Investigar para informar

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J. Jesús Esquivel
Corresponsal de la revista Proceso en Washington
@JJesusEsquivel

 

Investigar para informar

 

Washington – Como informador, me duele observar las constantes descalificaciones a reporteros de investigación que siguen haciendo lo que se debe hacer en este noble oficio: investigar para informar.

Entiendo que muchas personas que ayudaron a México a sacudirse décadas y décadas de abuso y corrupción gubernamental no entiendan que la labor de un reportero no es ser palero de Andrés Manuel López Obrador. Lo que indigna es la etiqueta de “chayotero”, que ponen sin ton ni son al reportero que cumple con la misión inquebrantable de cuestionar al gobierno e investigarlo. No para denunciarlo, porque ideológicamente no comulga con éste, sino para que enmiende errores.

México cuenta con una excelente plana de reporteros de investigación que, inmunes a ideologías gubernamentales, contribuyeron desde su trinchera a poner un alto a los abusos.

Estos colegas que investigan y reportan objetivamente también tienen sus predilecciones ideológicas y políticas, pero cuando se ponen el overol de reporteros las dejan en el cajón del escritorio para ser imparciales en su chamba.

Concibo como algo sano y democráticamente positivo para el país el empoderamiento de millones de mexicanos a través de AMLO. Justo es que lo defiendan porque costo mucha sangre y sacrificio expulsar del gobierno a los corruptos. Nos habíamos tardado.

Como peón de la tecla, denuncié el matrimonio contra natura que hubo entre “periodistas”, “columnistas”, “articulistas” y todo tipo de “informadores” que, con el dinero (nuestro dinero) de los gobiernos pasados, de manera inexplicable, se hicieron ricos y hasta millonarios.

No me consta haber visto a uno de estos “periodistas” recibir dinero a cambio de su “trabajo”; hubiera denunciado al corrupto y al corruptor. Me consta, como a la sociedad, que la paga de los gobiernos anteriores a estos “informadores” era inmisericorde.

Sorprende que AMLO, uno de los pioneros en denunciar la colusión del gobierno y la prensa, ahora que ya es presidente no pueda tolerar los cuestionamientos que se le hacen y que son vitales para la libertad de expresión y el buen gobierno.

Son claros y transparentes los cuestionamientos que, por inercia de los intereses creados y nostalgia de los favores económicos que ya perdieron, emanan de “periodistas” que querían la derrota de AMLO y ahora añoran el fracaso de su gobierno.

Igual de sencillo es reconocer el trabajo de periodistas de investigación que lamentablemente AMLO descalifica por intolerancia y sin fundamento para meterlos en el mismo costal que a los informadores corruptos del pasado.

En la historia del periodismo mexicano existen trabajos de investigación muy destacados que fueron punta de lanza para exponer los abusos gubernamentales de nuestro pasado reciente. Estos colegas fueron aplaudidos y honrados merecidamente por quienes -aunque no lo crean- ahora los señalan como “chayoteros” porque imparcialmente siguen haciendo lo que mejor saben hacer: investigar para informar.

La prensa mexicana padece un mal que deberíamos arrancar de raíz, el periodismo de la "declaracionitis".

Para no ser “fifí”, AMLO prefiere a la prensa y a los reporteros que repiten sus palabras sin someterlas a escrutinio. Eso, presidente, va en detrimento de la democracia que tanto costo ganar con su elección.

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