin anunció el despliegue de sistemas de misiles antiaéreos en la base Hemeimeem, a unos kilómetros de la frontera con Turquía.