México acorralado

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J. Jesús Esquivel

Corresponsal de la revista Proceso en Washington

@JJesusEsquivel

México acorralado

 

Washington – La buena imagen de México y de su gobierno al exterior del país que tanto le preocupaba a Enrique Peña Nieto, quedó reducida a la de un país desbordado en abusos a los derechos humanos, en corrupción, caído en la desesperanza y en el desden de sus gobernantes y de sus cómplices.

Lo ocurrido en Nochixtlan, Oaxaca, es otro síntoma del deterioro del Estado de Derecho en el país.

Cómo negar el descontento de la sociedad ante un presidente sordo, plagado de escándalos de corrupción e impunidad, cuando los síntomas de ello se palpan en las calles, en el seno familiar, en las redes sociales y en platicas entre amigos y vecinos.

La corrupción y la complicidad en algunos medios de comunicación por parte de sus articulistas o columnistas con el gobierno, escurre por cada una de las letras con las que pretenden esconder la realidad de la crisis que azota en México.

“No eran maestros” se apresuraron a destacar los “articulistas de opinión”, quienes con su “trabajo” acuden a limpiar de culpas al gobierno de Peña Nieto. “No eran maestros”, dijo también el gobernador Gabino Cue, en su estéril declaración, como si eso redimiera su responsabilidad. Hablaban de los ocho muertos en Nochixtlan, después del ataque con armas de fuego de la Policía Federal a los manifestantes oaxaqueños en alianza con la CNTE,

Señores, fueron ocho mexicanos los que murieron a causa del desmedido ataque con armas de fuego de la Policía Federal. Son ocho civiles que se agregan a la larga lista de bajas en las masacres cometidas en lo que va del sexenio de Pena Nieto.

No entiendo y no acepto al gobierno y a sus cómplices de marcar una diferencia entre un maestro y un civil asesinado por las balas oficiales. ¿Si la victima no es maestro, se justifica el homicidio o la ejecución a sangre fría de la Policía Federal?

Lo ocurrido en Nochixtlan es otra flagrante violación de derechos humanos, otro caso de ejecuciones extrajudiciales que exhibe las truculentas acciones del gobierno federal para torcer la verdad.

Desde la lupa internacional, a México se le ve como una nación vejada por el abuso de poder de sus autoridades.

Peña Nieto, “el salvador de México”, como considerara prematura y erróneamente el semanario estadunidense, Time, esta en aprietos y ahora es el mismo Ejecutivo Federal quien quisiera ser rescatado.

¿Quién puede salvar a México y a Pena Nieto?, seria la pregunta adecuada y un titular realista para una nueva edición de Time, si quisiera enmendar su error por la chamaqueada que le tendieron en Los Pinos y los del Grupo Atlacomulco.

A la ONU, a la CIDH, y a las organizaciones defensoras de los derechos humanos no les alcanzan los adjetivos que existen en los diccionarios para calificar y contextualizar la crisis de derechos humanos y de impunidad que se esta comiendo a México.

La realidad de la nación rebaso todo pronostico de inestabilidad y de caos. La reforma educativa y la farsa de la ley 3de3, son dos de los últimos ejemplos de lo que puede provocar la indolencia y el descaro de un gobierno federal que engaña a sus gobernados.

No todos los mexicanos están de acuerdo con la lucha ni las formas de hacerse presente y de manifestarse de la CNTE. Supuestamente somos una nación democrática y como tal debemos comportarnos y garantizar los derechos de cualquier expresión en este sentido.

Los mexicanos tenemos capacidad de entendimiento, sabemos leer entre líneas los intereses políticos y electoreros que se traslucen en sus leyes e iniciativas, como es el caso de la ley 3de3. Esa transparencia en el proyecto 3de3 está más oscura y podrida que las aguas de cualquier río contaminado del Estado de México. Hasta Peña Nieto lo sabe, pero se hará el desentendido, y si llegase a oponerse a ella en apariencia, al fin de cuentas, tiene a Virgilio Andrade para justificar los injustificables conflictos de interés, las corruptelas e impunidades que imperan en su gobierno.

No son suficientes las decenas de millones de pesos que la Secretaria de Relaciones Exteriores destino al contrato de firmas internacionales de cabildeo y de relaciones públicas. La imagen al exterior de un México perdido, con una pobreza profunda, con masacres cometidas por las fuerzas del Estado, con un gobierno corrupto, una crisis de derechos humanos y una impunidad rampante, no la pueden ocultar los millones de dólares.

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Comentario 1
  • Rosa Maria Ramirez Ochoa

    Engolosinado en su corrupcion y su impunidad, el gobierno olvida que existe algo que se llama REALIDAD, y que las personas de este pais estan ansiosas por cambiarla. Los politicos se estan quedando muy pequeñItos ante la evolucion del ciudadano.

    Responder
    26 junio, 2016

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