Margensur (UV: y sin embargo se mueve)

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Alejandro Saldaña Rosas

Sociólogo. Profesor Investigador de la Universidad Veracruzana

@alesal3

UV: y sin embargo se mueve

 

Ni UV ni los veracruzanos van a estar solos en la defensa del patrimonio público. Apoyemos el 26/02.

Manuel Gil Anton (@ManuelGilAnton)

 

El tuit que da inicio a esta colaboración es del Doctor Manuel Gil Antón, investigador del Colegio de México, especialista en sociología de la educación y uno de los expertos más reconocidos a nivel internacional en educación superior. El tuit de apoyo es porque la comunidad académica de la UV se movilizará, nos movilizaremos, el viernes 26 de febrero en todas las regiones del estado de Veracruz para defender la educación superior pública gratuita.

            La Universidad Veracruzana atraviesa por la crisis más grave en su historia de más de 70 años. El estrangulamiento económico a que la ha sometido el gobierno de Javier Duarte de Ochoa coloca a la máxima casa de estudios de Veracruz en una situación de enorme peligro, al punto de que en este momento se han debido cancelar varios proyectos de crecimiento y mejora del patrimonio universitario, así como algunas actividades académicas. De no revertirse esta tendencia, la UV podría extinguirse paulatinamente. Veamos algunos datos duros:

            El gobierno del estado adeuda a la UV 2076.8 millones de pesos (a diciembre de 2015), monto acumulado al menos desde el año 2013; esta enorme cifra aumenta mensualmente en 100 millones de pesos, de acuerdo a las estimaciones del Doctor Hilario Barcelata Chávez, académico que coordina el Observatorio de Finanzas Públicas. De esta cifra, poco más de 451 millones de pesos corresponden a aportaciones federales que recibió el gobierno veracruzano y jamás entregó la universidad, los restantes 1625 millones son recursos asignados en el presupuesto estatal que no han sido entregados. Por otra parte, el presupuesto para la UV en el año 2016 contempla una merma de 249.8 millones de pesos, lo que aunado al adeudo de más de 2,100 millones de pesos, coloca a la institución en una precariedad financiera muy peligrosa. Por si esto no bastara, en el Plan de Ajuste 2015-2022 del gobierno veracruzano se contempla una reducción continua durante los próximos años de un 35% equivalentes a más de 880 millones de pesos.

            El plan de exterminio de la UV se complementa con la iniciativa enviada por Javier Duarte al Congreso del estado para reformar el artículo 98 de la Ley de Pensiones del Estado de Veracruz a efecto de que si el gobierno no puede pagar las pensiones de los jubilados (quienes han aportado durante muchos años el dinero para su pensión), la UV (y otras entidades) deberán usar sus recursos para cumplir con obligaciones que le corresponden al ¡gobierno! Así de obtusa y perniciosa la iniciativa de un gobernador que se ha caracterizado por el sucio uso de las finanzas públicas.

            En efecto, el gobierno de Veracruz fue ubicado por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en el último lugar del ranking de los estados en el país por cuanto a los señalamientos por el desvío de recursos públicos. Más de 35 mil millones de pesos que el gobierno de Duarte de Ochoa no ha podido transparentar. Aun peor, en el informe de la ASF se destaca que el gobierno de Veracruz fingió devolver a fondos federales al menos 4 mil setecientos millones de pesos. Sobre el tema puede usted consultar la siguiente nota: http://www.elfinanciero.com.mx/nacional/veracruz-finge-devolver-recursos-a-la-federacion-por-mil-mdp.html. La opacidad en el uso de los recursos públicos explica que el gobierno de Veracruz esté endeudado prácticamente con todo el mundo: le debe a los pensionados del IPE, a los maestros, a los municipios, a los empresarios, a mismas instancias del gobierno estatal y, por supuesto, le debe a la UV.

            Javier Duarte pretende pasar la factura de sus turbios manejos financieros a la sociedad veracruzana. Para lograrlo cuenta con el apoyo del círculo cercano de corifeos beneficiados por el dispendio y la transa: Nemi Dib, Buganza, Arturo Bermúdez, Fernando Charleston, Luis Ángel Bravo, Tarek Abdalá, Silva Ramos, Audirac, entre otros. También cuenta con los genuflexos diputados veracruzanos, federales y locales, de su partido, el PRI.

            Ni la UV ni los veracruzanos vamos a pagar por el despilfarro y el robo del gobierno de Duarte. Un primer paso es la organización, tarea en la que muchos, decenas, centenares de universitarios estamos trabajando.

            No es nada fácil organizarnos. En primer lugar, porque hay que vencer la inercia de muchos años de una “cultura política” basada en componendas, dádivas y subordinación hacia los “líderes”. Como es bien sabido, en Veracruz las corruptas prácticas políticas del priismo (extendidas a otras agrupaciones políticas) han dejado una impronta difícil de remontar. Aún falta mucho porque la gente sigue preguntando si para hacer una movilización contamos con la autorización de las autoridades (¡!). En segundo lugar, porque al interior de la universidad muchas veces se antepone la mezquindad a la defensa de la UV. Así, a los académicos que estamos tratando de organizarnos se nos ha acusado de servir a X o Y partido, de querer destituir a la Rectora Sara Ladrón de Guevara, de estar al servicio de la Rectora Sara Ladrón de Guevara, vaya, inclusive se ha dicho que el incipiente movimiento universitario lo animan intereses ajenos a la universidad. Nada más alejado de la realidad. Somos universitarios: profesores, investigadores, estudiantes, trabajadores, egresados, que no pretendemos otra cosa que organizarnos para defender a nuestra universidad. Si la falta de oficio político y la inquina de los detractores de la organización autónoma de la comunidad universitaria no les da para comprender que no necesitamos permiso para manifestarnos, que somos libres e independientes, no es problema nuestro. Si no quieren participar, de acuerdo, pero no perjudiquen los esfuerzos de quienes sentimos la obligación de defender a nuestra universidad.

            Así, poco a poco y no sin dificultades hemos podido organizar una primera marcha para el día 26 de febrero en todas las regiones donde la UV tiene presencia, es decir, prácticamente en todo el estado de Veracruz. Una marcha para organizarnos, para encontrarnos, para levantar nuestra voz, para quitarnos el miedo, para exigir nuestros derechos, para pensar juntos, para demostrar(nos) que la UV, sin embargo, se mueve.

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