Fotografías: Linda Neferthary
El 16 de enero de 2016, María de Jesús Jaimes Zamudio, de 19 años, fue arrojada por la venta del departamento donde vivía. A cuatro años de su feminicidio, su madre Yesenia le realizó una ofrenda y un homenaje en la explanada de Bellas Artes, en la Ciudad de México.
Junto con Yesenia Zamudio y el movimiento feminista #NiUnaMenos, participaron la Coordinación de Familiares de Estudiantes Víctimas de la Violencia y el Colectivo Aequus, así como madres de víctimas de feminicidio como Lidia Florencia, mamá de Diana Velázquez Florencio, asesinada en Chimalhuacán.
Alrededor de las 11 de la mañana de este 16 de enero, dibujaron una cruz rosa con las leyendas "ni una menos" y "no hay olvido" en el pavimento detrás de la Antimonumenta, ubicada en Av. Juárez, frente a Bellas Artes. En medio de la cruz, Yesenia colocó una fotografía de Marichuy, como sus seres queridos le decían, y le ofrendó flores moradas.
María de Jesús Jaimes Zamudio era estudiante de la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura, Unidad Ticomán, del Instituto Politécnico Nacional (IPN), le gustaban todos los deportes, pero su favorito era el basketball. La madrugada del 16 de enero de 2016 terminaron con sus sueños y metas.
De acuerdo con las primeras investigaciones, Marichuy había caído por "accidente" del quinto piso del edificio donde vivía, ubicado en la colonia Ticomán, alcaldía Gustavo A. Madero. Sin embargo, peritajes mostraron que fue aventada en contra de su voluntad por la venta de su cuarto. Los principales sospechosos son un profesor, que en ese entonces trabaja en el IPN y uno de sus compañeros, quienes se encontraban en el departamento junto con otras dos mujeres.
Marichuy no murió al momento. Cuando su familia la encontró en un hospital tenía la ropa rasgada y se estaba desangrando, debido a que le negaron atención médica al no ser identificada. Luego de una semana de estar hospitalizada, el 24 de enero de 2016 la joven murió a causa de las lesiones ocasionadas por la caída y la falta de atención que necesitó de manera urgente y le fue negada.
En un principio, la muerte de Mari era investigada como homicidio, pero debido a las condiciones y contexto en el que sucedió la supuesta caída, y tras una lucha constante de su madre, fue reclasificada para ser indagada como feminicidio. Hasta el día de hoy, no hay ningún detenido y la justicia no ha llegado para la familia Zamudio.
