Una cárcel llamada Azerbaiyán

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Ricardo González Bernal

Coordinador del Programa Global de Protección de Article 19

@R1card0G0nzalez

 

 

 

Una cárcel llamada Azerbaiyán

Azerbaiyán es una república ex soviética que heredó de ese régimen la vena autoritaria y la vocación de espionaje digna de un gobierno totalitario. Desde que se independizó, ha sido gobernada por la familia Aliyev; primero por Heydar, considerado como “el padre de la patria”, e inmediatamente después por su hijo, Ilham. Un cuarto de siglo bajo el yugo de un régimen que asfixia de manera sistemática cualquier asomo de libertades o disenso, cobijado por la bonanza económica de su producción de petróleo y gas natural.

 

Hace poco más de tres años, ARTICLE 19 realizó una reunión interna sobre temas de protección en la Ciudad de México y contó con la participación de representantes de todas las oficinas y programas regionales. En ese entonces, recuerdo que, como una decisión congruente con nuestro ideales, decidimos hacer un acto público para sumarnos a las exigencias ciudadanas de retirar la efigie de Heydar Aliyev que había sido erigida en Paseo de la Reforma.

 

Era lo mínimo que podíamos hacer como organización, después de escuchar los horrores que enfrentaban entonces periodistas, activistas y personas que defienden derechos humanos, en voz de nuestras colegas que trabajan enfocadas en ese país. Un mes antes, en octubre, durante el Foro sobre Gobernanza de Internet (Internet Governance Forum IGF) celebrado en la capital azerbaiyaní, los servicios de inteligencia impidieron que nuestras colegas distribuyeran entre los asistentes un informe sobre la vigilancia y censura en internet en ese país. Ambas colegas fueron vigiladas e intimidadas durante toda su estancia y posteriormente les fue cancelada su visa de manera indefinida.

 

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El acto fue sencillo pero cargado de simbolismo. Cubrimos la estatua con letreros que llevaban el nombre de los 9 periodistas y 3 defensores de derechos humanos que habían sido encarcelados recientemente acusados de terrorismo, lavado de dinero, incitación a la violencia, entre otros adefesios jurídicos. Las variaciones en la pigmentación de la piel de mis colegas, añadieron un tono global a la polémica que hasta ese momento era un asunto entre el gobierno de la Ciudad de México y la embajada de Azerbaiyán. Al mismo tiempo, daba un espaldarazo a la comisión ciudadana encargada de hacer una recomendación sobre el retiro al gobierno de Marcelo Ebrard.

“Azerbaiyán aparenta ser un país generoso en el extranjero, pero en casa, encarcela a quienes alzan la voz para criticar”, fue el letrero que colgamos sobre la esfinge que honraba a uno de los más infames déspotas de la historia de esa región.

 

No era un tema relacionado con la estética urbana sino con la dignidad del espacio público de la ciudad.

 

Atrás quedó la polémica, pero en estos últimos años, la maquinaria propagandística del presidente Aliyev, que busca congraciarse con la comunidad internacional desviando la atención actual de los derechos humanos, se ha sofisticado. Soportada por una cantidad incuantificable de dinero, dado el secretismo y opacidad del régimen, Azerbaiyán ha sido sede de concursos internacionales de canto (Eurovision), eventos culturales, cumbres diplomáticas y más recientemente de la primera edición de los Juegos Europeos. Estos últimos fueron inaugurados en junio pasado con una fastuosa ceremonia amenizada por Lady Gaga, cuyo costo podría haber alcanzado los 153 millones de dólares. Mientras, al mismo tiempo, se llevó a cabo una embestida en los meses previos para silenciar al movimiento de derechos humanos y a la prensa independiente, al igual que a organizaciones como Amnistía Internacional y medios como The Guardian, a los cuales se les prohibió la entrada al país.

 

En el último episodio del presidente Aliyev y su régimen represivo, la periodista de investigación Khadija Ismayilova fue sentenciada a siete y medio años de cárcel por los delitos de malversación de fondos, negocios ilegales, evasión de impuestos y abuso de poder.

 

Los cargos son otro disparate más de un gobierno despiadado.

 

ARTICLE 19 ha tenido el honor de trabajar con Khadija en los últimos años para denunciar la grave y constante embestida en contra de la sociedad civil en Azerbaiyán. Su trabajo es el ejemplo perfecto de alguien que usa su derecho a la libre expresión para confrontar al poder con la esperanza de crear un cambio positivo.

 

De acuerdo con la información compartida por nuestros colegas, Khadija pidió que en caso de ser arrestada, la comunidad internacional no intercediera por ella con súplicas sigilosas o diplomacia en lo oscuro…

 

En esta ocasión no se trata de retirar una esfinge de un déspota sino de exigir la liberación de Khadija y las más de 80 personas encarceladas por motivos políticos.

 

¿Quieres hacer algo? ¿Quieres alzar tu voz en contra de la represión en Azerbaiyán?

 

La dirección de la embajada de Azerbaiyán en la Ciudad de México es:

 

De Los Virreyes 1015, Lomas de Chapultepec V Secc., Miguel Hidalgo

 

Su correo electrónico es: [email protected]  

 

 

 

 

 

 

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