Tlachinollan y normalistas denuncian brutalidad de la policía de Guerrero
Por La redacción
Estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, Guerrero, dieron a conocer que policías estatales los agredieron de manera directa con gases lacrimógenos, que hubo una persecución y les dieron puñetazos, patadas, roletazos y los subieron a las patrullas encimados. Incluso, los amenazaron con matarlos “si se pasan de huevos, porque nosotros somos bien verga y con nosotros no se van a meter”, según el testimonio uno de los normalistas.
Aunque hubo presencia de policías federales, solo los estatales realizaron las agresiones, explicaron. “Los policías no median su fuerza, esos ataques sí matan”, indicó un estudiante a través de la radio de la normal “Voces nuestras, voces de todos”.
“Cuando yo estaba en la patrulla con tres compañeros encima, me chorreaba sangre en la cara. Los granaderos nos dijeron ‘los vamos a asesinar por pendejos’, ‘les vamos a hacer lo mismo que a sus 43 compañeros’”, comentó.
Mientras tanto, en un comunicado, el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan acusó a los policías involucrados de brutalidad.
Explicó que el ataque contra los normalistas tuvo tres momentos y se registró cuando aproximadamente 150 estudiantes regresaban a la normal de Ayotzinapa a bordo de ocho autobuses y fueron interceptados por policía federal y estatal, así como por elementos del Ejército mexicano, sobre el libramiento de la carretera Chilpancingo–Tixtla.
Los normalistas, por su parte, detallaron que hay un saldo de al menos 18 estudiantes hospitalizados, algunos de ellos de gravedad, y 13 detenidos, quienes posteriormente fueron llevados a las instalaciones de la Comisión Estatal de Defensa de los Derechos Humanos (CODDEHUM), en la ciudad de Chilpancingo, para ser liberados.
“Primero atacan a los dos autobuses que iban hasta atrás, pasando el túnel; posteriormente, cerca de la caseta de cobro nos atacan a nosotros, nos paran, nos avientan gas lacrimógeno, nos patean y nos golpean; y los autobuses que iban más adelante de nosotros fueron agredidos por la policía federal que venía de Tixtla hacia Chilpancingo (…). La policía del estado después del primer ataque en los túneles detiene a un aproximado de 20 estudiantes que no somos los 13 que nos llevaron a la CODDEHUM, y es a quienes estamos buscando, a dónde se los llevaron, ¿los soltaron o qué onda?”, cuestionó un estudiante.
“Me dio miedo no salir de donde estaba siendo agredido por los policías”, narró un estudiante agredido en la radio de la normal , y añadió que “la policía no está capacitada, el entrenamiento que tienen no es para detener delincuentes sino para chocar con organizaciones sociales”.
El gobierno de Guerrero justificó el operativo contra los normalistas con el argumento de que los policías frustraron el robo de una pipa que llevaba combustible: “Una vez que los elementos policiales lograron detener los últimos dos autobuses con los que protegían la huida de los estudiantes que conducían el camión cisterna, solicitaron a los jóvenes que descendieran de las unidades quienes hicieron caso omiso, ocasionándose una confrontación entre los elementos y los normalistas, sufriendo algunos lesiones que no ponen en riesgo su vida”.
Sin embargo, Tlachinollan denunció que los elementos de las diferentes corporaciones propinaron tratos crueles e inhumanos a los estudiantes. A un aproximado de cinco normalistas, los policías estatales y ministeriales les quitaron el pantalón, les dijeron cosas obscenas y amenazaron con torturarlos; a otros, les dieron puñetazos en la cabeza.
“Hay un compañero que está fracturado de la pierna, a otro compañero le desprendieron toda la parte de los labios de una patada en la boca; a otros compañeros que subieron a las patrullas les quemaron la espalda con cigarros, a mí me amarraron una bufanda en el cuello y me iban ahorcando”, dijo al Centro de Derechos Humanos uno de los estudiantes detenidos.
Alrededor de la media noche, se informó que los 20 estudiantes de quienes se ignoraba su paradero, habían sido ya localizados, detalló Tlachinollan.
Reporteros agredidos, por policías el día de ayer 11 de noviembre, mientras filmaban las agresiones cometidas contra los Jóvenes normalistas de Ayotzinapa. Filmar a un policía mientras realiza una detención o cualquier otra acción relacionada con sus facultades es totalmente legal. La razón es sencilla: se trata de un agente del estado cuyos actos son de carácter público. La razón se refuerza cuando los realiza en la vía pública.
Posted by Yo SI Soy Ayotzinapa on jueves, 12 de noviembre de 2015
Zoila Libertad Moguel Ortiz
La misma estrategia del 68 culpar al agredido. ¿Quién los ha engañado qué ellos son los dueños de México? y Estados Unidos aolo ve hacía Venezuela y CNN parece que el maestro le pone diario esa tarea. ¿Qué más nos falta por sufrir? No hay duda que el epn no ganó, compró la presidencia. No se ve la luz al final del túnel. A los policías los envían drogados, no los dejan dormir y así los mandan salen como toros de lidia. Mexicanos ¿Qué podemos hacer, si las armas y la violencia son propiedad del gobierno?