México nunca había presenciado niveles tan altos de violencia armada como hasta que se decidió emplear a elementos militares en tareas propias de seguridad pública en diciembre de 2006. Esta decisión se da poco después de la expiración de la prohibición en Estados Unidos de la venta libre de armas de asalto en 2004.
Desde entonces, en México se han cometido miles de graves violaciones a los derechos humanos y actos de violencia. Desde 2006 y hasta el mes de mayo del año 2021, se tiene registradas 309,793 muertes violentas (homicidio doloso), de las que al menos el 59.2% fueron perpetradas por un arma de fuego. Empleando la nueva metodología del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, podemos ver que 2019 fue el año más violento con 20,716 homicidios y feminicidios que se cometieron con arma de fuego.
Estados Unidos también enfrenta una coyuntura de violencia armada cometida por agentes de la policía y actores no estatales; en 2020 la compra de armas de fuego en ese país presentó un aumento del 40 por ciento con respecto a 2019.Los datos que obtuvimos, muestran que en 2020, Estados Unidos exportó el 80 por ciento de las armas pequeñas que llegan a México. Las armas de fuego de origen estadounidense también constituyen, al menos, el 70 por ciento de las armas ilícitas recuperadas.
Preocupadxs profundamente por estos contextos de violencia y violación a derechos humanos, que a su vez tienen impactos diferenciados por género, etnia, estatus migratorio, entre otros factores interseccionales, queremos sumar voces y esfuerzos para visibilizar el sufrimiento que causan las armas de fuego y llamar a instituciones responsables y a la población en general a actuar en favor del alto a las armas y la construcción de caminos hacia una paz con justicia, igualdad y vida digna a través de la campaña #PazSinArmas
12 de octubre 2021
15hrs
