Bruno Avendaño vuelve a casa, pero la búsqueda de justicia continúa

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Bruno Alonso Avendaño Martínez, integrante activo de la Secretaría de Marina, a quien desaparecieron el 10 de mayo de 2018, fue localizado sin vida en una fosa clandestina entre los límites de los municipios de Salina Cruz y Tehuantepec, en el estado de Oaxaca.

La localización y hallazgo de Bruno, a unos escasos 12 km de su casa, es producto de la insistencia y presión que su hermano Lukas Avendaño junto con su familia y la comunidad solidaria ejercieron frente a las autoridades encargadas de investigar y procurar justicia.

“Nuestra incansable búsqueda por el esclarecimiento de la desaparición de Bruno no ha sido en vano, no ha sido inútil. Por fin hemos logrado como comunidad local, nacional e internacional que él regrese a casa”, señala Lukas Avendaño, hermano de Bruno.

Tras 876 días desaparecido, el marino Bruno volvió a su hogar en la finca Santa Teresa, de Tehuantepec, para ser despedido por sus seres queridos entre flores, veladoras y rezos colectivos. 

Imagen: Paola Atziri Paz

Imagen: Paola Atziri Paz

Pese a las trabas burocráticas de las autoridades tanto locales como federales para la entrega del cuerpo, la familia de Bruno logró trasladarlo desde Oaxaca y velarlo la noche del 2 de diciembre en su casa. Al día siguiente, el 3 de diciembre, alrededor de las tres de la tarde, Bruno recorrió las calles del pueblo que lo vio nacer hasta llegar a la iglesia de Santa Teresa de Jesús.

La banda de música tradicional de Oaxaca acompañó el camino de Bruno, su familia y gente cercana del pueblo hasta el panteón de la comunidad donde fue sepultado alrededor de las cinco del día.

La desaparición 

Bruno Alonso Avendaño Martínez nació el 6 de octubre de 1983, es el último de siete hijos que procrearon la señora Felipa Martínez y el señor Lucas Avendaño Avendaño. Bruno al igual que todos sus hermanos estudió en la Escuela Primaria Rural Federal Niños Héroes y cursó la secundaria en la Esc. Sec. Tec. No. 119, de Santa María Mixtequilla. Bruno llevó una vida como la de cualquier niño campesino, que cuidó una manada de chivas y borregas.

El primero de junio del 2011, Bruno ingresó al 29 Batallón de la Marina, y posteriormente en la Policía Naval.

Imagen: Santiago Flores

El 10 de mayo de 2018 fue visto por última en Tehuantepec, Oaxaca, alrededor de las 15:00 hrs., cuando regresaba de acompañar a Gregorio Chiñas, operador de un camión de volteo, quien lo dejó en el paraje Los Manguitos de esa localidad. Bruno aprovechó sus vacaciones y llegó a visitar a su madre el cuatro de mayo. Desde el momento de su desaparición, su familia denunció la ineficiencia de la Fiscalía General de Justicia del estado de Oaxaca y posteriormente de la Fiscalía General de la República,  pues aseguran han cometido errores, tergiversaciones, omisiones y obstrucción a la justicia desde el momento en que se levantó la denuncia.

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Justicia para Bruno: fue el Estado 

Lukas Avendaño, artista muxe y hermano de Bruno, quien se ha dedicado estos dos años y medio a buscarlo y a visibilizar a través del arte el problema de las desapariciones en México, señaló que la búsqueda aún no termina, ya que el caso no  está esclarecido.

“Las personas no desaparecen por su voluntad, las personas son desaparecidas y por las condiciones en las que se da el hallazgo de Bruno no fue un hecho circunstancial ni aislado”, aseguró Lukas en el jardín de su casa.

Para el también antropólogo oaxaqueño, el Estado es responsable de todas las violaciones a los derechos humanos tanto de Bruno como de su familia, así como de todas las agravaciones causadas por sus omisiones, señalamientos y dilaciones.

La familia de Bruno fue revictimizada desde un inicio en la Vicefiscalía Regional del Istmo, ya que el agente estatal de investigación de aquel entonces René Alavés les dijo que Bruno no estaba desaparecido y señaló que probablemente andaba de fiesta o con alguna amante es incluso señaló que todo el hecho podía tener tintes políticos debido a que una tía era agente municipal.

“Yo exijo una explicación… porque en su momento nos revictimizaron diciendo que habían visto a mi hermano en una fiesta y hoy a 2 años 6 meses lo hemos recibido en casa sin vida”, reclamó Lukas Avendaño.

 

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