La democratización de la UNAM, mucho más que un voto

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Texto: Mariame Reyes y Paola Atziri Paz

El pasado 19 de febrero, el diputado Miguel Ángel Jáuregui de Morena presentó una iniciativa para que la elección del rector, directivos de los distintos planteles e institutos de investigación de la Universidad Nacional Autónoma de México se hiciera a través del voto universal.

Pese a que la propuesta se retiró tras recibir distintas críticas de sectores universitarios y después de que el rector Enrique Graue la calificara como un intento de intromisión, el debate sobre la democratización y autonomía de la universidad escaló al interior de la máxima casa de estudios.

La propuesta original de Jáuregui planteaba: "Democratizar las formas de gobierno de la UNAM significa que al rector, a los directores de las escuelas y facultades, así como los directores de los institutos de investigación, los elijan sus propias comunidades por medio de elecciones abiertas, equitativas, competitivas y transparentes, a través de voto libre y secreto”.

La democratización de la UNAM, mucho más que un voto

En entrevista con Alfredo Bravo Olivares, profesor de la universidad y activista dentro de la misma, cuestionó si el diputado de Morena conoce las necesidades de la institución, la problemática que presenta de forma interna y los problemas de fondo que tiene la universidad, como la precarización laboral de los profesores, un plan de estudios que no se adecua a las necesidades actuales de los alumnos y la violencia de género que hasta ahora se ha hecho visible gracias al trabajo de las mujeres y alumnas organizadas.

"Lo único que están haciendo es trasladar las decisiones a un grupo, pero sin trastocar la estructura del Consejo de la universidad, que tiene problemas graves", declaró para Rompeviento TV.

¿Quién gobierna la UNAM?

De acuerdo con el profesor de Economía, los intereses dentro de la UNAM son palpables al grado que miembros del Consejo Universitario reciben tareas externas: "Es importante que se conozca el funcionamiento de la UNAM, cómo se elige, cómo se propone, en manos de quién se dejan las decisiones", señaló.

Según la Ley Orgánica, la estructura de la UNAM tiene tres pilares fundamentales: el Rector, la Junta de Gobierno y el Consejo Universitario.

La Junta de Gobierno es un órgano creado en 1945 e integrado por quince miembros de la comunidad académica elegidos por el Consejo Universitario. Este último es el máximo órgano de autoridad colegiada de la Institución y se integra por el Rector, quien lo preside, los directores de facultades, escuelas e institutos, los representantes de investigadores, profesores y alumnos, así como un representante de los trabajadores. (cuando se designa un Director de Facultad, Escuela o Instituto, previamente el Rector propone una terna a la JG, de la cual, gana quien obtiene un mínimo de ocho votos).

El Rector se elige cada cuatro años y los encargados de tomar esta decisión son solo los 15 académicos que forman parte de la Junta de Gobierno, quienes previamente son votados por la misma institución por el Consejo Universitario. Primero, se realiza una convocatoria abierta, los universitarios pueden proponer, después la Junta de Gobierno publica una lista reducida de quienes cumplieron con los requisitos: tener licenciatura, ser mayor de 35 años y menor de 70, ser mexicano de nacimiento, tener un mínimo de 10 años de labor académica. No haber sido integrante de la JG en los dos últimos años. Mostrar interés en los asuntos universitarios y en sus especialidades. Luego, los elegidos son entrevistados por la Junta, para que finalmente puedan votar de manera abierta o en urna (según acuerde) hasta alcanzar los 10 votos, si estos no se consiguen se volverá a votar hasta que alguno llegue a obtenerlos.

La ley de la UNAM no representa los problemas de su comunidad

Para el profesor de Economía y maestrando en Historia, la Ley de la Universidad debe ser estudiada, discutida y replanteada dado que su vigencia se encuentra rebasada por las problemáticas que hoy en día presenta la universidad y su comunidad, pues los intereses de una universidad pública y gratuita deben responder a los del país, a los de la comunidad sin ser partidista o dirigida por grupos de poder:

"La legislación propuesta por Morena sólo representa un parche que los beneficia a ellos para tener un lugar en la UNAM, pero no representa a la Comunidad Universitaria", afirmó.

Para alcanzar la democracia en la universidad pública más grande de México, según el maestro en la FES Aragón, no solo es necesaria la elección de Rector, pues asegura, ese sólo es un aspecto y el resto tienen qué ver con la falta de transparencia en los recursos, la falta de equidad, la precarización de los maestros y trabajadores, así como  la incompetencia de las autoridades.

"Hace falta transparencia, el rector y su camarilla siguen siendo privilegiados y ganando mucho más que hasta el mismo presidente. No solo se discuten los contratos, se discute la partida presupuestal, el uso de los recursos de la universidad, la enseñanza que va dirigida al mercado y no a las necesidades reales del país, de eso no se habla. Nosotros deberíamos enviar como comunidad propuestas al Congreso y no al revés", a la vez que especifica que la UNAM tiene más recursos que cualquier otra institución pública, pues la partida presupuestal de este año es de 46 mil 629 millones de pesos", afirmó Alfredo Bravo.

Restringir el asunto al problema de cómo se eligen las autoridades es ignorar el panorama completo

Por su parte, la profesora Diana Fuentes, de la Facultad de Filosofía y Letras, considera que la democratización de la universidad es una demanda histórica del movimiento estudiantil que debe ser producto de un gran pacto y que tomó forma a través de distintos intentos por crear un Congreso Universitario en 1986-87 y en 1999.

Ambos académicos coinciden en que la elección de Rector, directivos y plantilla media-alta es tan solo una de las problemáticas que se deberían de abordar en la búsqueda de democracia universitaria:

"El problema está ahí, en sus órganos colegiados, cómo se deciden, en la forma en que se asignan plazas y asignaturas para los profesores, en la profunda antidemocracia del sindicalismo (tanto del STUNAM como del AAPAUNAM) y por otra parte, la universidad tiene que ser democrática en la forma en que permite que sus estudiantes participen en las decisiones fundamentales... la universidad debe ser democrática también en la forma en que se transparenta el uso de los recursos y democratizarla pasaría necesariamente por la necesidad de establecer un gran pacto entre los sectores que integramos esta comunidad que renovara radicalmente algunas cosas que corresponden a una realidad de un México que no es la actual. Creo que restringir el asunto al problema de cómo se eligen las autoridades es tan solo limitarlo a un pequeño aspecto", afirmó Fuentes.

"Rechazo absoluto a este intento de intromisión en la vida universitaria": Enrique Graue

Mientras tanto, el rector de la UNAM, Enrique Graue expresó a través de un comunicado su rechazo a lo que llamo un intento de intromisión en la vida universitaria por parte del Poder Legislativo, al pretender incidir en la normatividad que rige a la universidad. El propio rector envió a la presidenta de la Cámara de Diputados, Laura Rojas, un comunicado donde manifestaba su indignación ante la propuesta del diputado Miguel Ángel Jáuregui:

Horas después, la bancada de Morena se comprometió a retirar la propuesta expresando su respeto irrestricto a la autonomía universitaria y a su vida interna además de manifestar que no se encuentra dentro de su agenda entrometerse en la UNAM. Al respecto, las voces más críticas de la universidad consideran su democratización una necesidad sustancial, siempre en estricto apego a la defensa de su autonomía:

"Lo mínimo que tendría que hacer el rector es defender la autonomía universitaria. Por supuesto, eso no exime la necesidad de que la universidad se democratice, pero eso es competencia de los universitarios y la autonomía es un aspecto en el que somos muy sensibles y tenemos que defender, porque es lo que ha permitido que la universidad sea un espacio de una profunda crítica social y de producción del conocimiento", finalizó Diana Fuentes.

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