David Domingo Alonso y Marcelino Pedro Rojas, exintegrantes de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Pueblos Fundadores (CRAC-PF), fueron encontrados sin vida la mañana del 9 de julio en la carretera Chilapa-Hueycantenango, en el poblado de Chautla, según reportes oficiales.
Los policías comunitarios fueron asesinados tras su regreso de Chilpancingo, donde exigieron la entrega de fertilizante para 500 indígenas nahuas de 14 comunidades de los municipios de José Joaquín de Herrera y Chilapa de Álvarez.
En entrevista telefónica con La Jornada, David Sánchez Luna, coordinador de la CRAC-PF, responsabilizó del homicidio al grupo delictivo Los Ardillos. Además, exigió al gobernador Héctor Astudillo Flores que traslade los cuerpos del Servicio Médico Forense (SEMEFO) de Chilpancingo a su comunidad, ya que los deudos no podrán recogerlos en dicha instancia porque temen por sus vidas.
Sánchez Luna explicó que el asesinato se perpetró luego de que, junto con 14 indígenas de diversos poblados, David Domingo y Marcelino Pedro acudieron el lunes a Chilpancingo para reclamar la entrega del fertilizante que usan para su producción agrícola. A su regreso fueron interceptados por civiles armados a la altura del poblado El Jagüey, quienes permitieron el paso de sus compañeros, pero a los guardias comunitarios se los llevaron y sus cuerpos aparecieron degollados en un poblado de Chilapa.
En tanto, el coordinador de la CRAC-PF resaltó que en la carretera Chilpancingo-Chilapa hay dos retenes del Ejército Mexicano, y recordó que desde mayo han sido asesinados al menos seis integrantes de la CRAC-PF, por lo que culpó a los tres niveles de gobierno de los homicidios.
Cientos de agricultores de varias comunidades han protestado con el cierre de accesos y carreteras en diferentes puntos de la zona para exigir fertilizantes.
