Cada día mueren 129 jóvenes en los EUA

  • 0

J. Jesús Esquivel

Corresponsal de la revista Proceso en Washington

@JJesusEsquivel

Cada día mueren 129 jóvenes en los EUA

Washington – Con un tono de alarma, esta semana la Casa Blanca lanzó una nueva campaña para “concientizar” a la sociedad sobre los alcances y consecuencias de la “epidemia del consumo de opiáceos” en los 50 estados de la Unión Americana.

“El consumo de heroína y de otras drogas ilícitas derivadas del opio, está arrasando con la vida de nuestros jóvenes”, dijo Michael Botticelli, director de la Oficina Nacional de Políticas para el Control de las Drogas de la Casa Blanca (ONDCP).

Más conocido a nivel mundial como el zar antidrogas de Estados Unidos, Botticelli omitió decir que el aumento en el consumo de heroína entre sus jóvenes es por el fracaso de su labor y en general de la llamada guerra contra las drogas.

Las estadísticas más recientes de la ONDCP sobre el consumo de narcóticos en Estados Unidos son aterradoras: “De 2010 a 2014, aumentó en más del 150% el consumo de heroína”.

Son dos las razones por las que la Casa Blanca está espantada ante la realidad de la drogadicción en Estados Unidos. La primera, que las estadísticas, investigaciones y estudios de la ONCDP demuestran que los principales consumidores de heroína, la droga que está de moda, son jóvenes blancos o anglosajones.

La segunda, “un incremento en la producción de amapola y en el tráfico de heroína en México”, como lo sentenció Botticelli.

De las dos causas, conforme a los concienzudos análisis de la ONDCP, se deriva que “desde 2014 a la fecha, 129 jóvenes mueran todos los días por una sobredosis de heroína”.

Si a la estrategia para contener la demanda, consumo y tráfico de drogas del presidente Barack Obama se le sometiera a juicio, el veredicto los declararía culpables del fallecimiento de los jóvenes.

Las evidencias del caso están a la vista de todos. ¿Será que Botticelli está ciego o que la Casa Blanca no las quiere ver?

Si en México hay más producción de amapola y, por ende, más tráfico de heroína, es porque en Estados Unidos hay más demanda y consumo del opiáceo. Si este hecho no fuera una realidad, en las narcobodegas del Cártel de Sinaloa los anaqueles estarían atiborrados de heroína. Para colmo de la parcialidad de la ONDCP, la Casa Blanca etiqueta al Cártel de Sinaloa como la principal organización criminal exportadora de heroína a Estados Unidos.

¿No que para Estados Unidos era crucial y esencial la recaptura de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera?

El peligrosísimo capo está nuevamente tras las rejas. Bajo la perspectiva de la Casa Blanca, ¿no sería lógico que sin El Chapo el Cártel de Sinaloa hubiese dejado de ser la organización del narcotráfico más poderosa del planeta?

El gobierno de Estados Unidos encendió las alarmas en sus 50 estados por la incidencia de muertes a causa de sobredosis de heroína, pero sobre todo porque las víctimas son blancas. Si fueran negras o latinas, no habría tal. Jamás la Casa Blanca, pese a sus muertos y los miles y miles de México, aceptará la derrota de su política antidrogas. Para exculparse existen los narcos mexicanos y su gobierno corrupto. A ellos la responsabilidad de sus males.

No sé porque los mismos estadunidenses se alarman de la xenofobia de Donald Trump, si es su Frankenstein. La ignorancia y el racismo del multimillonario aspirante a la nominación presidencial del Partido Republicano, lo hacen concluir que todos los mexicanos somos criminales y narcotraficantes. Dejen que Trump lea las estadísticas de la ONDCP sobre el número de víctimas fatales entre los anglosajones por sobredosis de heroína.

Cuando se entere, nos llamará asesinos y amenazará con construir prisiones a lo largo de la frontera para meter en ellas exclusivamente a mexicanos, aclarando, por supuesto, que será el gobierno de México el que pague por la construcción de las cárceles.

A Estados Unidos le hace falta urgentemente una política de educación, prevención y tratamiento sobre la epidemia del consumo de drogas. La heroína mexicana tiene tanta demanda, no por su pureza, sino por ser barata. Un tiro de heroína mexicana cuesta de 5 a 7 dólares en las calles de Estados Unidos. Una tableta de cualquier medicina controlada llega a costar hasta 40 dólares.

La cocaína y la mariguana son estupefacientes que ya pasaron de moda. El mercado de drogas en Estados Unidos está dominado por la heroína y las metanfetaminas. Sus principales consumidores son los blancos, el grupo étnico de la sociedad estadunidenses que más le duele a la Casa Blanca y al Congreso.

Si entra más droga de México a Estados Unidos y por su frontera sur, es porque son una sociedad altamente vulnerable a las adicciones y porque carecen de una política efectiva de prevención.

No busquen pretextos, los 129 jóvenes que mueren cada día por sobredosis de heroína son el fracaso de su cruzada internacional, pero sobre todo nacional, contra las drogas. Punto y aparte.

Atrás Honduras: la huella militar (English subtitles)
Siguiente Jaque al Rey -17 de marzo 2016- EZLN, una mirada a 20 años de los Acuerdos de San Andrés
Entradas Relacionadas

Escribir comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *