Ideas sin desarrollar y ataques directos sin respuesta fue la tónica del primer debate presidencial.
El formato de tiempos fijado por el INE convirtió el debate en una gran repetición de los spots de las campañas y en una andanada interminable de ataques que no pudieron ser respondidos.
De esto y más nos habla el abogado David Peña, integrante del Grupo de Acción por los Derechos Humanos y la Justicia Social, A.C.