Cuarentena ante COVID-19 no es un privilegio en Italia: testimonio de una mexicana inmigrante

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Texto y fotos: Susana Lazos

Mi nombre es Susana Lazos, soy michoacana y vivo en Italia desde hace dos años, precisamente en la ciudad de Agliana que pertenece al estado de Pistoia en la región Toscana. Nunca en mi vida había vivido una situación como la que se vive ahora en Italia a causa de la pandemia “coronavirus”.

Hace dos meses que comenzamos a escuchar acerca del virus, más o menos a finales de diciembre. Como inició en China, lo veíamos como algo muy lejano, apenas en aquel país estaba comenzando, por lo que las noticias que llegaban decían que era algo parecido a la influenza y hasta ahí.

Italia tiene muchas relaciones comerciales con China, su comunidad es gigante. Hay una ciudad vecina de donde vivo que se llama Prato, donde la población china supera a la italiana, prácticamente la economía de esa ciudad se debe a las empresas chinas en el sector textil, por lo que la gente viaja muy seguido entre Italia y China todo el tiempo.
El año nuevo chino se celebró el pasado 25 de enero, a inicios del 2020 ya se había advertido del virus, que era muy probable que llegara a Italia precisamente por la estrecha relación comercial que existe con el país asiático.

El Ministerio de Salud comenzó a prepararnos porque muchos ciudadanos chinos regresaban a Italia después de haber celebrado el año nuevo chino, así como italianos por viajes de negocios y que seguramente traerían el virus. Prácticamente este mensaje nos entró por un oído y salió por el otro.

Para la última semana de enero se registró el primer caso en el norte de Italia, lo escuchamos y de igual manera no hicimos caso a lo que se anunciaba en la TV. Todos pensábamos en lo exagerados que eran en los medios de comunicación, lo tomábamos con la frase clásica de “es un simple resfriado, que a veces era un poquito más fuerte”.
Para las primeras semanas de febrero ya eran dos, tres, cuatro, cinco y hasta el día de hoy 18 de marzo 2020, los contagios no cesan y van cada día en aumento.

Ha pasado ya un mes y hasta el día de hoy tenemos más de 28 mil casos positivos, alcanzando la cifra de 3.000 muertos, sí, ¡¡¡¡¡EN UN MES!!!!!

¿Qué fue lo que pasó? ¿Por qué crecieron exponencialmente los casos de contagio y muerte? Pasó que el virus se contagia de una manera increíblemente veloz. No soy médico para darles una explicación científica, sólo sé que tiene una gran resistencia para mantenerse vivo en las superficies, objetos, ropa y no se diga por la saliva: ¡¡¡cuando hablas con alguien o besas!!!

Así que podrás imaginarte que cuando llegó el paciente 1 a Italia, él no sabía que lo traía, todas las personas a las que contagió, empezando por su familia y a su vez ellos a otras personas y así la cadena infinita hasta llegar a la cantidad de muertos que he mencionado. Hablando del paciente 1, no pude encontrar una fuente confiable para decir si fue italiano; otros hablan de dos turistas chinos, pero el primer caso llegó al norte.

Inmediatamente pusieron en cuarentena la ciudad donde estaba el paciente 1; a la semana toda la región de Lombardía entró en cuarentena para no salir de la ciudad. Esta medida fue tomada para que las personas, posiblemente portadoras, no se movieran a otras ciudades y llevaran el virus y se continuara con la cadena. Las autoridades aconsejaban quedarse en casa y hacer autocuarentena, pero somos humanos, somos seres sociales y necesitamos interacción social; la gente siguió saliendo, viajando a diferentes partes de Italia y llevando el virus por doquier.

Equipos sanitarios especializados trasladan a paciente en el Hospital de Padua, región italiana del Véneto / Foto: EFE

A la mitad de febrero ya había varios casos detectados en toda la República, entonces el gobierno decretó que toda la región lombarda debía, por ley, quedarse en casa, cuarentena obligatoria. Nadie salía ni entraba a la región, bloqueada totalmente. La gente entró en pánico y salió despavorida hacia todos lados, al sur, centro, todos querían salir de la región por el miedo de quedar bloqueados, pero ¿qué pasó?

Pasó que cientos de estas personas estaban contagiadas y llevaron el virus a todas las ciudades de Italia, así que el presidente decretó bloquear todo el país, declarándolo zona roja, cuarentena obligatoria para todos, cierre de empresas y comercios que no fueran de primera necesidad; no salir de casa a menos que sea por trabajo comprobado con tu contrato, con el fin de que el virus no siga propagándose y la única manera es teniendo a la gente encerrada. Aun así, con estas medidas extremas, la gente sigue saliendo a correr o pasear, aprovechando que las calles están solas.

Por esta gente irresponsable, ahora hay policías haciendo controles y multando a todos aquellos que no tienen con qué comprobar sus salidas. Esta multa no es cualquier multa, es una penalización que se castiga con cárcel y obviamente ensucia tu registro de antecedentes penales, pues es considerado un crimen contra la salud.

Con guantes y mascarilla la policía italiana vigila afuera de los edificios, controlando que la gente no salga / Foto: Susana Lazos

¿Cómo lo vivo yo? En general se siente un aire de incertidumbre, estamos todos asustados; la TV, internet, radio, todo es coronavirus. Estamos hartos, tenemos miedo de perder absolutamente todo, pero por otro lado con miedo a perder a algún miembro de nuestra familia. No queremos dejar de trabajar, pero tampoco queremos contagiarnos, nos sentimos atrapados, es una sensación de impotencia. Queremos salir y poner un pie fuera, pero sin autorización, será un delito.

En lo particular estoy muy preocupada por perder mi trabajo y perder mi “estabilidad” económica que con mucho esfuerzo he logrado construir aquí, pero entiendo que si no soy parte del esfuerzo comunitario de hacer cuarentena para disminuir los contagios y que termine la emergencia, las empresas seguirán cerradas y no podré volver más a mi trabajo. Aparte no quiero transgredir la autoridad de salir de casa y me multen porque sé que afectará mis antecedentes penales en este país y no podré nunca obtener la ciudadanía italiana.

En estos momentos es cuando una entiende el valor de la empatía y la solidaridad. No es una protección que debe llevar a cabo una a nivel individual, no sirve sólo hacerlo por ti, debes pensar en los demás. Nosotros los jóvenes sanos somos individuos asintomáticos super transmisores del virus; seguramente yo, mujer de 38 años, sana, puedo ser portadora, jamás presentar síntomas, pero contagiar a cientos de personas más y que esas personas a su vez tienen contacto directo con familia que es asmática, diabética, anciana. Es así cuando se forma una cadena interminable de desgracias. He aquí la importancia de cuidarse para proteger al prójimo, ésta es la cadena que sí debemos procurar: la cadena de protección.

Italia suma ya 3,000 personas muertas por el coronavirus / Foto: AFP

Soy inmigrante, con muchos sacrificios obtuve mi residencia que me permite trabajar y tener seguro social. La gran mayoría de las veces me siento vulnerable porque no estoy en mi país, no tengo a mi familia a quien pueda acudir si estoy mal, porque debo pensar en otro idioma y resolver cada minúsculo problema con la mentalidad italiana. El hecho de no saber si regreso o no a mi trabajo me hace sentir aún más vulnerable, pero este país me ha dado tantas oportunidades que en México no hubiera podido obtener, así que me armo de fuerza para combatir este virus. Mi aportación consiste en estar en casa - obligada por ley - para no llegar a contagiarme y contagiar a los demás, lo hago porque amo este país y porque ya quiero que regresemos a nuestra vida “normal”.

Entiendo que en México no se pueden tomar estas medidas extremas, de cerrar absolutamente todo, pero ahora ustedes tienen mucha información derivada de la experiencia en Europa y Asia. Existen cientos de teorías: que si es una mentira del gobierno, que si es una estrategia de terror.

Tal vez nunca sepamos la verdad de su origen, pero los muertos son reales, las miles de viudas son reales; familias devastadas por perder a su familiar, su dolor es real; la policía que nos controla de no salir de casa es real. Si todos en México hacen esta cadena de protección, el país saldrá bien librado y será un ejemplo de lo que SÍ se debe de hacer ante una pandemia.

Si tu trabajo no te permite hacer cuarentena, ya son más que conocidas las recomendaciones para evitar contagiarte, evitar aglomeraciones de gente, usar mascarilla y guantes si vives con ancianos u otras patologías, esto con el fin de que no se contagien todos al mismo tiempo y el país no colapse más de lo que ya está.

Amo a mi familia, a mis amigos, a mi México y no quisiera perder a ninguno, cuídense y protejan a su comunidad.

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