Ejecuta EI a trabajadora humanitaria en Nigeria
Es la segunda en un mes
Paola Atziri Paz
Hauwa Mohammed Liman, trabajadora de la salud en Nigeria, que había sido secuestrada por un grupo del Estado Islámico fue asesinada. Es la segunda trabajadora humanitaria ejecutada con una "brutalidad inaceptable" enun mes, así lo informó el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
“Hemos pedido clemencia e instado a que se ponga término a estas muertes sin sentido. ¿Cómo puede ser que maten así a dos trabajadoras de la salud? No hay ninguna justificación posible”, dijo Patricia Danzi, directora regional del CICR para África.
Por su parte, el ministro de Información y Cultura de Nigeria, Alhaji Lai Mohammed, describió el asesinato como “malvado, inhumano e impío", y dijo que nada puede justificar el derramamiento de sangre de gente inocente.
Quienes la conocían la describen como una mujer sociable, dinámica y entusiasta que era muy querida por sus familiares y amigos. Estaba plenamente dedicada a su labor de ayudar a las mujeres vulnerables del lugar de origen de su familia, se lee en un comunicado de la organización.
Hauwa, de 24 años de edad, comenzó a trabajar como partera desde muy joven. Actualmente, trabajaba en un hospital operado por el CICR, en un campo de refugiados, en el pueblo de Rann, en el estado Borno.
La joven partera fue secuestrada el pasado primero de marzo, junto con Saifura Hussaini Ahmed Khorsa y Alice Loksha, en un ataque cometido en el poblado de Rann, noreste de Nigeria.
Según información del CICR, Saifura fue ejecutada el 16 de septiembre, mientras que Alice sigue en cautiverio, junto con Leah Sharibu, una estudiante de 15 años secuestrada por el grupo en otro incidente ocurrido en febrero.
El Comité hizo permanentes esfuerzos para lograr la liberación de las tres trabajadoras de la salud, incluso hicieron un llamado de último minuto el domingo pidiendo clemencia al grupo del Estado Islámico en la provincia de África Occidental: "Los instamos a no matar a otra trabajadora de la salud inocente que no estaba haciendo nada más que ayudar a la comunidad en el nordeste de Nigeria"..
Finalmente, la directoria regional del Comité señaló que “la muerte de Hauwa y de Saifura no solo es una tragedia para sus familiares, sino que afecta también a miles de personas en Rann y en otras zonas asoladas por el conflicto, donde el acceso a la asistencia de salud es un desafío. Exhortamos a los captores de Alice y Leah a que las liberen en condiciones de seguridad”.
