Rompeviento

Fuera de foco

La descubierta

Morena: clarificar el peso de las causas

 

La fotografía de Joel Martínez capta la descubierta de una marcha de Morena, una protesta encabezada por conocidos dirigentes del partido que impugnan los resultados oficiales en las elecciones delegacionales de la capital.

Miro más allá. Dos banderas arcoiris de la diversidad sexual ondean detrás, como parte del paisaje, una pieza más de la movilización. Y más allá: invisible, el trasfondo de un debate que ha salido a la superficie en los últimos días sobre la agenda social de este movimiento político, a propósito de las posturas personales de su líder Andrés Manuel López Obrador.

Fue a propósito de una pregunta que le hicieron a AMLO en el programa de radio El Weso. Pregunta y respuesta resultaron, pienso yo, fuera de foco: “Eso (de legalizar el aborto y los matrimonios gay), con todo respeto y autenticidad, lo considero como algo no tan importante”, dijo el líder de Morena.

A partir de ahí, las fobias mal disimuladas contra López Obrador volvieron a dispararse con todo. Y nuevamente, lo esencial del debate se perdió en medio del griterío.

Las causas de las mujeres y de las comunidades LGTB –derecho a decidir sobre el embarazo, matrimonio y derecho a la adopción igualitarios—son parte inherente de los movimientos progresistas en todo el mundo.

¿Se puede ser de izquierda, progresista, de avanzada (cada quien elija la definición que prefiera) si se considera que una mujer no puede decidir continuar o no con un embarazo porque la iglesia lo condena? ¿Es congruente aceptar normas y prejuicios que discriminan las preferencias sexuales del individuo?

¿Son estas causas secundarias, prioritarias, desechables, postergables? ¿Son derechos que van antes, después o a la par que los derechos de los jóvenes, los adultos mayores, las minorías étnicas, los trabajadores, los campesinos?

Dentro de la corriente política que hoy encabeza López Obrador y que fue gobierno en el Distrito Federal durante casi dos décadas estas luchas se expresaron, se defendieron y se materializaron estos derechos. Hoy no es delito optar por un aborto, si la mujer así lo decide. Hoy las parejas del mismo sexo pueden contraer matrimonio si ésa es su opción.

Ondear las banderas de la diversidad sexual está bien. Pero estaría mucho mejor si los morenistas, que hoy dan pasos decisivos hacia su consolidación, también definen con claridad el peso de estas causas en su agenda política, independientemente de que si AMLO, su líder, es un político chapado a la antigua o no.

Blanche Petrich

Reportera La Jornada

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