Atribución, poder e influencia

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Federico Anaya Gallardo

 

 

Momentum me invitó a la “Mesa Política de las Nerds” (Liga 1) del 5 de Julio de 2022. Agradezco la hospitalidad de Elisa Godínez Pérez, Ingrid Urgelles Latorre y Renata Turrent. Nuestro tema hiló sobre la altanera –e imprudente– intervención del general-secretario de la Defensa Nacional, del pasado 22 de Junio de 2022, anunciando que el presidente López Obrador había autorizado inscribir los nombres de militares fallecidos en la Guerra Sucia en el Monumento a los Caídos de las Fuerzas Armadas. Hoy quiero compartirte algunas ideas en seguimiento de ese debate.

 

Un punto que hace rato he aventurado en Momentum es que el presidente López Obrador es un presidente débil, porque un presidente democrático es siempre débil. Pese a sus inmensas atribuciones constitucionales (planeación y rectoría económica, control de las industrias energéticas, dirección de la política agraria y obrera), la Presidencia mexicana perdió, desde 1997, varios de los poderes meta-constitucionales que convertían a nuestros presidentes en emperadores sexenales. La primera expresión es de Jorge Carpizo en El Presidencialismo Mexicano, (Siglo XXI, 1978); la segunda, de Enrique Krauze en La Presidencia Imperial (Tusquets, 1996). López Obrador no controla el legislativo, no controla las elecciones y, por lo mismo, no controla a su partido político.

 

El Primer Mandatario no controla las cámaras del Congreso de la Unión. López Obrador tiene una bancada de diputados federales más fuerte que las que desde 1997 tuvieron Zedillo, Fox, Calderón y Peña; pero no puede realizar reformas constitucionales y –si su liderazgo parlamentario se descuida– incluso puede tener problemas en legislación ordinaria. Desde al menos 2006, el Senado se volvió autónomo frente al presidente, y ha sido controlado por cuadros de élite de los partidos políticos nacionales. La difícil relación de López Obrador con el líder de su bancada senatorial (Monreal) demuestra lo precario de su influencia allí. Para muestra un botón: la secretaría técnica de la Junta de Coordinación Política del Senado, que preside el morenista Monreal, se entregó a un cuadro de élite de un partido de oposición: del Río Virgen (Movimiento Ciudadano). Esto, al mismo tiempo que la presidencia se confrontaba con los gobernadores emeceístas de Jalisco (desde 2018) y de Nuevo León (desde 2021).

 

El partido político de la presidencia (MORENA) tampoco puede asegurar al cien por ciento el triunfo de sus candidaturas –lo que relaja increíblemente la disciplina interna del partido. El “partido oficial” a nivel federal llega a competir en desventaja con un “partido oficial” estadual. En 2022, Nora Ruvalcaba, la fuerte candidata morenista en Aguascalientes –cuya trayectoria personal la ubica como un cuadro de Izquierdas desde hace décadas– no alcanzó a competir con la hegemonía panista estadual –que se reforzó con la alianza del PRI y el PRD. Algunas y algunos ilusos que se han creído la consigna opositora de que MORENA es la reedición del PRI de los 1970s, se encaramaron a las candidaturas morenistas de 2021 en Nuevo León y San Luis Potosí –sólo para encontrar una derrota doblemente vergonzosa (para las candidatas y para MORENA). Si incluyésemos las contiendas a nivel municipal y en las legislaturas estaduales, sería aún más claro que una candidatura de MORENA no es garantía. El partido del presidente ni siquiera puede asegurar que sus diputaciones locales se mantengan fieles –véase la mala administración de la actual legislatura tamaulipeca,

 

Precisamente por esas dos debilidades es que Andrés Manuel es tan duro con sus inferiores en la Administración Pública Federal. Aquí la atribución legal coincide plena con el poder efectivo. Ernesto Ledesma, que tanto criticó desde Rompeviento la gestión de Rogelio Jiménez Pons en el proyecto del Tren Maya, se sorprendió de la durísima crítica del presidente al explicar por qué sustituyó a Jiménez a principios de este año. El 25 de enero de 2022, el presidente explicó que: “necesitamos responsables que estén comprometidos por entero, que no se detenga ante nada y que se apliquen a fondo”. También explicó que “podemos querer mucho a una persona, pero si esa persona no se aplica, no se entusiasma, no tiene las convicciones suficientes, no internaliza de que estamos viviendo un tiempo histórico, un momento estelar de la vida pública de México, un tiempo interesante, si está pensando que es la misma vida rutinaria del gobierno, que todo es ortodoxo, que todo es plano, que no importa que se pase el tiempo, pues entonces no está entendiendo”. (Estenográfica en la Liga 2.)

 

Regreso a nuestro debate sobre el Ejército en la Mesa Política de las Nerds. ¿No es la Secretaría de la Defensa Nacional parte de la Administración Pública Federal? Sí. Pero el presidente no es igual de duro con su titular que con otros funcionarios.

 

El 8 de Julio de 2022, durante La Mañanera, una reportera preguntó al presidente: “Yo le quiero preguntar, presidente, si usted autorizó este acto [del 22 de Junio de 2022] que, dijo el secretario de la Defensa, era a manera para rendir tributo y homenaje a esos militares”. (Estenográfica en la Liga 3. En los vídeos aparece aproximadamente a partir de la hora 2:12, 09:07 am)

 

El presidente comentó que había dado “la instrucción [a la SEDENA], se abre el campo militar, todos los archivos, y no hubo ninguna resistencia. Y hasta me sorprendió cuando me informó Alejandro Encinas [subsecretario de Gobernación] de que se iba a hacer el acto y pregunté: ¿Ya están de acuerdo en la Defensa?, ¿lo hablaron con el general Sandoval? ‘Sí, ya llegamos al acuerdo de hacerlo y no hay ningún inconveniente’. …”

 

Notemos que, por una parte, hay una instrucción –lo cual es lo ordinario en la Administración Pública. Pero de inmediato, el presidente aclara que “no hubo ninguna resistencia”. Esta es una aclaración extraña, siendo que cuando un inferior jerárquico se resiste ó procrastina ó “no se entusiasma” ó “no tiene las convicciones suficientes” como Jiménez Pons en FONATUR, simplemente se le quita de su puesto. Más extraño es que el presidente nos cuente que al recibir la noticia del evento en el Campo Militar, “hasta [se] sorprendió”. E inmediatamente verificó con Encinas si SEDENA estaba de acuerdo y si se había consultado al general-secretario.

 

Jurídicamente, la SEDENA y la Secretaría de Marina están incluidas en la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, en los artículos 26 (tercera y cuarta en la lista), 27 (facultades SEDENA) y 30 (facultades SEMAR). Hasta 2018, cada secretaría de Estado contaba con una Oficialía Mayor encargada de las finanzas y administración. Antes del inicio de la Administración López Obrador, MORENA, en representación del Presidente Electo, promovió y logró una reforma a esta Ley en que se suprimieron esas oficialías mayores. En su lugar se crearon (artículos 14 y 20 primer párrafo) “unidades de administración y finanzas” (UAFs) en cada Secretaría –cuyos titulares no serían nombrados por la/el Secretario, sino por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Esta última conservó su Oficialía Mayor –una de cuyas facultades es organizar y dirigir las UAFs en todas las otras Secretarías (artículo 20 segundo párrafo). De hecho, las personas a cargo de las UAFs son parte de la burocracia de la SHCP (artículo 31 fracción XXII).

 

Lo anterior, a excepción de SEDENA y SEMAR. Las secretarías militares conservaron su Oficialía Mayor. Ciertamente, esos oficiales mayores son designados por el presidente de la República, pero las personas que ocupan ese cargo son necesariamente  militares de carrera.

 

De hecho, el artículo 16 de la Ley Orgánica del Ejército y la Fuerza Aérea establece que el titular de la secretaría de la Defensa Nacional debe ser General de División –lo que restringe la libertad del presidente de la República a la hora de designar a este miembro de su gabinete. La Ley Orgánica de la Armada de México contiene la misma norma, aunque escondida en el sistema de sustitución del titular de la Secretaría. El artículo 9 de esta norma naval establece que “en caso de ausencia temporal, el orden y sucesión” del Alto Mando (Titular de la Secretaría) “será suplido por el Subsecretario y, en ausencia de éste, por el Oficial Mayor o por el Almirante que designe el Alto Mando”… Es decir, siempre debe ser un Almirante.

 

Así las cosas, la Presidencia de la República –ocupada por civiles desde 1946– no podría designar a una persona civil en esas dos secretarías.

 

En la mesa de análisis que te cuento, lectora, Ingrid Urgelles nos compartió su sorpresa frente al hecho de que nunca un presidente  mexicano haya despedido a un secretario de la Defensa Nacional. Más sorprendente es que el Poder Legislativo federal, que ha estado dominado desde mucho antes de 1946 por civiles, haya consagrado las reglas de exclusividad militar en las leyes orgánicas que rigen a SEDENA y a SEMAR.

 

En esto, México es un Estado atípico. En las democracias occidentales es usual que las secretarías o ministerios de Defensa Nacional sean dirigidos por civiles. Ello, pese a que en todas las naciones del mundo, las fuerzas armadas deben mantener un estricto espíritu de cuerpo. Sin embargo, es este “espíritu” el que explica que la eliminación de oficialías mayores de 2018 no haya afectado a SEDENA ni a SEMAR. También es el que explica que, en el cumplimiento de una instrucción presidencial, el subsecretario civil de Gobernación deba asegurarse la aquiescencia del secretario militar.

 

No hay mal que por bien no venga. El discurso del general-secretario del 22 de Junio llevó a la pregunta de La Mañanera del 8 de Julio. Allí el presidente aclaró que él conoció el discurso de antemano porque el secretario se lo hizo llegar. Buena nueva: el titular de SEDENA no se mandó solo. López Obrador explicó que ambos habían discutido la cuestión y que él preguntó al general si “esto no incluye a personalidades o a oficiales que ya sabemos, … y dice: ‘No, claro que no’, porque él es una gente sensible”. Sin embargo, Andrés Manuel también reconoció que el punto “no se explicó bien” y que no era concebible “que se le hiciera homenaje a los jefes militares que llevaron a cabo estas masacres o estos actos de represión”. Y en este punto aclaró que él no descarta “la posibilidad de reconocer que soldados, pueblo raso, también fue sacrificado, perdió la vida en esa guerra sucia, absurda, injusta, inhumana”; pero subrayando que lo importante era “se haga primero todo lo que tiene que ver con la investigación sobre la guerra sucia y luego se pone a consideración eso.”

 

La fuerza de negociación de nuestras secretarías militares es excesiva, pero así están las cosas hoy. Las y los mexicanos hemos dejado demasiado tiempo solos a nuestros militares. Forman un cuerpo necesario para la República, pero aislado de la sociedad y poco entrenado en debates plurales. Tiempo es que todas y todos nos ocupemos de ese cuerpo. No podemos dejar sólo al presidente.

 

Ligas usadas en este texto:

 

Liga 1:

 

Liga 2:

https://www.gob.mx/presidencia/es/articulos/version-estenografica-conferencia-de-prensa-del-presidente-andres-manuel-lopez-obrador-del-25-de-enero-de-2022?idiom=es

 

Liga 3:

https://www.gob.mx/presidencia/articulos/version-estenografica-conferencia-de-prensa-del-presidente-andres-manuel-lopez-obrador-del-8-de-julio-de-2022?idiom=es

 

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