En una librería del centro intelectual de la Ciudad de México, entre el bullicio de la que ella considera "la ciudad más efervescente que ha visitado en el mundo", entrevistamos en exclusiva a la escritora y periodista rusa Vesta Spivakovsky quien desde lejanas tierras ha visitado nuestro país para presentar su libro "More Louder Than Silence" o "Más Fuerte que el Silencio", el primer título de Rusia que aborda uno de los problemas más silenciosos e invisibles que existe de violencia transversal contra la familia, donde en la mayoría de los casos las mujeres y sus hijos son los más vulnerables: hablamos de la Alienación Parental. Spivakovsky narra cómo fue enfrentar sola este tipo de violencia del cuál fue víctima hace 10 años al separarse del padre de su hija.
"Mi ex esposo decidió secuestrar a mi hija y alienarla contra mi, su madre. Cuando lo sufrí no sabía realmente qué pasaba, no sabía en aquél tiempo nada de lo ocurría aunque sentía era algo terrible. Empece a investigar si había más personas que lo habían sufrido y era el mismo tipo de comportamiento: padres que habían sufrido una separación, uno de los padres bloquea el contacto del infante con el otro y empieza a manipularlo para usarlo como un arma que sirva de chantaje. Generalmente usan el argumento que 'nadie les ama', 'tu madre o padre te abandonó', ellos usan al infante para intereses personales y egoístas. Suelen dañar psicológicamente a los infantes, dañan su percepción de la realidad", comenta la escritora mientras explica cómo funciona este sistema en su país Rusia.
"Descubrí que era un fenómeno llamado Alienación Parental, que no era exclusivo de una región o país, que no discriminaba entre situación social o de poder, podría ocurrirle a cualquier persona. Muchas veces, las personas creen nunca les pasará a ellos, pero me queda claro que cualquiera puede ser víctima de este tipo de violencia". Tan solo en México alrededor de 82 mil infantes, según la Universidad de Granada, sufren Alienación Parental. La mayoría de estos menores al crecer se vuelven adultos que fomentan algún tipo de violencia física o psicológica, son más susceptibles a presentar problemas de adicciones, depresión o incluso el suicidio.
Los signos de Alienación Parental son claros: generalmente el alienador (o el miembro de familia que manipula) suele incitar el odio hacia el miembro de la familia que está en contra, habla mal de la víctima frente al infante, suele usar un tipo de psicología pasivo-agresiva para incrementar la confusión y cómo es la realidad. "Ellos visualizan al infante cómo un arma de manipulación, no miden el daño, solo piensan en ellos mismos. Resulta de suma importancia entender el fenómeno, de afrontarlo y compartir la información que existe, actúan de la misma forma que una secta, simplemente manejan las emociones del infante", comenta.
#MásFuerteQueElSilencio
"Debemos quebrar el silencio. El título del libro nació cuestionando el silencio y cómo cualquier silencio puede romper ese estado, lo mismo pasa cuando los padres se separan, se quiebra algo y nosotros decidimos qué tan profunda puede ser esa grieta o sonido. Tenemos el derecho natural de amar a nuestros padres, nadie debe decirnos qué sentir acerca de nuestros padres", manifiesta incitando a una reflexión profunda.
En nuestro país, durante 2019 la diputada morenista Dulce María Corina Villegas puso sobre la mesa la discusión en torno a la Alienación Parental y pidió aprobar en la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes la condena a la manipulación contra el menor de edad involucrado considerando la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño de 1989:
“En todas las medidas concernientes a los niños que tomen las instituciones públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o los órganos legislativos, una consideración primordial a que se atenderá será el interés superior del niño... Los Estados Partes se comprometen a asegurar al niño la protección y el cuidado que sean necesarios para su bienestar, teniendo en cuenta los derechos y deberes de sus padres, tutores u otras personas responsables de él ante la ley y, con ese fin, tomarán todas las medidas legislativas y administrativas adecuadas”, señala el artículo tercero de la Convención.
"Creo podemos realizar un gran cambio, dotando de voz a las personas y concientizando a la sociedad de este fenómeno para que dejen de juzgar a las víctimas y culpabilizar", Spivakovsky narra cómo sufrió una estigmatización y revictimización por parte de su entorno quién la llega a cuestionar sobre su papel como madre y esposa. "Es muy fuerte la estigmatización, te hace sentir desprotegida, te hace sentir culpa, completamente sola. El silencio es realmente doloroso, sabes el niño sufre, tú sufres, que algo no está bien, pero el sistema contemporáneo no hace nada", asegura.
Es una realidad las autoridades son ciegas al fenómeno. Existe tanta desinformación que solo el 30 % de los casos de Alienación Parental se resuelven dentro de los tribunales, contando que la corrupción es uno de los factores que más influyen para manipular a los juzgados, quienes además se prestan para alejar a los niños de sus progenitores y culpabilizar a la parte dañada sobre la decisión. "Ellos no buscan una solución, el sistema legal cojea, necesita empujar para comprender y solucionar el problema. Necesitamos proteger el derecho de los niños, hacer consciencia sobre el daño psicológico, físico y ético que se le hace a los infantes".
Lector ruso parlante en México
"También debemos ser concientes de que un niño sano no rechaza a otro padre. Es importante que un especialista analice el estado mental de los niños que se ven envueltos en el conflicto, que ambos padres acepten la intervención de un profesional de la salud mental para determinar el daño", recalca Spivakovsky al contar cómo muchos padres se niegan a que sus hijos asistan a un especialista de la salud mental cuando el problema se denuncia o se hace visible. "También los expertos deben conocer el fenómeno, muchos de los trabajadores sociales y psicólogos carecen de una formación sobre el fenómeno, esto es un factor clave para determinar el futuro del niño y su convivencia familiar". La violencia ni debe replicarse, las víctimas se pueden evitar y los daños pueden tratarse en caso de haber sufrido Alienación Parental.
"Peleemos por lo que consideremos injusto, aquello que no esté bien. Decidamos darle voz a los problemas, dejar de ser víctimas, empoderarnos realmente a través de lo que podemos cambiar", dice la también periodista rusa. El 77 % de las mujeres que sufren violencia a nivel internacional suelen ocultarlo y callarlo ante el miedo a enfrentar el estigma social. "Debemos visibilizar la violencia, debemos alzar la mano, tomar importancia para trazar nuevos caminos y objetivos, más en países que cómo México o Rusia donde la sociedad suele calificar antes que comprender. Decir NO, detener este comportamiento es tarea tanto de las víctimas cómo de los que empatizan con ella. Debemos tener la opción de decidir qué queremos, cómo lo queremos y entendernos".
"Necesitamos hablar sobre la manipulación. Necesitamos tener una voz, replicar y compartir a todos los que podamos sobre este problema", manifiesta la escritora quién además invita a todos los padres de México y Latinoamérica a compartir su historia con #MásFuerteQueElSilencio por medio de redes sociales, desde Facebook, hasta Instagram e incluso Twitter. "Hay que escribir mucho, comentar mucho, debatir mucho, hablar sobre el problema y esta situación que afecta a nuestros niños y jóvenes".
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