Por Gabriela Soriano Segoviano
Sociologa y diseñadora grafica
Facebook: Gabriela Soriano
Un punto azul pálido
El libro Un punto azul pálido: una visión del futuro humano en el espacio, de Carl Sagan, es una larga reflexión acerca de una fotografía de la Tierra, tomada a 6 mil kilómetros de distancia por la sonda espacial Voyager 1.
A 25 años de distancia, vale la pena compartir un fragmento del texto que esta fotografía – considerada una de las mejores imágenes científicas de la historia– le inspiró al astrónomo estadounidense, para retomar algo que frecuentemente olvidamos: la consciencia de nuestra propia pequeñez.
«Desde este lejano punto de vista, la Tierra puede no parecer muy interesante. Pero para nosotros es diferente. Considera de nuevo ese punto. Eso es aquí. Eso es nuestra casa. Eso somos nosotros. Todas las personas que has amado, conocido, de las que alguna vez oíste hablar, todos los seres humanos que han existido, han vivido en él. La suma de todas nuestras alegrías y sufrimientos, miles de ideologías, doctrinas económicas y religiones seguras de sí mismas; cada cazador y recolector, cada héroe y cobarde, cada creador y destructor de civilizaciones, cada rey y campesino, cada joven pareja enamorada, cada madre y padre, cada niño esperanzado, cada inventor y explorador, cada maestro de moral, cada político corrupto, cada "superestrella”, cada “líder supremo”, cada santo y pecador en la historia de nuestra especie ha vivido ahí: en una mota de polvo suspendida en un rayo de sol.
»La Tierra es un escenario muy pequeño en la vasta arena cósmica. Y, sin embargo, piensa en los ríos de sangre vertida por todos esos generales y emperadores, para que en gloria y triunfo pudieran convertirse en amos momentáneos de una fracción de ese punto. Piensa en las interminables crueldades cometidas por los habitantes de una esquina de este pixel sobre los indistinguibles habitantes de alguna otra esquina. Cuán frecuentes sus malentendidos, cuán ávidos de matarse unos a otros y cuán fervientes sus odios.
»Nuestras posturas, nuestra imaginaria importancia, la ilusión de que ocupamos una posición privilegiada en el universo... todo ello es desafiado por este punto de luz pálida.
»Nuestro planeta es un solitario grano en la gran y envolvente penumbra cósmica. En nuestra oscuridad —en toda esta vastedad—, no hay ni un indicio de que vaya a llegar ayuda desde algún otro lugar para salvarnos de nosotros mismos.
»La Tierra es el único mundo conocido hasta ahora que alberga vida. No hay ningún otro lugar, al menos en el futuro próximo, al cual nuestra especie pudiera migrar. Visitar, sí. Colonizar, aún no. Nos guste o no, por el momento la Tierra es donde tenemos que quedarnos.
»Se ha dicho que la astronomía es una experiencia de humildad y formadora de carácter. Tal vez no hay mejor demostración de la locura y de la soberbia humana que esta distante imagen de nuestro minúsculo mundo. Para mí, subraya nuestra responsabilidad de tratarnos los unos a los otros de modo más amable y compasivo, y de preservar y querer ese punto azul pálido, el único hogar que siempre hemos conocido».
Miguel
Hola Gabriela,
Recomiendo la lectura del libro la sexta extinción de Elizabeth Kolberg a manera de complemento en el contexto de su publicación.
Felicidades!
Miguel Pineda
Consultor de Telecomunicaciones
San Juan Puerto Rico
Miguel Soriano López
Hablar de Carl Sagan es entender en mucho nuestro universo y no cabe duda que Gabriela escogió muy bien el tema. Felicidades