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¿Regresó la cordura a los Estados Unidos?

J. Jesús Esquivel

Corresponsal de la revista Proceso en Washington

@JJesusEsquivel

 

 

¿Regresó la cordura a los Estados Unidos?

 

 

Washington – La sociedad estadounidense se cansó y la cordura se impuso sobre la retórica, las mentiras, el racismo y la egolatría de Donald Trump, quien este martes sufrió un fuerte golpe electoral por parte de los demócratas que en automático afectan sus posibilidades de reelección.

 

A mediados de enero de 2019 el partido demócrata será mayoría representativa en la Cámara de Representantes del Congreso Federal estadounidense y será una auténtica pesadilla en los últimos dos años de gobierno del presidente Trump.

 

Independientemente que el partido Republicano haya mantenido el mayoría en el Senado de los Estados Unidos, ¿qué significa que el actual presidente pierda el control de la Cámara de Representantes? Se abre la posibilidad de que el partido Demócrata invoque sus poderes legislativos para someter al presidente a un juicio político por el caso Rusiagate. Si bien los republicanos del Senado, por su potestad constitucional, logren impedir el juicio político, el simple hecho de que el tramite entre en proceso y se avale en la Cámara de Representantes será suficiente para socavar las ambiciones de Trump para intentar agregar otros cuatro años a su mandato en los comicios de noviembre de 2020.

 

Frente a un Capitolio estadounidense dividido, el partido Demócrata se prepara para cobrar la factura al partido Republicano por lo que le hicieron al expresidente Barack Obama en los últimos seis años de sus dos mandatos. Trump no podrá cumplir sus promesa de electorales.

 

Al parecer, la cordura regresó a la sociedad estadounidense, y con eso, logró asestar una importante bofetada electoral al presidente republicano, y este no podrá conseguir los fondos que exige al Capitolio para amurallar la frontera con México, seguir legalizando la criminalización a la inmigración indocumentada, y tal vez ni siquiera someter a gobiernos a sus caprichos proteccionistas en la definición de acuerdos de libre comercio, como lo hizo con el gobierno de Peña Nieto.

 

Con el próximo Congreso federal estadounidense, Trump corre el riesgo de que los demócratas rechacen el resultado de las renegociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) a las que bautizó como el Acuerdo de Comercio Estados Unidos, México y Canadá.

 

Los designios de la próxima Cámara de Representantes comandada por los demócratas abren una infinidad de posibilidades negativas para el futuro político de Donald Trump, además de que ahora tienen toda la posibilidad de rechazar todos su proyectos de ley, y no sólo eso, también podrán acusar de desacato constitucional al presidente si este se niega a exponer con transparencia sus declaraciones tributarias recientes, como hasta ahora lo ha hecho, con la anuencia del partido Republicano.

 

Está pendiente el informe de Robert Mueller, fiscal independiente del Departamento de Justicia que investiga el caso Rusiagate, por ejemplo, si Mueller informa que hubo “cierta” colusión con los rusos por parte de algunos funcionarios de la campaña presidencial de Trump de 2016, o que ya como presidente Trump obstruyó a la justicia estadounidense para evitar su propia exposición, ni la propia oposición republicana del Senado tendría facultades para detener el juicio político, evitarían un daño irrevocable a la imagen del mandatario de los Estados Unidos en sus posibilidades de reelección, que seguramente se intentará mostrar como víctima de una conspiración política en su contra.

 

La debilidad y vulnerabilidad de Trump debe ser aprovechada por gobiernos como el de Andrés Manuel López Obrador, quien aunque no puede evitar al presidente estadounidense, sí debe tomar en cuenta que el verdadero poder en Washington estará en el Capitolio.

 

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