Punto y coma: la sonata del arte

  • 0

Hablemos sobre arte y rebeldía en #TierrAdentro CDMX. Conversemos acerca del papel de la mujer en el Arte, en la expresión cultural de un país que es México. 'Sonata' al aludir los significados de diferentes épocas hasta ir acorde a lo formal, rompiendo el modelo clásico y las estructuras. Punto y coma al ser nosotras la pausa para reflexionar acerca de nuestro entorno, de los lugares que ocupamos y estamos abriendo, cuestionando los papeles que la sociedad y la cultura nos quieren dictar.

Celebrar es reunirse, conversar, empatizar y reflexionar. Siete mujeres sentadas en una mesa exponiendo sus vivencias, sus visiones y sus esperanzas; cada una de distinta época y lugar geográfico de una misma nación. 

La reflexión comienza con la pregunta ¿cuál es el papel de la mujer en la sociedad mexicana? 

Laura Melendrez, fundadora de la marca “Amor y Rosas”, busca generar oportunidades para cambiar el discurso de las mujeres desde su pensamiento, por iniciativa propia. "Las mujeres tienen el control de decidir, de formarse y gestarse para mirarse como lo que se reconocen", apunta. 

Friné Alejo, artista visual e ilustradora expresa sobre sus constantes exploraciones en un país lleno de creadores y gente sensible. Obviamente, para ella, la mujer tiene una labor primordial dentro del Arte, pero la comunidad de creación se encuentra contaminada por la cultura de machismo que existe en México. Hoy en día, las mujeres han luchado para conservar sus derechos. Se deben, expone la joven, aprovechar los espacios que se nos ofrecen, usar esta apertura para visualmente expresarnos a nosotras y la cultura mexicana (como nuestro entorno primario y más cercano). Expresarnos y que se escuche es el verdadero reto.

Verónica Villegas, artista visual contemporánea, en su intervención nos invita a reflexionar  acerca del papel de las mujeres no sólo en el Arte sino en la industria cultural. El creativo deja ver otros caminos que muchas veces las personas no voltean a ver y nos proporciona ideas que permiten cambios en la sociedad, en las personas. Con las controversias presentes, el papel de los artistas puede ayudar a ocupar espacios que reclaman una paz social. Nosotras, manifiesta, como intelectuales mexicanas podemos ayudar a generar realmente un cambio desde la trinchera personal, siendo la plástica, el diseño, el arte y expresión el mensaje del México que anhelamos, el México creativo, el de las ideas, el de la creación. Nuestro país es violencia o noticias desafortunadas que se viven en una sociedad tan contrastante, comenta mostrando ilusión en el cambio.

Alejandra L. Yaski es artista plástica, medita acerca del papel de la mujer en tiempos contemporáneos, explorando el camino de mujeres artistas que permitieron la apertura para expresar y exponer. Ha sido bastante, según comenta, lo que se ha ganado. “Las mujeres somos libres, nos toca ahora tomar esos espacios y expresarnos con la mayor libertad, como seres humanos con un discurso integrador, sin ser definición que discrimine, sin polarizar ni apropiarnos de temas”, señala. Todo esto lo menciona gesticulando con pasión y moviendo las manos para enfatizar en el mensaje. Debemos explorarnos como seres humanos únicos, llenos de cosas, detalles, particularidades y generalizaciones; en ello radica la belleza del ser humano al ahondar en las diferencias y aprender a convivir con ellas.

Sandra Pani alrededor de la presencia de las mujeres habla de personajes relevantes y populares del país, contextualizando cómo son mujeres aquellas que nos representan ante los ojos extranjeros siendo Frida Kahlo quien encabeza la lista de mujeres al pensar en artistas mexicanos y en el caso de escritores es Sor Juana Inés de la Cruz. “Es muy curioso que en un país donde pervive en la cotidianidad el trato entre hombres y mujeres, tengamos íconos femeninos muy poderosos. En la propia colección de Arte Moderno podemos encontrar diversas mujeres como Remedios Varo, Leonora Carrington, Olga Acosta, entre otras, siendo como sí en México se hubiese permitido otro nicho a las mujeres artistas, como algo que se les permitió más no enfatizó su talento y grandeza cerrando espacios paradójicamente para ser simplemente toleradas”, expresa.

Los datos apuntan, basándonos en el libro de Carmen Cordero, que entre 2006 y 2011 las escuelas de artes plásticas en México aceptan 50 por ciento de hombres y 50 por ciento de mujeres; las becas del FONCA son igualmente equitativas. No existe realmente la cuota de género, la calidad y el trabajo ameritan apertura en los espacios, pero el problema real radica a partir de la difusión del arte, donde ya no es igual. La participación de las mujeres en galerías es entre el 11 y el 30 por ciento, en subastas entre el 1 y el 4 por ciento, las exposiciones de mujeres en museos públicos va de entre 6 y el 16 por ciento, mientras que en privados del 18 al 26 por ciento, y la presencia de obra de mujeres en colecciones de museos va del 4 al 11 por ciento. Es muy revelador cómo a partir de que empieza la difusión y la introducción del arte en el mercado, se sigue valorando y empujando desde una visión machista; un fenómeno que ocurre no sólo en México, es mundial.

“No solo los hombres deben hacer conciencia, también las propias mujeres quienes muchas veces son las que imposibilitan la participación de otras congéneres”, explica la maestra Pani, quien aboga por el uso de la empatía en una fuerza que la minoría ha ido construyendo. “Hay que apoyarnos y ayudarnos, dado que la problemática es real y aún existente. Hay mucho que hacer como sociedad y como artistas. El día que una mujer sea reconocida de la misma forma que un hombre, ese día habrá justicia, pero por mientras el suelo aún no está parejo”, sentenció.  

Lulú S. Puig desglosa el feminismo a través de su visión como fotógrafa, cuestionando los pocos espacios que existen en los museos y en las galerías, pero que de forma contradictoria dotan del 80 por ciento de obra erótica y desnudos a mujeres. “Se nos permite estar más desnudas en el arte que a los hombres porque sólo el 20 por ciento de los cuadros que vemos son sobre ellos siendo vulnerables”, dice.

Pani interviene de nuevo y alega a la belleza en el propio cuerpo, desnudo: en las entrañas. Las miradas femeninas y masculinas en el Arte se han canalizado a que el cuerpo femenino es el cuerpo del deseo que espera. “Es una una oportunidad para dotar a nuestra interpretación del cuerpo una expresión más contestataria que analice las exploraciones sobre tener un cuerpo, propio, de otras. Nuestra manera de habitar el cuerpo es sumamente política y ha de analizarse”, comenta. 

Martha Chapa a través de sus años y experiencias como artista, madre y mujer proporciona una visión de lucha de una joven que anhelaba ser artista y madre, mezclando voluntad y fuerza para una época donde socialmente era impensable desarrollarse de forma profesional en el Arte. Los retos, para ella, fueron formativos y a su vez ayudaron a encontrar maestros que ahondaron y la incentivaron en el conocimiento del ser, como Luis Nishizawa, expresa recordando con cariño a su mentor y maestro. “Se puede encontrar a muchos artistas que guían, abren panoramas, enseñan caminos… que inspiran”, asegura. 

Curiosamente, en México después de la Revolución se aperturan escuelas y academias para impartir artes a las mujeres, siendo nuestro país un pionero en esta área. Poco a poco se ha avanzado venciendo los retos aunque, expresan las mujeres de nuestra mesa, “aún así duele pensar en la violencia”. 

“El arte tiene gran fuerza, un mensaje que dar y creo firmemente puede ayudar a reconstruir el tejido social tan dañado”, comenta la maestra Chapa. “Entre todas y todos podemos hacer la labor para llegar a mejores senderos, lograr perfeccionar e incorporarnos. El Arte y la Cultura además de dotarnos de una identidad nos permite conformar una fuerza que no se detiene. Intercambiar experiencias es importante”, agrega.

 

La magia radica en hacer algo juntas, en aportar ideas, proponer el poder convertirnos en fuerza.

Como última intervención, Sandra Pani cuestiona sobre los estereotipos de género en el Arte, la incapacidad de pensarnos como individuos sin relación con un paternalismo, tan dependiente de los nombres masculinos que conforman nuestra historia. 

“Las propias mujeres no entienden, asimilan su deconstrucción y conciencia en los mismos errores. Debemos estar conscientes, reflexionar, no medirnos siempre en relación a un hombre. Si una mujer está en determinado lugar es por sus méritos. Las mujeres oportunistas existen, pero ser neutras y capaces de visualizar nuestro propio trabajo para tender puentes será la clave para progresar. Todavía el suelo no está igual para todas, pero el Arte tiene el poder de transformar, empezando por el autor”, cuenta la artista. 

Lulú Sanchez nutre el comentario expresando la falta de una figura que concretice todo lo que anhelamos para empezar a organizarnos con estrategia. 

Ahondamos en esta mesa que más que mujeres somos personas, seres humanos que están tratando de expresar y desarrollarse; un conjunto de experiencias que están tejiendo y dialogan en un país vasto como lo es México. La alianza y la construcción serán las que nos ayudarán, pensamos al Arte como arma poderosa para canalizar nuestros sentimientos, emociones y pensamientos, así como para transmitir a los demás a fin de empatizar.

Delitos sexuales en México... en aumento
Atrás Delitos sexuales en México... en aumento
Si fuera prioridad: Omar García
Siguiente Si fuera prioridad: Omar García
Entradas Relacionadas

Escribir comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *