Aumentaron amenazas contra la libertad artística en 2016
Por Ana Flores
El organismo civil Freemuse informó hoy cuál fue la documentación que se hizo el año pasado respecto a las violaciones de la libertad artística en el mundo, en la que se registraron mil 28 casos en 78 países, seis de ellos acumularon más de la mitad de todos los casos registrados. La cifra documentada en 2016 es más del doble de la que se registró en 2015 con 469 casos.
El informe que el organismo genera anualmente, “Arte bajo amenaza”, este año registró 188 violaciones graves en su totalidad, entre ellas tres asesinatos, dos secuestros, 16 atentados, 84 encarcelamientos y varios ataques acompañados de amenazas. Esto muestra que los artistas y el público en general están bajo una creciente amenaza en el mundo.
El informe expuso que Irán encabeza la lista de países que sistemáticamente violaron la libertad artística en 2016. Le sigue Turquía, Egipto, Nigeria, China y Rusia, que combinados representan 59% del total de los casos. Además, gobiernos como China y Turquía intentan silenciar a artistas tanto en su territorio como en el extranjero.
Grupos pacíficos de la sociedad civil y “militares violentos” se dirigen a los artistas por diferentes medios para sofocarlos. En ocasiones, incluso mujeres y artistas de la comunidad LGBT son discriminados por los propios sindicatos de artistas que median por sus intereses.
La forma de arte más afectada fue la música con 86 casos de violaciones graves, seguida por el cine con 79% de todos los casos de censura. La mayoría de los afectados provienen de las “listas negras” que los gobiernos de Ucrania y Kuwait crean para prohibir películas.
México está en la lista con un caso de censura, debido a la prohibición de “narcocorridos” en radiodifusoras de tres estados del país. Estados Unidos también forma parte del registro con 14 casos de violaciones a la libertad artística, incluida la sentencia de prisión al rapero Sean Chung.
El director ejecutivo de Freemuse, Ole Reitov, aseguró que las expresiones artísticas no encajan ni deben hacerlo en un solo marco de su sociedad y señaló que “cuando los gobiernos populistas y nacionalistas, al igual que otros en una posición de poder, tratan energéticamente de asegurar una única narrativa dominante, los artistas corren mayor riesgo”.
El aumento de los casos puede explicarse, en cierta medida, a la mejora que ha realizado el organismo en sus métodos de documentación, así como a la publicación de una lista de arte censurado que hicieron algunos países.
