Mientras la Policía Federal de inmediato tuvo acceso a mesas de diálogo, la población que se organiza para exigir sus derechos ha tenido que hacer miles de manifestaciones, muchas veces reprimidas, para que se les atienda y la mayoría de veces no se les resuelven sus problemas.
Un análisis y opinión de Omar García, sobreviviente de Ayotzinapa y estudiante de Derecho en la Universidad del Claustro de Sor Juana.