Podría ser Ucrania, estúpido

  • 0

Washington – El ambiente político en Washington está sacudido por un nuevo escándalo electoral de Donald Trump.

 

El diario The Washington Post reveló la semana pasada que, en sus ansias por reelegirse, Trump llamó al presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, para intentar minar las expectativas electorales de Joe Biden, su mayor potencial enemigo.

 

Gracias a un “soplón” que alertó al Congreso federal sobre lo que podría ser la intención de Trump de socavar el proceso electoral de Estados Unidos mediante la interferencia extranjera, se revivió el llamado a someter a juicio político al actual huésped de la Casa Blanca.

 

Soberbio y cínico como es, Trump no negó la llamada que hizo apenas el pasado mes de julio a Zelensky, pero rechazó que con ello hubiera cruzado la tenue frontera de la legalidad electoral y democrática.

 

La Casa Blanca se niega a revelar la transcripción de la llamada de Trump, y la Dirección Nacional de Inteligencia a dar detalles sobre “el soplón” que encendió la luz de alerta en el Capitolio.

 

La trama tiene que ver con el temor de Trump a la aspiración de Biden de convertirse en el candidato presidencial del Partido Demócrata para los comicios del 3 de noviembre de 2020.

 

De entre la veintena de candidatos al banderín presidencial de los demócratas, el ex vicepresidente es quien tiene mayor posibilidad de derrotar a Trump en las elecciones generales del próximo año; esto de acuerdo con la mayoría de las encuestas de medios de comunicación estadounidenses.

 

La conversación telefónica entre Trump y Zelensky -que tienen grabada y transcrita la Casa Blanca y la Dirección Nacional de Inteligencia- versó sobre el interés del mandatario estadounidense en que el gobierno ucraniano indague el caso del hijo del ex vicepresidente, Hunter Biden, cuando éste trabajaba para un empresa de Ucrania.

 

“La conversación fue absolutamente perfecta”, declaró Trump sin inmutarse al verse acorralado y no poder negar que habló con Zelensky.

 

Como lo reportó el Washington Post, en la filtración al Congreso, “el soplón” manifestó que Trump pidió al recién electo presidente ucraniano que investigara si Biden, siendo vicepresidente, intervino en una investigación sobre la empresa en la que trabajaba su hijo, solicitando la remoción del fiscal que estaba a cargo de la misma.

 

Como antecedente de esto, y para torcer la mano a Zelensky, “el soplón” contó que Trump “hizo varias promesas” al mandatario de Ucrania, posiblemente en relación con la venta de equipo militar, que el Pentágono suspendió en julio de este año a la nación europea.

 

La solicitud de intervención extranjera en el proceso electoral de Estados Unidos es motivo de juicio político, afirman los expertos constitucionalistas y en leyes electorales.

 

Resulta irónico que la petición de Trump al gobierno de Ucrania ocurriera a unas semanas de que Robert Mueller, el ex fiscal independiente del Departamento de Justicia, lo exonerara de tener nexos con Rusia en el intento de Moscú de socavar las elecciones presidenciales de noviembre de 2016. Aunque nunca lo exoneró del posible delito de obstrucción de la justicia en la investigación; eso es harina de otro costal.

 

Biden, que durante toda su carrera política, iniciada en 1972, ha mantenido a su familia al margen de su labor como funcionario público, podría ser el mayor beneficiado de la terquedad de Trump de actuar como un dictador y creerse un presidente que está por encima de la ley.

 

Aunque no han abogado por Biden en el asunto, desde que el Washington Post dio a conocer la bomba política, sus contrincantes en el plano demócrata aumentaron el tono de sus llamados a que Trump sea sometido a un juicio político por buscar asistencia extranjera para viciar el proceso electoral y democrático de su país con tal de reelegirse.

 

Si se da a conocer la transcripción de la plática telefónica entre Trump y Zelensky, se podrían conocer las promesas que hizo el primero y a cambio de qué, con el único objeto de desprestigiar al ex vicepresidente y candidato a la nominación de los demócratas.

 

En el Congreso, el Comité Judicial de la Cámara de Representantes, dominada por los demócratas, sigue adelante con las audiencias para intentar enjuiciar a Trump por el caso de Rusia. La pesquisa legislativa parece no ir a ningún lado y Trump se favorece de ello haciéndose la víctima de una cacería de brujas con fines electorales.

 

Lo de Ucrania es sabia pura para darle vida y un nuevo impulso a los intentos de enjuiciar a Trump. ¡Es Ucrania, estúpido! gritan muchos.

 

 

 

 

 

Cultura de Paz y Derechos Humanos
Atrás Cultura de Paz y Derechos Humanos
El zapatismo en tiempos de la 4T: Gilberto López y Rivas y Luis Hernández Navarro
Siguiente El zapatismo en tiempos de la 4T: Gilberto López y Rivas y Luis Hernández Navarro
Entradas Relacionadas

Escribir comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *