El cuerpo de Yoshua, de 17 años de edad, fue localizado tras el incendio de la fabrica Kayser, en la comuna de Renca, en Santiago, Chile. Las autoridades chilenas afirmaron que él y otras cuatro personas fallecieron a causa de “asfixia por intoxicación por gases de incendio”, pero omitieron que su tórax tenía tres orificios.