La consecuencia de llegar al gobierno de Bolivia a través de un golpe de Estado sigue provocando arbitrariedades contra la población civil boliviana, y ahora también contra diplomáticos mexicanos y españoles.
El gobierno de facto de Bolivia encabezado por la señora Jeanine Áñez, decidió declarar persona no grata a la embajadora de México en Bolivia, María Teresa Mercado, y aplicó el mismo trato contra la encargada de Negocios de España, Cristina Borreguero, así como al cónsul español en Bolivia, Álvaro Fernández.
El pasado viernes 27 de diciembre, el Gobierno mexicano denunció que autoridades del gobierno boliviano retuvieron dos automóviles de diplomáticos españoles que se dirigían a la embajada mexicana para recoger a los funcionarios españoles que habían visitado la residencia diplomática mexicana en La Paz.
El gobierno español respondió ordenando la salida de 6 funcionarios españoles de Bolivia, y ordenó la expulsión de tres diplomáticos bolivianos de España.
Por su parte el gobierno mexicano, solicitó garantías para el retorno de la embajadora mexicana, María Teresa Mercado, para su regreso a México.
