Los misteriosos "polos de desarrollo" del Tren Maya

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Sin lugar a dudas, el tema de los polos de desarrollo será crucial en el Proyecto Tren Maya, ya que éstos podrían cambiar radicalmente “el rostro” a la Península de Yucatán. Es muy probable que, a partir del propósito que se plantea en los estudios sobre el tema y los resultados de otras experiencias de polos de desarrollo, como lo veremos en las siguientes líneas, la propuesta genere una gran transformación, al estilo que propone Karl Polanyi, donde todo quedará bajo el dominio de la economía de mercado, incluidos elementos como la tierra y el trabajo (naturaleza y seres humanos, que de origen no son mercancías)[2], los cuales se viven de manera muy particular en el sureste debido a las características de la propiedad social y la presencia de los pueblos indígenas.

 

Así, los polos de desarrollo, que representan una de las principales propuestas del Proyecto Tren Maya, podrían implicar uno de los elementos fundamentales de cambio en los territorios indígenas (más de 3.5 millones de personas en los estados involucrados en el proyecto, pertenecen a algún pueblo originario) y agrarios (ver Cuadro 1) donde se edificará el proyecto, ya que una de sus características principales sigue siendo la fuerte presencia del modo de vida campesino (5,386 ejidos que involucran más de 12.5 millones de hectáreas).

 

Cuadro 1

Territorios agrarios (propiedad social estatal)

Campeche 52%
Chiapas 49%
Quintana Roo 61%
Tabasco 43%
Yucatán 54%

   Fuente: RAN, 2019.

 

Es por esto que es de gran importancia conocer qué son los polos de desarrollo, en qué consisten, qué dicen las organizaciones mayas al respecto, y a partir de diferentes estudios e investigaciones, cómo son concebidos teóricamente y cuáles son algunos de los principales resultados de los polos de desarrollo en diferentes partes del mundo.

 

Pero esto es de gran importancia debido a que, como veremos, los polos de desarrollo implicarán un profundo proceso de urbanización y la generación de actividades económicas lucrativas -como se está planteando en los estudios que citaré a continuación-, que tendrán que abastecer, en un futuro cercano, a unos 50,700 pasajeros al día (ver Cuadro 2), lo que implicaría más de 18.5 millones de pasajeros al año, y a varios millones de turistas que, según la “Manifestación de Impacto Ambiental”, irán creciendo (ver Gráfica 1) y llegarán a ser hasta 30 millones de turistas internacionales y 16 millones de turistas nacionales al año (ver Gráfica 2), lo que implicará tener una infraestructura suficiente para atender a más de 46 millones de turistas al año[3]. Esta cifra es considerable, si se tiene presente que, en la actualidad, según el Análisis Costo Beneficio Tren Maya, el número de visitantes anuales en la Península de Yucatán es de más de 17 millones (FONATUR, 2020).

 

Cuadro 2

Demanda de personas diarias capturada por el Tren Maya, por segmento de demanda
Segmento 2023 2033 2043 2053
Turismo Nacional 8,900 25,700 34,400 44,300
Turismo Internacional 12,900 41,400 59,900 82,600
Local Trabajo/Estudio 16,500 43,300 51,300 58,500
Otro 12,400 29,200 32,800 35,600
Total 50,700 139,600 178,400 221,000
Fuente: Steer, citado en FONATUR, 2020.

Gráfica 1


Fuente: Elaboración con base en Steer, citado en FONATUR, 2020.

 

Gráfica 2

Fuente: Elaboración con base en Steer, citado en FONATUR, 2020.

 

Así, las estaciones, los procesos de urbanización, las actividades económicas que contemplan estos polos de desarrollo, cuyo nombre fue cambiado a “comunidades sustentables” (sin ninguna explicación), y los millones de turistas que visitarán la Península de Yucatán, para quienes se tendrá que edificar una vasta infraestructura turística, indudablemente generarán una transformación, que, además, no olvidemos, se dará en el marco de un régimen de acumulación de capital, cuya racionalidad, lógica y finalidad es la ganancia.

 

Los polos de desarrollo en el Proyecto Tren Maya

¿Dónde estarán?

 

De acuerdo con la página oficial del Proyecto Tren Maya, la ruta del tren que recorrerá cinco estados del sureste de México contempla 19 estaciones (ver Cuadro 3) y 12 paraderos. Es en estas estaciones donde se establecerán los polos de desarrollo (ver Mapa 1).

 

Cuadro 3

Estaciones de la ruta del

Tren Maya

1 Palenque Palenque Tramo 1
2 Boca del Cerro Tabasco Tramo 1
3 El Triunfo Tabasco Tramo 1
4 Escárcega Campeche Tramo 1
5 San Francisco de Campeche Campeche Tramo 2
6 Mérida Yucatán Tramo 3
7 Izamal Yucatán Tramo 4
8 Chinchen Itzá Yucatán Tramo 4
9 Valladolid Yucatán Tramo 4
10 Nuevo Xcán Quintana Roo Tramo 4
11 Cancún Centro Quintana Roo Tramo 5
12 Cancún Aeropuerto Quintana Roo Tramo 5
13 Puerto Morelos Quintana Roo Tramo 5
14 Playa del Carmen Quintana Roo Tramo 5
15 Tulum Quintana Roo Tramo 5
16 Felipe Carrillo Puerto Quintana Roo Tramo 6
17 Bacalar Quintana Roo Tramo 6
18 Chetumal Quintana Roo Tramo 6
19 Xpujil Campeche Tramo 7
Fuente: trenmaya.gob.mx/trazo/[4]

 

 

 

Mapa 1


Fuente: https://www.trenmaya.gob.mx/trazo/[5]

 

 

¿Cómo se financiarán los polos de desarrollo?

  1. a) Presupuesto de los estudios para la constitución de los polos de desarrollo

 

De acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación 2019, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo recibió recursos públicos para el estudio de los polos de desarrollo. Como parte de este de estudio, se presupuestaron más de 62 millones de pesos para conocer dónde se podrían establecer (ver Cuadro 4).

 

Cuadro 4

Presupuesto de Egresos de la Federación 2019

(pesos de 2019)

Nombre del programa Descripción Costo total
Estudios de Preinversión para la construcción de Polos de Desarrollo a lo largo de la Ruta del Tren Maya Realizar diversos estudios que permitan obtener datos suficientes para determinar cuales son a lo largo de la Ruta del tren Maya, las comunidades factibles de desarrollo, considerando diferentes factores, como el ambiental, el legal, de disponibilidad de servicios, de desarrollo agropecuario, de búsqueda de atractivos turísticos, cambio de vocaciones productivas fracasadas o débiles, todo ello en favor del desarrollo económico de la región sureste. 62,315,811
Fuente: https://www.pef.hacienda.gob.mx/work/models/PEF2019/docs/21/r21_w3n_pie.pdf[6]

Estos estudios de preinversión contemplaban: Plan Maestro del Proyecto; Análisis Costo Beneficio; Estudio de Mercado; Estudio de Demanda; Análisis Financiero; Estudio Legal; Estudio de Factibilidad Ambiental; Estudio de Impacto Social; Estudio de disponibilidad de suelo para crecimiento urbano, de nuevas comunidades y de desarrollo turístico en localidades por donde pasará el Tren Maya, así como de nuevos centros turísticos; Estudio de disponibilidad de agua, energía, infraestructuras, servicios (salud, educación), etc.; Estudio de Salvamento Arqueológico.

 

Estos diferentes estudios, que habrían sido fundamentales para la consulta, no fueron dados a conocer, y hasta el día de hoy, a mediados de julio de 2020, la población en su conjunto sigue sin conocerlos. Sin embargo, lo que conocemos, entre ello la justificación y descripción de los estudios de los polos de desarrollo, nos permite comprender parte de lo que se está pensando edificar en el territorio del tren maya. Por ejemplo, el “Plan Maestro del Proyecto” plantea que “definirá la estrategia de ejecución por etapas de cada uno de los Polos de Desarrollo, objetivos e identificará los diferentes componentes de la construcción; además de priorizar las comunidades donde se construirán en base a la rentabilidad de cada una de ellas”[7]. Así, lo primero que se indica es que se pretende ubicar los polos de desarrollo con base en la rentabilidad.

 

Esto se amplia en la justificación y descripción del “Estudio de Mercado” para la construcción de los polos de desarrollo, donde se abunda: “Actualmente no se cuenta con un estudio de Mercado y este es parte fundamental para documentar y analizar la competitividad de las comunidades y poblados, nos permitirá conocer el verdadero posicionamiento del mercado”[8].  Además de la rentabilidad, se propone, entonces, documentar y analizar la competitividad, agregando que el estudio “podrá brindar una muestra de la realidad competitiva en la que se encuentran las comunidades y de los posibles atractivos turísticos que se puedan generar”[9]. En este sentido, se propone ver la realidad competitiva de las comunidades. Aunado a esto, se enuncia que este estudio es indispensable ya que presentará las “comunidades y poblados susceptibles de inversión”[10]. Frente a esto, se agrega que es necesaria la información detallada de las “características de la expansión de mercado turístico”.

 

Asimismo, se señala que “Es necesario la elaboración de un estudio que permita dimensionar, ubicar y direccionar el crecimiento urbano en las localidades por las que pasará el Tren Maya, así como ubicar nuevas localidades y zonas con atractivos turísticos”[11]. Con esta afirmación, que se presenta como parte de la justificación del estudio, se agrega la visión de la expansión del crecimiento urbano, así como la de ubicar zonas turísticas que puedan ser rentables y susceptibles de inversión.

 

Por su parte, el estudio de “Análisis Financiero” indica: que “Con los resultados alcanzados en este estudio se sientan las bases para las empresas que participen en la Construcción de los Polos de Desarrollo, así como el compromiso de futuras inversiones sin necesidad de que la Federación financie obra en el futuro”[12]. Esta descripción, muestra que uno de los propósitos es que sólo figure el sector privado.

 

Cuadro 5

Conceptos involucrados en los

estudios de los Polos de Desarrollo

·   Rentabilidad

·   Posicionamiento de mercado

·   Competitividad

·   Realidad competitiva de las comunidades

·   Comunidades y poblados susceptibles de inversión

·   Mercado turístico

·   Explotación de características geográficas

·   Explotación de atractivos turísticos de playa, arqueológicos, ecoturísticos y culturales

·   Crecimiento urbano

·   Predominio del sector privado

Sin embargo, los estudios también muestran que se conciben algunos riesgos. Al respecto, como parte de la justificación del “Estudio de Impacto Social”, se señala la de “Proporcionar elementos de análisis e información relacionados con el impacto social y los riesgos derivados que el diseño y construcción de Polos de desarrollo puedan tener sobre la población”. Insisto: estos riesgos, junto con la gran diversidad de riesgos planteados en el Análisis Costo Beneficio Tren Maya (gerencia del proyecto deficiente; falta de liberación de derecho de vía; errores y omisiones de diseño; insolvencia de los licitantes; riesgo geológico; riesgo de errores en la ejecución; riesgo arqueológico; disponibilidad limitada de insumos; riesgo de interfase; riesgo de demanda; invasiones al derecho de vía), debieron haberse dado a conocer en el marco de la consulta.

 

En suma, lo que se constata con el propósito de los estudios de los polos de desarrollo, por los que todos los mexicanos pagamos más de 62 millones de pesos, es que se busca conocer la rentabilidad, la realidad competitiva de las comunidades, la susceptibilidad de inversión de comunidades y poblados, la expansión del mercado turístico, y la ubicación y direccionalidad del crecimiento urbano.

 

Esto muestra que en FONATUR, instancia encargada de los estudios, priva una visión acorde con una corriente económica, que concibe al territorio, a la sociedad, a la cultura, al patrimonio cultural, como un objeto, que puede ser vendido y convertido en una mercancía, para ser ofrecida al mercado, de allí el lenguaje utilizado, que corresponde a la corriente dominante, basada en la economía de mercado.

 

Lo anterior se refuerza con la información plasmada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, que rescata que el objetivo del Proyecto Tren Maya es dotar a la región del sureste de transporte de carga y pasajeros que “sirva como el medio detonante del crecimiento económico y social de la zona, a través de la creación de polos de desarrollo en las localidades por donde pase la línea férrea, explotando las características geográficas de la zona y sus atractivos turísticos de playa, arqueológicos, ecoturísticos y culturales”[13]. Así, lo que se observa es este afán económico de explotación de todos los elementos posibles, a fin de obtener ganancias (rentabilidad, como lo indica el gran objetivo de los estudios), que, lo recalco, es la racionalidad y la lógica del capital. Por eso, este proyecto tiene como objetivo la explotación de playas, zonas arqueológicas, ecoturismo, cultura, entre otros. No se habla de aprovechar el entorno de manera sustentable, de acuerdo con las cosmovisiones de los pueblos, sino de su explotación.

 

Esto se observa en los proyectos conceptuales de las estaciones (que son públicos en la página gubernamental del Tren Maya), en donde no se ve ningún hombre o mujer maya como pasajeros, y sólo se les presenta en una estación, como parte de la indumentaria, o como folklor, como lo veremos denunciado más adelante, una estación que retoma la máscara de Pakal en un sentido de comercialización[14].

 

  1. b) El financiamiento de los polos de desarrollo

 

Así como señalé que, sin lugar a dudas, los polos de desarrollo generarán una gran transformación en la Península de Yucatán, con esa misma convicción sostengo que son las inversiones inmobiliarias, que se darán en el marco del proceso de urbanización y de los desarrollos generados a partir de actividades económicas, el principal atractivo para los inversionistas. Es decir, éste podría ser el gran negocio empresarial a futuro (cuando ya no esté el gobierno de Andrés Manuel López Obrador). No olvidemos el volumen de turistas que se proyecta recibir (entre 46 y 50 millones al año, según FONATUR).

 

Al respecto, el responsable del Proyecto Tren Maya indicó, en una reunión con empresarios (Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, Coparmex, Empresa Mota-Engil), que las 19 estaciones y los 12 paraderos “son inversiones eminentemente del sector privado”. Esta respuesta se presenta ante la preocupación del sector empresarial (que se ha quejado de la competencia) sobre su participación en el proyecto, donde queda claro que no es en la edificación de las vías (que corresponde a las empresas ganadoras de las licitaciones y al Ejército Mexicano), sino en las estaciones, desarrollos urbanos e industrias económicas.

 

En este sentido, Jiménez Pons agrega que “Hay terminales muy importantes como Palenque, Mérida y Cancún, que tienen inversiones muy grandes. En Palenque logramos juntar alrededor de mil hectáreas para hacer un desarrollo completamente nuevo que hace falta, vamos a tener un nuevo Palacio Municipal, viene una inversión fuerte, ya hay un grupo, ya han levantado la mano varios grupos inversionistas bastante fuertes, y prácticamente en los grandes desarrollos ya tenemos gente anotada para hacer las inversiones correspondientes… ya una vez echado a andar todo esto… poco a poco se van a ir generando las oportunidades del sector privado y esto va a ser fundamental”[15]. Así, se vislumbra que el negocio privado empresarial a futuro estará en los llamados polos de desarrollo, los cuales serán financiados con recursos privados y cuya finalidad, perdón la insistencia, será la rentabilidad y la competitividad, como se establece en los estudios correspondientes. Aunado a esto, sorprende la magnitud de su extensión, tomando como ejemplo a Palenque, que abarcará 1000 hectáreas. Para tener un referente del tamaño de esta superficie, podemos tomar en cuenta la extensión de Ciudad Universitaria, de la Universidad Nacional Autónoma de México (la universidad más grande de América Latina), que mide 733 hectáreas. Es decir, equivaldría casi a una ciudad entera, y media más, a donde FONATUR señala que llegarán 3 millones de visitantes[16]. En este espacio, dice Jiménez Pons, “es muy importante identificar al conjunto de inversionistas…”[17].

 

En un principio, FONATUR indicó que “las estaciones se financiarán a través de un Fideicomiso de Infraestructura y Bienes Raíces, llamado FIBRA Tren Maya”. Los FIBRAS, agregaba FONATUR, son “instrumentos financieros que cotizan en los mercados de capital (Bolsa Mexicana de valores) para financiar proyectos inmobiliarios”[18]. Este instrumento financiero, a partir del cual se propone que los ejidatarios y pequeños propietarios sean socios, mediante el aporte de sus tierras al fideicomiso (ver Esquema 1), es el que se había propuesto para financiar los polos de desarrollo. En las tierras aportadas, de los ejidos (ver Mapa 2), es donde se edificarán las construcciones de las estaciones, los desarrollos urbanos y económicos.

 

Sobre los FIBRA, la Bolsa Mexicana de Valores enuncia que tienen como objetivo “impulsar el desarrollo inmobiliario en México; ser una fuente de liquidez para desarrolladores; permite invertir en bienes inmuebles a todo tipo de inversionista…; impulsar el financiamiento para diversos segmentos comerciales, industriales, oficinas, entre otros”[19].

 

Mapa 2

 


Ejidos en ruta del Tren Maya

Fuente: FONATUR, Gobierno de México, s. f.

 

Aunado a esto, los FIBRAS son “operados en el segmento ‘capitales’, bajo la normatividad semejante a cualquier acción que cotiza en la Bolsa Mexicana”[20]. Asimismo, son considerados un instrumento híbrido, porque contempla una renta fija y una renta variable, lo que implica que no toda la renta está garantizada. Es decir, la rentabilidad dependerá del proceso especulativo, de la situación económica y financiera de los mercados del sector (hotelero, restaurantero, comercial, habitacional, entre otros), y del mundo. Dice la definición de renta variable, que se podría llegar a perder todo lo invertido. Al respecto, se señala que:

 

la renta variable es un tipo de inversión en la que la recuperación del capital invertido y la rentabilidad de la inversión no están garantizadas, ni son conocidas de antemano. Además puede ocurrir que la rentabilidad sea negativa, pudiendo llegar incluso a perder el dinero invertido. Esto se debe a que la rentabilidad de la renta variable depende de distintos factores como pueden ser la evolución de la empresa en la que se invierte, su situación económica, el comportamiento de los mercados financieros, etc. Las bolsas y mercados financieros son sensibles ante cualquier cambio que se interprete de manera positiva o negativa por parte de los inversores y por ello se consideran un termómetro para la economía.[21]

 

Además de este instrumento, también se planteó la propuesta de otro fideicomiso para financiar los polos de desarrollo, el cual también cotiza en el mercado financiero, llamado Certificados de Capital de Desarrollo, conocido como CKD`es, que tiene una característica similar a los FIBRA. Éstos “son títulos o valores fiduciarios destinados para el financiamiento de uno o más proyectos, o para la adquisición de una o varias empresas. Diseñados para impulsar proyectos: de infraestructura (carreteras, aeropuertos, puertos, ferrocarriles, agua potable, electricidad); inmobiliarios; minería; empresariales en general; Proyecto de desarrollo de tecnología”[22]. En cuanto a los rendimientos, se indica que son producto del usufructo y beneficio de cada proyecto. Es decir, “los flujos a recibir son variables e inciertos y dependen de los resultados de cada proyecto en particular”[23].

 

 

 

Esquema 1

Recientemente se ha propuesto por parte de ONU-Habitat y FONATUR, otro fideicomiso, nombrado como Fideicomiso de Infraestructura para el Desarrollo Incluyente Sustentable (FIDIS). El encargado de los FIDIS del sureste mexicano en el marco del Proyecto Tren Maya, Adolfo González, expresó que “estamos tratando de brincar un paso arriba de las FIBRAS, un paso arriba de los CKD’es… es como pensar la versión de los CKD’es o las FIBRAS, versión 2.0, o la versión siglo XXI… donde lo importante es la alineación de intereses en una comunidad donde quiero vivir. Por un lado, tenemos a los inversionistas o a los desarrolladores inmobiliarios que buscan utilidades, …a los inversionistas de dinero, …y a los mexicanos que estamos en medio, entre el Estado y los inversionistas, y lo que queremos es una comunidad mejor, donde vivir”[24]. Así, expresa el responsable de los FIDES, lo importante con esta otra propuesta es la alineación de intereses. Para esto, argumenta, se propone al gobierno corporativo como piedra angular: “todos los inversionistas buscan que se tenga un buen gobierno corporativo, porque el gobierno corporativo lo que busca es lo mejor para el negocio en particular”[25].

 

Se busca que todos los mexicanos o cualquier interesado puedan invertir en el proyecto, lo cual es denominado como la democratización de la propiedad inmobiliaria. Es decir, que cualquiera pueda acceder a los certificados bursátiles. Aunado a esto, se plantea encontrar las vocaciones de cada uno de los lugares (turísticas, industriales, de logística), planteado como resiliencia económica. En este sentido, se contempla la resistencia y la adaptación frente a los profundos cambios económicos que vendrán. De manera específica, sobre este concepto se indica que “es la resistencia que tiene, en este caso una región, ante un shock económico y la velocidad de recuperación”[26].

 

En suma, se expone que este fideicomiso debe aglutinar todas las reglas para beneficiar a los “inversionistas de tierra, pasando por el proceso ejidal (aquellos que vayan a aportar tierras ejidales), y que se queden con un pedazo de este fideicomiso aquellos que aporten dinero para poder lograr hacer la infraestructura y los servicios básicos que se necesitan”[27]. Sin embargo, no queda claro cuál sería la metodología, el camino, para lograrlo.

 

Por el contrario, lo que vemos hasta ahora es lo representado en el Esquema 2, donde los ejidatarios y pequeños propietarios pondrán a disponibilidad sus tierras, ya sea aportándolas a un fideicomiso o mediante el camino del dominio pleno (que posibilita la privatización de la tierra), a fin de que sobre ellas se construyan las estaciones, los desarrollos urbanos e industriales (parques agroindustriales), es decir, los polos de desarrollo. Esto pondrá en duda la propiedad social, ya que aunque ésta permaneciera mediante el fideicomiso, en la práctica ya no tendría esa vocación. Por la tierra, recibirían una renta, que dependerá de la dinámica del sistema financiero (en particular del mercado de capitales). Sin embargo, en los hechos, ya no tendrán a disponibilidad las tierras porque además de que estas pertenecerán al fideicomiso, sobre ellas se levantarán los bienes raíces (estaciones, hoteles, restaurantes, centros comerciales, bancos, bares, discotecas, spas, boutiques, oficinas, viviendas). Así, la pérdida de las tierras será irreversible. Con esto, indudablemente se modificará el modo de vida campesino. No obstante, los ejidatarios tendrán la posibilidad de venderse como fuerza de trabajo. Y en este sentido, se proletarizarán.

 

 

Esquema 2

¿El planteamiento de los polos de desarrollo desde FONATUR?

 

De acuerdo con el documento Análisis Costo Beneficio Tren Maya, "los Polos de Desarrollo tendrán además de las estaciones ferroviarias para la llegada y salida de los trenes, una extensión de tierra que será utilizada como inversión ancla para detonar actividad económica en las localidades y promover el incremento en la demanda de los servicios turísticos de la zona”[28]. Pero, ¿qué se plantea hacer en la extensión de tierra que se utilizará como ancla de inversión?

 

En una de las primeras infografías que elaboró el FONATUR, explicaba que los polos de desarrollo “serán áreas urbanas y planificadas influidas directamente por las estaciones del tren”[29]. Derivado de esto, se indicaba que “el proyecto busca revitalizar y reordenar territorialmente estos centros de vida urbana para traer bienestar y calidad de vida”[30]. Así, en un primer momento se concibió al polo de desarrollo como un proceso de urbanización que traería bienestar y calidad de vida. Pero también de reordenamiento territorial.

 

En otra publicación, FONATUR señalaba:

 

Polo de Desarrollo es el territorio del área de influencia directa de las estaciones del Tren Maya donde se propiciará el ordenamiento urbano, bien gestionado como subcentro o centro de vida urbana con calidad, que contribuye a reducir el rezago regional y local, con usos del suelo mixto con espacios públicos, áreas verdes, movilidad sostenible, equipamiento, servicios e infraestructura, aprovechando la urbanización como motor impulsor de desarrollo económico, social sostenido e inclusivo de protección al medio ambiente, el acuífero, el patrimonio tangible e intangible de la cultura maya…[31]

 

Así, con el polo de desarrollo ahora se indicaba que se generaría un ordenamiento urbano, con vida urbana de calidad (sin decir que se entiende por ésta). De manera reiterada, en el texto breve se expresaba que se aprovecharía la urbanización como motor del desarrollo económico. Esto confirma que, desde un principio, el polo de desarrollo fue concebido como una urbanización, que llevaría a incrementar la calidad de vida, la cual se conseguiría mediante un ordenamiento territorial. Pero también se señalaba que con estos polos de desarrollo se lograría la protección al patrimonio de la cultura maya, sin explicar cómo la urbanización alcanzaría este objetivo.

 

Como parte de la estrategia del ordenamiento territorial de los polos de desarrollo se estipulaba que “se impulsarán actividades económicas detonadoras buscando el equilibrio entre estas y las actividades de vida cotidiana, se buscará congruencia con las expresiones sociales y culturales locales”[32]. Esto implicaba que no solamente se contemplaba la urbanización, sino también el impulsar una actividad económica detonadora.

 

Aunado a esto, de manera sintética, en uno de los cuadernillos dirigidos a pueblos indígenas a fin de explicar el proyecto Tren Maya, se apuntaba que los polos de desarrollo “serían impulsados a partir de diversas actividades económicas para planear bien las ciudades”[33]. Es decir, la actividad económica sería fundamental en el proceso de planeación. En este sentido, también se expresaba que “los polos de desarrollo proponen una planeación urbana y territorial para mejorar la calidad de vida en los centros de población en las ciudades y comunidades”. En suma, como objetivo, y de manera reiterada, proponen que “serán diseñados para mejorar la calidad de vida de la gente acercando servicios básicos, médicos y oportunidades laborales”[34]. Así, se agregan las opciones de empleo que se podrían gestar en los polos de desarrollo.

 

Como parte de esto último, es importante indicar que, a partir de la información aportada, se puede afirmar que los empleos demandarán personal poco calificado. Al respecto, durante la etapa de construcción (que todavía no corresponde a los polos de desarrollo, pero sí muestra el tipo de empleos considerados), indica FONATUR, “se prevé la contratación de mano de obra local para:

 

- Trabajos de desyerbe

- Trabajos de ayudantes en obra

- Oficios como: albañilería y carpintería

- Conductores para traslado de personal

- Personal de intendencia y de servicios generales”[35].

 

Por su parte, en las etapas de operación y mantenimiento, agrega FONATUR, “se diseñarán programas de capacitación para incorporar a los miembros de la población que, cumpliendo con ciertos perfiles específicos, puedan desempeñar funciones como:

 

Mantenimiento de la vía, trenes e instalaciones:

-Personal de operación

-Personal de estaciones

-Personal de comercios

-Conductores de tren de pasajeros”[36].

 

Como se observa, los empleos ofertados no implican una gran calificación de la fuerza laboral, por lo que no se ofrecerán salarios que permitan transformar las realidades sociales a profundidad. Y en cuanto a los empleos generados en los polos de desarrollo, el escenario es incierto, ya que dependerá de la iniciativa privada, que por lo general trata de ahorrar costos, reduciendo el precio de la fuerza de trabajo, pagando salarios bajos, a fin de poder tener la mayor ganancia posible.

 

En suma, el concepto de polos de desarrollo, desde la perspectiva de FONATUR, contempla diversas líneas (ver el Cuadro 5). Sin embargo, lo que sobresale es la urbanización, las actividades económicas detonadoras y el ordenamiento territorial.

 

 

 

Cuadro 5

Líneas y conceptos contenidos en la propuesta de

Polos de Desarrollo

-        Extensión de tierras

-        Inversión ancla

-        Detonar actividad económica

-        Incremento en la demanda de los servicios turísticos

-        Áreas urbanas

-        Reordenar territorialmente

-        Centros de vida urbana

-        Ordenamiento urbano

-        Urbanización como motor de desarrollo

-        Actividad económica detonadora

-        Actividad económica para planear ciudades

-        Planeación urbana y territorial

 

¿Qué plantean algunos actores de la Península de Yucatán, sobre los polos de desarrollo?

 

A decir de Romel González, del Consejo Regional Indígena y Popular  de Xpujil (CRIPX), “este no es un proyecto que haya nacido de las comunidades”. Por el contrario, dice el integrante del Consejo, “se nos dijo, ‘yo te vengo a traer el progreso y el desarrollo’, por lo que para nosotros es un proceso de colonización moderna”[37].

 

Agrega que cuando solicitaron información y plantearon sus dudas, en particular sobre los polos de desarrollo, nunca tuvieron respuesta. Se les decía “no tenemos información”. Y hasta la fecha, no han tenido respuesta a la solicitud expresa: “díganos de qué se tratan estos centros de desarrollo, comunidades, ciudades, polos de desarrollo”[38]. En alguna ocasión, añade el habitante de Xpujil, les dijeron “les vamos a invitar a una mesa de debate sobre los polos de desarrollo”, pero nunca lo hicieron. “Pronto nos dimos cuenta de que no tenían la información, porque ante cualquier duda, siempre respondían que faltaba detallarla”, dice Romel González.

 

Pero ellos investigaron y se percataron de que los polos de desarrollo “económicamente vienen a destruir todo un sistema de trabajo comunitario que hemos hecho durante muchos años”[39]. En este sentido, advierte que los polos de desarrollo “van a romper el sistema organizativo de las comunidades y la tradición ejidal”. Sobre esto, existe una preocupación profunda sobre el impacto que se pudiera generar a la apicultura (la cual tiene una gran relevancia para los productores y comunidades mayas, a quienes les ha cambiado su realidad), a la producción de maíz, de chigua o semilla de calabaza, de chile, y en general al sistema milpa.

 

Pero además de esta destrucción o impacto, ya de por sí muy preocupante, Romel González alerta sobre la especulación y segregación que se puede generar. Al respecto indica, “antes de que se anunciara el tren, un terreno de 20 x 20 metros valía no más de 50 mil pesos, ahorita está en cerca de 300 mil pesos”[40]. Esto significa que el precio se ha incrementado en un 600 por ciento. Por esto, sostiene que las ciudades y los polos generarán especulación. Y derivado de esto, advierte que se fomentará la segregación urbana, porque  “los que no tienen recursos se quedarán a las orillas, y los que tienen recursos en el centro”[41]. Ante esto, Romel recurre reiteradamente a Topalov, quien desde la sociología urbana presenta el proceso de segregación, exclusión social y conflictividad que se va gestando en las periferias urbanas[42].

 

Aunado a esto, expresa el integrante del CRIPX, un problema ya de por sí grave es el del agua. Por ejemplo, en Calakmul, localidad habitada por 28 mil personas, el agua es el principal problema, y si se proyecta que será visitada por 8 mil personas al día, indudablemente esto agravará el problema del vital líquido, no para los turistas (a quienes indudablemente se les privilegiará), sino para los habitantes en general.

 

Además, podría surgir otra gran problemática, que ya es parte de la realidad de la Península de Yucatán, el crimen organizado, sobre el cual expresa: “todos creemos que va a entrar el narcotráfico, cobrarán piso, habrá droga, prostitución”[43]. En este sentido, además de todo lo señalado, esto será muy perjudicial para los pueblos y territorios.

 

Pero no sólo podría ocurrir esto con la instrumentación de los polos de desarrollo. Romel González advierte que utilizarán a la cultura maya como folklor. Es decir, serán usados. Al respecto, expresa que: “nos conciben como en el circo: pasen a ver aquí a los indígenas”[44]. Y aunque uno no quisiera aceptar esta afirmación, porque es indignante, la imagen de la propuesta de la estación de Palenque así lo corrobora (ver Imagen 1).

 

Imagen 1

Fuente: https://www.trenmaya.gob.mx/estacion-palenque-2/

 

No obstante, el discurso que se ha dado por parte de las autoridades gubernamentales es que el proyecto del Tren Maya generará miles y millones de empleos en el sureste. Por cierto, recuerda el habitante de Xpujil, una pregunta recurrente a FONATUR fue sobre el tipo y el número de empleos que se generarían y el salario que se ofrecería en los polos de desarrollo, pero tampoco hubo respuesta.

 

Frente a este escenario que podría ocurrir (ver Cuadro 6), los pueblos señalan que sí existen otras alternativas. Romel González indica que “la alternativa está en lo que hemos venido construyendo por décadas, desde abajo. Por ejemplo, la apicultura, actividad que ha cambiado la realidad de muchas comunidades”. Pero no sólo se queda en esto, destaca que el camino está en la concepción de desarrollo que tienen, la cual es diferente a la que propone FONATUR, que se centra en tratar de generar las condiciones necesarias para que la gente logre un buen vivir.

 

 

Cuadro 6

Concepción de los polos de desarrollo desde las organizaciones
-        Proyecto que no nació en las comunidades

-        Económicamente viene a destruir un sistema de trabajo comunitario

-        Romperá el sistema organizativo de las comunidades

-        Romperá la tradición ejidal

-        Impactará a la apicultura

-        Impactará a la milpa (maíz, semilla calabaza, chile)

-        Se generará especulación con la tierra

-        Se producirá segregación urbana

-        Incrementará el problema del agua

-        Arribará y se extenderá masivamente el crimen organizado (narcotráfico, trata de personas, prostitución)

-        Utilizarán a la cultura maya como folklor

 

 

¿Qué plantea la literatura sobre los polos de desarrollo?

 

El concepto de polos de desarrollo (poles de croissance) es introducido en 1955 por François Perroux, un economista francés, quien propuso dicha concepción después de la Segunda Guerra Mundial. Como gran discurso, indica Gonzalo Pérez Álvarez, se proponía la integración de zonas “marginales”, “rezagadas”  o “atrasadas” o “escasamente integradas” al mercado nacional[45]. Para Perroux, “el esfuerzo debía concentrarse en implantar, en regiones periféricas de cada estado, actividades dinamizadoras, las cuales, supuestamente, emitirían ondas concéntricas de crecimiento que generarían encadenamientos productivos y asegurarían la plena conformación de un mercado nacional integrado, que rompería con la situación de subdesarrollo”[46].

 

Por su parte, Hermansen indica que “desde el comienzo importa señalar que a Perroux le interesaba el crecimiento económico, principalmente las empresas y las industrias y sus relaciones recíprocas y no la distribución geográfica de la actividad económica, ni las repercusiones geográficas del crecimiento económico y de los cambios intra e interindustriales”[47]. Es por esto que algunos autores estudiosos de los polos de desarrollo, como José Luis Coraggio, ubican a la teoría de la polarización como de economicista por el gran énfasis en la industrialización y el crecimiento de la actividad económica[48]. Es decir, por el énfasis extremo en el crecimiento del Producto Interno Bruto.

 

A decir de Hermansen, el creador del concepto de los polos de desarrollo “se basó en gran medida en las teorías de Schumpeter sobre la función de las innovaciones y de la gran empresa”[49]. Pero además, indica este autor, “Perroux piensa asimismo que las innovaciones empresariales constituyen el principal factor determinante del progreso económico. Sostiene, como Schumpeter, que la mayoría de las actividades innovadoras se desarrollan en las grandes unidades económicas, que pueden dominar el medio que las rodea en el sentido de que ejercen influencias irreversibles…”[50]. A partir de esto, es posible comprender el porqué de la propuesta insistente de la urbanización. La gran duda, es por qué retomar un concepto que se edificó a mediados del siglo pasado, en otro contexto.

 

Este concepto forma parte de las teorías de crecimiento económico y desarrollo regional, análogo, dice Hermansen, a los centros de crecimiento, regiones de crecimiento, puntos de crecimiento, núcleos de desarrollo, áreas centrales, etc.[51], partir de las cuales se corrobora que la gran finalidad era el crecimiento económico.

 

Pero más allá de saber quién creo, en qué contexto y el significado de los polos de desarrollo, es fundamental conocer cuáles fueron algunos de sus resultados, ya que esta estrategia de desarrollo se implementó en diversos países. Sobre este punto, autores como Gonzalo Pérez estudiaron los resultados de los polos de desarrollo en varias partes del mundo, entre ellos en Argentina (Chubut), Brasil (Zona Franca de Manaos) y España (Huelva, Andalucía; Vitoria, Álava, País Vasco; Asturias; Galicia), llegando a las siguientes conclusiones.

 

En todos los casos, los territorios fueron transformados de “manera vertiginosa e irreversible”[52]. Además, “la instalación de polos generó un acelerado proceso de expansión capitalista, consolidando dinámicas de proletarización, urbanización y pérdida de pequeñas propiedades. Las relaciones sociales precapitalistas, que con distinta intensidad existían en esas regiones, fueron arrasadas por la oleada desarrollista”[53]. Pero además, indica Pérez, “los polos fueron generadores de un salto cualitativo en las dinámicas expropiatorias sobre los territorios intervenidos”[54]. Es por esto que él propone la utilidad del concepto de “acumulación originaria”, frente a este proceso. Claro está que este proceso no fue el origen del capital, pero, como lo constató, a partir de la experiencia se vivieron características similares a las del fundamento del régimen de acumulación en el que nos encontramos. Por ejemplo, con la implementación de los polos, que implicó la expropiación, se vivió un proceso de proletarización.

 

En suma, “los territorios intervenidos por polos de desarrollo eran, hacia las décadas del ‘60 y ’70, regiones donde el capitalismo aún podía desarrollarse en extensión”[55]; es decir, indica Pérez, “los polos de desarrollo consiguieron extender las relaciones sociales plenamente capitalistas a la gran mayoría de los territorios intervenidos” y, en general, los resultados fueron los siguientes:

 

Cuadro 7

Polos de desarrollo

(Resultados a partir de experiencias en el mundo)

-        Concentración de población en los centros urbanos industrializados

-        Los polos de desarrollo funcionaron como aspiradoras de la población sobrante o latente que habitaba en regiones rurales, con pequeñas propiedades o trabajo precario, que se convirtieron en obreros industriales asalariados y urbanizados

-        Vaciamiento de los entornos rurales

-        Las pequeñas propiedades se hacían inviables ante la presión de los productos traídos por el mercado en expansión

-        La oferta de puestos de trabajo industriales-urbanos funcionó como estímulo para el abandono de los minifundios

-        Se produjo un crecimiento de las grandes propiedades, con significativos procesos de concentración y privatización de las tierras

-        Concentración de tierras en el ámbito rural

-        Se produjo una sangría de las pequeñas y medianas empresas en función del crecimiento de las grandes

Fuente: Pérez, 2016.

Así, reitera una y otra vez este estudioso, los polos de desarrollo implicaron:

 

- La intencionalidad de expandir relaciones sociales plenamente capitalistas a regiones donde tenían peso economías campesinas de autoconsumo y otras estructuras de rasgos precapitalistas.

- La instalación de polos consolidó dinámicas de proletarización, urbanización y pérdida de pequeñas propiedades rurales y urbanas. Se avanzó en la conformación de sociedades “modernas”, donde los rasgos precapitalistas fueron arrasados por la oleada desarrollista.

- Los polos fueron la estrategia específica del desarrollismo para transformar estas regiones y expandir en ellas las relaciones sociales plenamente capitalistas.[56]

 

La gran pregunta es si eso queremos para el sureste del país. Pero también es importante saber por qué retomar una teoría de finales de los años setenta del siglo pasado, cuando diversa literatura ha hablado de su debilidad analítica[57] y algunos de los resultados mostrados nos hacen preguntarnos por qué esto no ocurriría en México, si en otras partes del mundo ya se experimentó.

 

De igual manera, sorprende porque en la propia Manifestación de Impacto Ambiental, Tramos 1, 2, 3, se establece que los polos de desarrollo han generado serias desigualdades:

 

El modelo de desarrollo centrado en las ciudades como polos de desarrollo atractivos al turismo, el abandono de la actividad agropecuaria familiar y el tránsito hacia una agricultura comercial, el cambio en el patrón de cultivos y la migración del campo a la ciudad han provocado que bajo un crecimiento desordenado, la población local, principalmente de origen Maya, no ha sido considerada como beneficiaria principal de las políticas públicas desde sus necesidades, perpetuándolas en condiciones de pobreza que aún las mantiene en la periferia de la planificación social y profundiza sus desigualdades”[58].

 

Esta afirmación, que se encuentra en dos ocasiones (de manera textual) a lo largo de la MIA, pareciera una hipótesis de investigación frente al Proyecto Tren Maya. Es decir, lo que ha ocurrido en otros espacios con la teoría de la polarización, podría ocurrir con este proyecto, lo cual pondría en duda las supuestas comunidades sustentables, concepción que “sustituyó” a los polos de desarrollo, porque el futuro para una inmensa mayoría de los habitantes de la península, al transformarse su territorio, no está garantizado en el sentido del vivir bien.

 

 

[1] *Violeta R. Núñez Rodríguez. Profesora-Investigadora Titular C, Tiempo Completo, del Departamento de Producción Económica de la Universidad Autónoma.

[2] Polanyi, Karl, La gran transformación, Fondo de Cultura Económica, México, 2003 [1957].

[3] El Análisis Costo Beneficio Tren Maya de FONATUR, indica que el número de visitantes anuales en la región en el año 2052, podría llegar a 50 millones.

[4] FONATUR, “Estaciones y paraderos”, en Trazo del Tren Maya, Secretaría de Turismo. Disponible en   https://www.trenmaya.gob.mx/trazo/. Consultado el 2 de julio de 2020.

[5] FONATUR, “Estaciones y paraderos”, en Trazo del Tren Maya, Secretaría de Turismo. Disponible en   https://www.trenmaya.gob.mx/trazo/. Consultado el 2 de julio de 2020.

 

[6] Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Presupuesto de Egresos de la Federación 2019, SHCP, México. Disponible en https://www.pef.hacienda.gob.mx/work/models/PEF2019/docs/21/r21_w3n_pie.pdf. Consultado el 30 de junio de 2020.

 

[7] Fondo Nacional de Fomento al Turismo, “Solicitud de acceso a la información”, FONATUR, 2019. Disponible en

http://inai.fonatur.gob.mx/Art70/FrXLVIIIC/2019/04.Respuesta5819vfocr.pdf?Mobile=1&Source=%2F_layouts%2F15%2Fmobile%2Fdispforma%2Easpx%3FList%3Df638a161-2ed7-4119-93c7-64d37e8fc4a9%26View%3D9730d2c8-31d6-4747-b7fb-9ef976528376%26RootFolder%3D%252FArt70%252FFrXLVIIIC%252F2019%26ID%3D37031%26wdFCCState%3D1. Consultado el 30 de junio de 2020.

[8] Ídem.

[9] Ídem.

[10] Ídem.

[11] Ídem.

[12] Idem.

[13] Secretaría de Hacienda y Crédito Público-Secretaría de Turismo, “Ficha de Información Básica”, SHCP. Disponible en

https://www.transparenciapresupuestaria.gob.mx/work/models/PTP/programas/sed/evaluaciones/2019/21k028phfb19.pdf. Consultado el 29 de junio de 2020.

[14] Fondo Nacional de Turismo, “Estación Palenque”, FONATUR. Disponible en https://www.trenmaya.gob.mx/estacion-palenque-2/. Consultado el 29 de junio de 2019.

[15] Jiménez Pons, Rogelio, “Exposición sobre el Tren Maya, en mesa con empresarios”, Audio, México, 2020.

[16] Ídem.

[17] Ídem.

[18] Fondo Nacional de Fomento al Turismo, ¿Qué es el Tren Maya?, FONATUR, México, p. 4

[19] Bolsa Mexicana de Valores, Fideicomisos de Infraestructura y Bienes Raíces, Grupo BMV, México, p. 2.

 

[20] Ídem.

[21] BBVA, “Como funcionan las inversiones en renta variable”, BBVA, España. Disponible en https://www.bbva.es/finanzas-vistazo/ef/fondos-inversion/que-es-la-renta-variable.html. Consultado el 28 de junio de 2020.

[22] Bolsa Mexicana de Valores, Certificados de Capital de Desarrollo, Grupo BMV, México, s. f., p. 2.

[23] Ídem.

 

[24] González, Adolfo, “Fideicomisos en México desde una perspectiva histórica, asociativa, y su uso actual en el sector inmobiliario”, Presentación, 10 de junio de 2020. Disponible en  https://onuhabitat.org.mx/index.php/onu-habitat-y-fonatur-organizan-webinar-sobre-instrumentos-para-la-gestion-de-suelo-con-enfoque-de-inclusion-socioterritorial. Consultado el  5 de julio de 2020.

[25] Ídem.

[26] Traductor de Ciencia, “La resiliencia económica de las regiones”. Disponible en https://traductordeciencia.es/la-resiliencia-economica-de-las-regiones/. Consultado el 5 de julio de 2020.

[27] González, Adolfo, op. cit.

 

[28] Fondo Nacional de Fomento al Turismo, Tren Maya. Análisis Costo Beneficio, Versión Pública, FONATUR, México, p. 28.

[29] Fondo Nacional de Fomento al Turismo, “Tren Maya. Qué es un polo de desarrollo”, Folleto, FONATUR, México.

[30] Ídem.

[31] Fondo Nacional de Fomento al Turismo, “Tren Maya. Polos de Desarrollo Urbano”, México.

[32] Ídem.

[33] FONATUR-INPI. Información para las comunidades indígenas sobre el proyecto Tren Maya, Gobierno de México, 2019.

[34] Ídem.

[35] Fondo Nacional de Fomento al Turismo, “¿Cómo nos dará empleo el Tren Maya?”, Preguntas Frecuentes, FONATUR, México. Disponible en https://www.trenmaya.gob.mx/preguntas-frecuentes/. Consultado el 1 de julio de 2020.

[36] Ídem.

 

[37] González, Romel, Coordinador de Democracia y Desarrollo del Consejo Regional Indígena y Popular de Xpujil, Entrevista con el tema de polos de desarrollo, 11 de junio de 2020.

[38] Ídem.

[39] Ídem.

[40] Ídem.

[41] Ídem.

[42] Topalov, Christian, La urbanización capitalista. Algunos elementos para su análisis, Edicol, México, 1979.  

[43] González, op. cit.

[44] Ídem.

[45] Pérez Álvarez, Gonzalo, “Polos de desarrollo, acumulación originaria y expansión capitalista. Un estudio comparativo del estado argentino, brasileño y español”, en Theomai, núm. 34, Red Internacional de Estudios sobre Sociedad, Naturaleza y Desarrollo, Argentina, 2016.

[46] Perroux, François, "Notes sur la notion de pole de croissance", en EconomieAppliquée, núm. 8, Francia, 1955, citado en Pérez, op. cit., p. 89

[47] Hermansen, Rormod, Polos y centros de desarrollo en el desarrollo nacional y regional: elementos de un marco teórico para un enfoque sintético, Revista EURE – Revista Latinoamericana de Estudios Urbano Regionales, 4(10), Santiago de Chile 1974, p. 67.

[48] Coraggio, José Luis, “Notas sobre polos de desarrollo y transición”, Demografía y economía, XVI, Núm. 1 (49),  El Colegio de México, México, 1982.

[49] Hermansen, op. cit., p. 68.

[50] Ídem.

[51] Hermansen, Rormod, op. cit.

[52] Pérez Álvarez, op. cit., p. 89.

[53] Ídem.

[54] Pérez Álvarez, op. cit., p. 90.

[55] Ídem.

[56] Pérez, op. cit., p. 100.

[57] Hermansen, Rormod, op. cit.

[58] FONATUR, Manifestación de Impacto Ambiental. Tramos 1, 2, 3, FONATUR, México, 2020, Capítulo IV, p. 369.

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